?Podr¨¢ una inversi¨®n en la naturaleza salvarnos de nosotros mismos?

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La naturaleza es el activo m¨¢s importante de la humanidad. Nos proporciona recursos para la medicina moderna, el aire que respiramos, la comida que ponemos en nuestras mesas y, en cierta medida, todas las actividades econ¨®micas tambi¨¦n dependen de ella. Las estimaciones sugieren que unos 44 billones de d¨®lares dependen de la naturaleza, es decir, m¨¢s de la mitad del PIB de la econom¨ªa mundial.

Tambi¨¦n hemos visto cu¨¢ndo los seres humanos y la naturaleza pueden entrar en conflicto. Las enfermedades zoon¨®ticas, como el coronavirus, pueden desencadenar costos devastadores para la vida humana, el empleo y nuestras econom¨ªas. La econom¨ªa mundial se contrajo aproximadamente un 3,5% en 2020 debido a la covid-19. En Am¨¦rica Latina y el Caribe, las estimaciones son del 7,4%, lo que la convierte en la regi¨®n m¨¢s afectada del mundo.

A pesar del valor de la naturaleza en todos los aspectos de nuestros medios de vida, cultura y bienestar, la destrucci¨®n de los bosques y otros h¨¢bitats est¨¢ provocando el declive m¨¢s r¨¢pido de la biodiversidad que en cualquier otro momento de la historia. No se ha alcanzado ninguno de los 20 objetivos de las metas de Aichi del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biol¨®gica establecidas en 2010, y alrededor de un mill¨®n de especies est¨¢n bajo amenaza de extinci¨®n. Nuestra destrucci¨®n de los sistemas naturales y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero podr¨ªan amenazar el objetivo del Acuerdo de Par¨ªs de limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius.

El pasado 2 de febrero, el profesor Sir Partha Dasgupta, bajo la comisi¨®n del gobierno del Reino Unido, present¨® un reporte independiente sobre la econom¨ªa de la biodiversidad. Como primero en su tipo, el informe exige un cambio urgente y transformador en la manera en que pensamos, actuamos y medimos el ¨¦xito econ¨®mico para proteger y mejorar el mundo natural. El informe Dasgupta se?ala que, hasta ahora, nuestros sistemas y procesos de toma de decisiones no han logrado reflejar c¨®mo la econom¨ªa global est¨¢ arraigada en la naturaleza. As¨ª, argumenta que debemos cambiar fundamentalmente la forma en que enfocamos la econom¨ªa si queremos revertir la p¨¦rdida de biodiversidad, proteger y mejorar nuestra prosperidad y, adem¨¢s, prevenir el colapso clim¨¢tico.

Am¨¦rica Latina y el Caribe es la superpotencia mundial de la biodiversidad y el informe es un llamado a la acci¨®n. La regi¨®n alberga alrededor del 40% de la biodiversidad mundial y el 50% de sus bosques tropicales. Estos servicios ecosist¨¦micos generan un valor de m¨¢s de 15 billones de d¨®lares por a?o a trav¨¦s de la protecci¨®n costera de las ciudades, el agua potable, los insumos agr¨ªcolas, el control de la erosi¨®n y la filtraci¨®n del aire. Los sistemas naturales tambi¨¦n sustentan los medios de vida y las culturas de millones de personas, que se ven especialmente afectadas por la pandemia.

Las soluciones basadas en la naturaleza y la biodiversidad, como la restauraci¨®n de los manglares para proteger las costas, reciben escasos recursos

El Informe Dasgupta deja en claro que el sistema financiero mundial tiene que desempe?ar un papel transformador. Necesitamos que los agentes financieros, tanto p¨²blicos como privados, desempe?en un papel m¨¢s importante a la hora de garantizar los flujos financieros hacia la mejora de los activos naturales y el consumo sostenible, en lugar de lo contrario. Esto tambi¨¦n involucrar¨¢ a empresas e instituciones financieras que hagan m¨¢s para medir y divulgar los impactos de sus actividades en la naturaleza y cu¨¢n dependientes son de los servicios ecosist¨¦micos.

Hasta la fecha, las soluciones basadas en la naturaleza y la biodiversidad, como la restauraci¨®n de los manglares para proteger las costas, reciben escasos recursos. Las estimaciones sugieren que el financiamiento para la conservaci¨®n y restauraci¨®n de la biodiversidad global deber¨¢ aumentar sustancialmente de alrededor de 120.000 millones de d¨®lares por a?o actualmente gastados a entre 722.000 y 967.000 millones de d¨®lares por a?o durante los pr¨®ximos diez a?os.

Para alcanzar estos objetivos de financiaci¨®n, necesitamos incorporar soluciones basadas en la naturaleza en todos los procesos gubernamentales. Los ministerios de finanzas pueden encabezar este esfuerzo de integraci¨®n trabajando de manera coordinada con los otros ministerios. Es inminente determinar, en la fase inicial del proceso de toma de decisiones y de presupuesto, d¨®nde las soluciones basadas en la naturaleza pueden brindar oportunidades para cumplir con las prioridades nacionales de crecimiento, recuperaci¨®n y los objetivos clim¨¢ticos y de biodiversidad. Esto requiere desarrollar propuestas de valor que resuenen con los ministerios sectoriales para que los recursos presupuestarios que normalmente no se destinan a la naturaleza puedan alinearse adecuadamente. Asimismo, requiere desarrollar herramientas concretas para facilitar esta integraci¨®n. La toma de decisiones cre¨ªble requiere datos cre¨ªbles.

Pero en un per¨ªodo de considerables restricciones fiscales, los fondos p¨²blicos por s¨ª solos no podr¨¢n asumir los costos. Por lo tanto, existe una necesidad cr¨ªtica de apalancar la financiaci¨®n privada y atraer al creciente n¨²mero de inversores privados que est¨¢n ansiosos por ingresar a este espacio. El inter¨¦s privado es alto, tal como lo demuestra el reciente lanzamiento del fondo de inversi¨®n de HSBC y las acciones consistentes de actores como Credit Suisse, Mirova y otros que buscan generar un impacto positivo en la naturaleza y un rendimiento financiero.

Para involucrar de manera efectiva a estos actores privados, los Ministerios de Finanzas deben ser m¨¢s proactivos y trabajar con los Ministerios de Medio Ambiente para identificar carteras de inversi¨®n que est¨¦n alineadas con la recuperaci¨®n sostenible y los intereses ambientales, que luego se puedan ofertar a posibles inversores.

Los innovadores y emprendedores deben recibir apoyo para crear nuevas empresas y experimentar con nuevos instrumentos que puedan mejorar los activos naturales

No obstante, existe un papel a¨²n m¨¢s importante para otros actores en el ecosistema financiero. Los innovadores y emprendedores deben recibir apoyo para crear nuevas empresas y experimentar con nuevos instrumentos que puedan mejorar los activos naturales, como los bonos de especies o los mercados de capitales. Al mismo tiempo, los actores tradicionales, como los bancos nacionales de desarrollo, las aseguradoras y las instituciones financieras locales, deben tener espacio para asumir nuevos roles y desarrollar nuevos productos financieros.

Actualmente se est¨¢n dando otros pasos importantes. El Directorio del Banco Interamericano de Desarrollo aprob¨® recientemente el desarrollo de un Plan de Acci¨®n para incorporar la biodiversidad y el capital natural dentro de nuestra organizaci¨®n, y para orientar nuestro apoyo a los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe en su b¨²squeda de incorporar la naturaleza. El Reino Unido, que ser¨¢ el anfitri¨®n de la Cumbre del Clima de la ONU en noviembre y ha incluido la naturaleza entre sus principales prioridades, tambi¨¦n anunci¨® planes para comprometer 4.000 millones de d¨®lares a la naturaleza para 2026.

Durante este a?o cr¨ªtico para la naturaleza y el clima, y para asegurar una recuperaci¨®n sostenible de la pandemia, el Informe Dasgupta proporciona un mapa para ayudarnos a crear un futuro m¨¢s sostenible y equitativo para todos. Como dice David Attenborough, podemos ayudar a salvar la naturaleza y, al hacerlo, salvarnos a nosotros mismos.

Juan Pablo Bonilla es gerente del sector de cambio clim¨¢tico y desarrollo sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

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