Por qu¨¦ es verdad que la pandemia ha golpeado m¨¢s a los migrantes

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Hace justo un a?o nos pregunt¨¢bamos c¨®mo afectar¨ªa la entonces incipiente covid-19 en cada uno de los ¨¢mbitos de nuestras vidas. Ahora ya estamos en condiciones de dar unas primeras respuestas. Es lo que hace el Anuario CIDOB de la Inmigraci¨®n 2020 con respecto a los efectos de la pandemia en la movilidad humana, la poblaci¨®n migrada y las pol¨ªticas migratorias y de asilo. Si bien el Anuario analiza tambi¨¦n el contexto europeo e internacional, aqu¨ª me detendr¨¦ en algunas de sus conclusiones para el caso espa?ol.

A nadie sorprende que las restricciones a la movilidad hayan llevado a una reducci¨®n dr¨¢stica de los flujos migratorios. Por ejemplo, en los pa¨ªses de la OCDE, la ca¨ªda super¨® el 72% en el segundo trimestre de 2020. En el caso espa?ol, esta ca¨ªda no se ha dado en todos los ¨¢mbitos. En asilo, si bien las solicitudes se redujeron a pocas decenas en los meses de abril y mayo, al cabo del a?o se han superado las 88.000, que es menos que en 2019 (con 118.264) pero m¨¢s que en 2018 (55.668). Las entradas irregulares han aumentado respecto al a?o anterior, pasando de 26.168 en 2019 a m¨¢s de 41.000 en 2020. Esto se explica por el agravamiento de las condiciones en los pa¨ªses de origen y tr¨¢nsito y por la reapertura de la ruta occidental hacia las Islas Canarias.

?Y cu¨¢l ha sido el efecto de la pandemia en las condiciones de las personas de origen migrante que ya se encontraban en Espa?a? Tal como muestra el art¨ªculo de Ram¨®n Mah¨ªa, la crisis econ¨®mica se ha cebado especialmente en la poblaci¨®n extranjera. Por ejemplo, en el segundo trimestre del a?o, el empleo extranjero retrocedi¨® un 10%, el doble que en el caso de los espa?oles. Este impacto diferencial se explica en buena medida por la mayor vulnerabilidad de la poblaci¨®n extranjera (mayor presencia en la econom¨ªa informal, m¨¢s peso de los contratos temporales, menor antig¨¹edad laboral) y una mayor exposici¨®n a los sectores m¨¢s afectados (servicios, turismo, transporte).

La crisis generada por el covid-19 tambi¨¦n ha puesto en evidencia la importancia de muchas actividades desempe?adas por trabajadores de origen migrante, especialmente en el sector agr¨ªcola, el sociosanitario y de los cuidados. A pesar de haber sido calificados reiteradamente como ¡°trabajadores esenciales¡±, las condiciones laborales y de vida de muchos de ellos a menudo son extremadamente precarias. Es el caso, por ejemplo, de los temporeros agr¨ªcolas. En uno de los art¨ªculos del Anuario, Berta G¨¹ell y yo se?alamos que la situaci¨®n de los temporeros tiene que ver con problemas estructurales, ligados a los procesos de globalizaci¨®n alimentaria y flexibilidad productiva, la desregulaci¨®n del sector, el acceso a la vivienda y, en el caso de Huelva, el propio funcionamiento de los programas de contrataci¨®n en origen.

La covid-19 ha puesto en evidencia la importancia de muchas actividades desempe?adas por trabajadores de origen migrante, y pese a ello siguen teniendo condiciones laborales y de vida precarias

En el sector del trabajo del hogar y de los cuidados, S¨°nia Parella se?ala una din¨¢mica de intensificaci¨®n de los riesgos y desigualdades en el disfrute de derechos y de bienestar: desde la p¨¦rdida de puestos de trabajo y la reducci¨®n de ingresos para aquellas trabajadoras en la econom¨ªa informal (que representan un tercio en este sector) a una merma generalizada de la calidad de vida, especialmente para las trabajadoras internas que cuidan de personas mayores. Aunque en abril el Gobierno anunci¨® la posibilidad de que las empleadas del hogar que estuvieran dadas de alta en la Seguridad Social cobraran un subsidio extraordinario, meses despu¨¦s la mitad de las solicitudes segu¨ªan sin resolver.

Ah¨ª, de hecho, radica otro de los grandes impactos de la pandemia sobre la poblaci¨®n migrada: la par¨¢lisis de la Administraci¨®n y los efectos que esto ha tenido en los procedimientos de extranjer¨ªa y asilo. Incluso a finales de a?o, meses despu¨¦s de que se reanudara la atenci¨®n presencial despu¨¦s del estado de alarma, la cita previa para la solicitud de asilo segu¨ªa suspendida en algunas provincias importantes como Madrid y Barcelona. El colapso de las comisar¨ªas tambi¨¦n reforz¨® negocios fraudulentos de venta de citas previas para tr¨¢mites de extranjer¨ªa. No es una cuesti¨®n balad¨ª. Para los ciudadanos extranjeros, acceder o no a estos tr¨¢mites puede llegar a afectar el acceso a la documentaci¨®n y, por lo tanto, a algo tan fundamental como el derecho a tener derechos.

En t¨¦rminos generales, podemos concluir que la pandemia ha agravado y visibilizado tendencias que ya exist¨ªan previamente. Lo nuevo es que, bajo el prisma de una pandemia, las desigualdades, la exclusi¨®n social o el cumplimiento de los convenios y el respeto de los derechos laborales y sociales no solo son una cuesti¨®n moral, de justicia social y de legalidad, sino tambi¨¦n un elemento imprescindible para asegurar cualquier pol¨ªtica de salud p¨²blica que quiera ser eficiente. En este sentido, no es de extra?ar que 2020 haya sido tambi¨¦n un a?o de movilizaciones importantes: desde las reivindicaciones hist¨®ricas de los temporeros agr¨ªcolas a las denuncias y propuestas concretas hechas por las trabajadoras del hogar, esta vez en nombre propio.

No podemos acabar sin hacer referencia al movimiento #Regularizaci¨®nYA, que entre otras medidas ped¨ªa la regularizaci¨®n de las personas en situaci¨®n administrativa precaria. Cabe se?alar la amplitud del movimiento, que agrup¨® inicialmente a 100 colectivos y acab¨® con el apoyo de m¨¢s de 1.500 organizaciones. A diferencia de otros a?os, esta vez las reivindicaciones se hicieron directamente desde el propio colectivo de personas migrantes y para el conjunto de ellas sin excepci¨®n. A finales de septiembre, el Congreso rechaz¨® la propuesta de regularizaci¨®n, con un PSOE invocando los l¨ªmites definidos por la propia legislaci¨®n y un PP y VOX apelando al supuesto ¡°efecto llamada¡±. Aunque es sabido que en tiempos de pandemia la inclusi¨®n de todos sin excepci¨®n es fundamental, los tiempos pol¨ªticos parece que van en otra direcci¨®n.

Blanca Garc¨¦s Mascare?as es investigadora del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB).

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