El peque?o pa¨ªs que da un gran ejemplo al eliminar la malaria
El hito de El Salvador de erradicar el paludismo no hubiera sido posible sin el fuerte compromiso pol¨ªtico y sin un financiamiento nacional sostenido
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La certificaci¨®n de la eliminaci¨®n de la malaria que El Salvador recibi¨® la semana pasada de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) es un extraordinario logro que viene a coronar d¨¦cadas de compromiso y arduo trabajo en el pa¨ªs centroamericano. Es tambi¨¦n la demostraci¨®n de que, cuando se invierte en salud comunitaria y en las personas, se puede poner fin a enfermedades infecciosas mortales y hacer que el mundo sea un lugar m¨¢s seguro para todos.
Con la excepci¨®n de un brote en 1996, El Salvador redujo constantemente su carga de malaria durante las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. El n¨²mero de casos disminuy¨® de m¨¢s de nueve mil en 1990 a 26 en 2010. Conocido como el Pulgarcito de las Am¨¦ricas debido a su peque?o tama?o, El Salvador persever¨® en el trabajo a pesar de unas caracter¨ªsticas geogr¨¢ficas propicias para la malaria y de haber vivido una guerra civil, huracanes y terremotos, dedicando recursos financieros y humanos para cumplir su meta. El Salvador no ha notificado ning¨²n caso aut¨®ctono de la enfermedad desde el 2017, lo que le ha valido la distinci¨®n de convertirse en el primer pa¨ªs en Centroam¨¦rica en obtener dicha certificaci¨®n.
Este hito no hubiera sido posible sin el fuerte compromiso pol¨ªtico de El Salvador y sin un financiamiento nacional sostenido. Desde el principio, El Salvador reconoci¨® la importancia de dedicar un presupuesto suficiente para mantener sus metas en materia de salud, incluida la lucha contra la malaria. Este compromiso se ha reflejado a lo largo de los a?os en las l¨ªneas presupuestarias nacionales.
Gracias al apoyo de socios internacionales como la Organizaci¨®n Panamericana de la Salud, reorient¨® con ¨¦xito su campa?a contra la malaria, lo que se tradujo en una mejor asignaci¨®n de los recursos y las intervenciones en funci¨®n de la distribuci¨®n geogr¨¢fica de los casos. Tambi¨¦n se introdujo un sistema electr¨®nico de informaci¨®n sobre paludismo. La descentralizaci¨®n del programa de malaria y su red de laboratorios permiti¨® una vigilancia, detecci¨®n de casos y tratamientos m¨¢s r¨¢pidos y mejores.
La participaci¨®n de miles de voluntarios en la lucha contra la malaria fue fundamental para reforzar la exitosa estrategia del pa¨ªs de diagnosticar, tratar e investigar. Gracias a sus esfuerzos, las personas pod¨ªan recibir tratamiento en sus propias comunidades, sin tener que visitar un establecimiento de salud, lo que reduc¨ªa el riesgo de transmisi¨®n. Tomemos el ejemplo de Edilberto Cruz, un voluntario. Durante 25 a?os, Edilberto ha viajado en su bote con su kit antipal¨²dico para visitar comunidades y realizar la prueba de la gota gruesa a las poblaciones de mayor riesgo, incluidos las y los trabajadores migrantes de los pa¨ªses vecinos.
El caso de El Salvador tambi¨¦n nos recuerda la importancia de construir una cobertura de la atenci¨®n primaria de salud
El caso de El Salvador tambi¨¦n nos recuerda la importancia de construir una cobertura de la atenci¨®n primaria de salud para garantizar que todas las personas se mantengan saludables y puedan recibir atenci¨®n cuando la necesiten. La reforma del sistema de salud en El Salvador sent¨® las bases para un modelo de atenci¨®n primaria destinado a brindar acceso a un sistema de salud universal y equitativo. La inauguraci¨®n de un nuevo hospital en la capital es siempre celebrada en los medios de comunicaci¨®n, pero la apertura de un centro de atenci¨®n primaria de salud en una comunidad rural apenas recibe la atenci¨®n que se merece, a pesar de que este centro llega a las personas que m¨¢s necesitan atenci¨®n m¨¦dica.
Cuando las comunidades tienen salud, las personas tienen oportunidades de crecer y contribuir al desarrollo de un pa¨ªs. Una madre que no tiene malaria puede ir a trabajar. Un ni?o o ni?a que no tiene malaria puede ir a la escuela. Pero el acceso a la educaci¨®n es igualmente importante. No se puede tener salud sin educaci¨®n. Esto comienza por ense?ar a los menores de edad que la salud es clave para el desarrollo humano.
La regi¨®n de las Am¨¦ricas ha logrado un progreso extraordinario contra la malaria, con una ca¨ªda del 62% en los casos entre 2000 y 2015. Sin embargo, la pandemia actual amenaza con deshacer este progreso. Incluso antes del impacto del nuevo coronavirus, algunos pa¨ªses de las Am¨¦ricas hab¨ªan registrado un aumento de casos desde 2015. La covid-19 es un formidable desaf¨ªo adicional: muchos pa¨ªses han adaptado la forma en que entregan mosquiteras, diagn¨®sticos y medicamentos para garantizar la seguridad de los trabajadores sanitarios de primera l¨ªnea y las comunidades.
Si bien los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina est¨¢n en camino de eliminar la malaria, la enfermedad sigue siendo un enorme problema en el ?frica subsahariana, donde unas 400.000 personas mueren cada a?o debido a ella, la mayor¨ªa de ellos menores de cinco a?os. El Informe Mundial sobre la Malaria 2020 de la OMS publicado en noviembre calcul¨® que una interrupci¨®n del 10% en el acceso a un tratamiento eficaz contra este par¨¢sito en el ?frica subsahariana podr¨ªa provocar 19.000 muertes adicionales. Las interrupciones de los tratamientos eficaces del 25% y 50% podr¨ªan resultar en 46.000 y 100.000 muertes adicionales, respectivamente.
No podemos permitir que esto suceda. Debemos poner fin a la malaria en el mundo. Desde que comenz¨® la pandemia de la covid-19, el Fondo Mundial est¨¢ ayudando a los pa¨ªses a mitigar su impacto en los programas de malaria, VIH y tuberculosis, y a combatir el coronavirus. El Fondo Mundial se complace en haber apoyado a El Salvador en eliminar la malaria. Somos plenamente conscientes de que nos esperan grandes desaf¨ªos por delante. Necesitamos proteger los logros que tanto trabajo han costado y mantener el impulso, con m¨¢s colaboraci¨®n, m¨¢s recursos y m¨¢s innovaci¨®n. Como declar¨® el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, El Salvador es una prueba y una inspiraci¨®n para todos y todas de que podemos so?ar con un futuro libre de malaria.
Mar¨ªa Isabel Rodr¨ªguez es exministra de Salud de El Salvador y exasesora presidencial en Salud y Educaci¨®n. Francoise Vanni es directora de Relaciones Externas y Comunicaciones del Fondo Mundial.
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