Que la covid-19 no detenga los servicios de salud esenciales
Si no se toman medidas inmediatas para garantizar la continuidad de la atenci¨®n m¨¦dica, las cifras futuras de muertes por enfermedades transmisibles y no transmisibles ser¨¢n inaceptables
La provisi¨®n de atenci¨®n m¨¦dica en casi todos los pa¨ªses se vio alterada por el error inicial de las autoridades de suponer que los sistemas sanitarios ganar¨ªan pronto la lucha contra la covid-19. El incremento diario de contagios y muertes impone a menudo pausas o retrocesos en el arduo progreso que se hab¨ªa logrado en minimizar el impacto de otras enfermedades como la diabetes o la malaria.
Al inicio de la pandemia, funcionarios y autoridades sanitarias consideraron que se pod¨ªa tolerar una interrupci¨®n relativamente breve de los servicios de salud esenciales, pero ya es evidente que la covid-19 durar¨¢ mucho m¨¢s de lo previsto. Ning¨²n pa¨ªs puede seguir posponiendo la provisi¨®n de servicios sanitarios cruciales. Si no se toman medidas inmediatas para garantizar la continuidad de esos servicios, las cifras futuras de muertes por enfermedades transmisibles y no transmisibles ser¨¢n inaceptables.
La Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates public¨® hace poco una dura evaluaci¨®n del costo mundial de la pandemia, donde informa que en 25 semanas, el mundo retrocedi¨® unos 25 a?os en cobertura de vacunaci¨®n, que es un buen indicador del funcionamiento general de los sistemas sanitarios. Es urgente asegurar que los servicios de salud esenciales no queden postergados.
Esto demandar¨¢ financiaci¨®n exclusiva, estrategias innovadoras y servicios descentralizados para llegar a las comunidades m¨¢s pobres y enfermas del mundo. Las autoridades deben reasignar partidas de los presupuestos nacionales y suscribir acuerdos de asociaci¨®n con inversores privados, para reunir los recursos necesarios. Tambi¨¦n es crucial la creaci¨®n de fondos solidarios nacionales e internacionales (similares al Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria), ya que pueden ayudar a los pa¨ªses y a las instituciones multilaterales a mantener la continuidad de los servicios de salud esenciales y as¨ª fortalecer los sistemas sanitarios y las econom¨ªas nacionales en el largo plazo.
Ya antes de la pandemia se calculaba que al menos la mitad de la poblaci¨®n mundial de 7800 millones de personas carec¨ªa de acceso a servicios de salud esenciales. Enfermedades evitables o tratables provocan cada a?o la muerte de seis millones de ni?os y adolescentes y de 2,8 millones de embarazadas y reci¨¦n nacidos. La covid-19 increment¨® estas cifras y empeor¨® el acceso a la atenci¨®n m¨¦dica.
Los expertos en salud mundial siempre supieron que una emergencia prolongada provocar¨ªa grandes trastornos en los servicios sanitarios. En 2018, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud defini¨® un paquete esencial de servicios que deber¨ªan brindarse sin costo para los usuarios durante una crisis extendida, entre ellos la atenci¨®n m¨¦dica maternoinfantil y el tratamiento referido a enfermedades transmisibles y no transmisibles, salud mental y enfermedades tropicales desatendidas.
Pero la provisi¨®n del paquete mencionado enfrenta diversas dificultades, comenzando por un considerable retroceso en el tratamiento de las enfermedades no transmisibles. En una encuesta de la OMS a 155 pa¨ªses, el 53% inform¨® una interrupci¨®n parcial o total de los servicios terap¨¦uticos para la hipertensi¨®n, el 49% para la diabetes, el 42% para el c¨¢ncer, y el 31% para las emergencias cardiovasculares.
La detecci¨®n y el tratamiento del VIH y la tuberculosis no est¨¢n exentos. En Sud¨¢frica, uno de los pa¨ªses m¨¢s afectados por ambas enfermedades, la falta de pruebas para la tuberculosis durante la cuarentena redujo un 33% los diagn¨®sticos. Tambi¨¦n disminuy¨® la cantidad de pacientes con tuberculosis o VIH que retiran los medicamentos seg¨²n el cronograma; el incumplimiento de los protocolos llevar¨¢ en ¨²ltima instancia a m¨¢s resistencia a f¨¢rmacos, fracaso terap¨¦utico y aumento de los costos de tratamiento.
Es evidente que las alteraciones que caus¨® la covid-19 a los sistemas sanitarios pueden superarse. Lo m¨¢s importante es que los pa¨ªses reeval¨²en sus estrategias
Pero otros pa¨ªses, entre ellos Ruanda, Nueva Zelanda y Taiw¨¢n, han conseguido una continuidad de los servicios de salud esenciales destacable. Por ejemplo, Taiw¨¢n mantuvo la cobertura de salud universal a bajo costo funcionando durante toda la pandemia, y en Ruanda ocurri¨® lo mismo con un nuevo centro de radioterapia para el tratamiento del c¨¢ncer.
En Sierra Leona ¡ªdonde una de cada 17 madres corre riesgo de morir durante el parto¡ª una campa?a de comunicaci¨®n masiva conjunta del Hospital Estatal Koidu en el distrito de Kono y la ong Partners In Health para alentar a las embarazadas a usar los servicios de salud materna consigui¨® revertir una marcada reducci¨®n que se hab¨ªa registrado en la cantidad de consultas m¨¦dicas prenatales.
Las cl¨ªnicas de ?frica subsahariana tambi¨¦n est¨¢n innovando para continuar el seguimiento y el tratamiento de los 19 millones de pacientes de diabetes de la regi¨®n durante la pandemia. Por ejemplo, la Asociaci¨®n de Endocrinolog¨ªa y Metabolismo de Camer¨²n elabor¨® diez ?reglas de oro? sobre covid-19 y diabetes, que incluyen informaci¨®n para hacer ejercicio durante el confinamiento. Adem¨¢s, se introdujeron herramientas virtuales para limitar la necesidad de consultas ambulatorias.
En tanto, algunos pa¨ªses est¨¢n buscando formas novedosas de proveer atenci¨®n m¨¦dica. Por ejemplo, Ruanda implement¨® el uso de drones para distribuir medicamentos a pacientes de c¨¢ncer y robots para hacer seguimiento de signos vitales de pacientes de covid-19 y prevenir contagios hospitalarios. Las soluciones tecnol¨®gicas no siempre son baratas, pero el r¨¦dito puede superar el costo financiero.
Para obtener resultados similares, muchos pa¨ªses deben redise?ar con urgencia sus sistemas de asignaci¨®n de recursos y provisi¨®n de servicios sanitarios. En la medida de lo posible, los centros de testeo y tratamiento para la covid-19 deber¨ªan incorporar la provisi¨®n de servicios de salud esenciales, por ejemplo detecci¨®n de embarazos de alto riesgo y enfermedades cr¨®nicas.
Adem¨¢s, la descentralizaci¨®n de servicios sanitarios puede ayudar a fortalecer la disponibilidad general y limitar las interrupciones. Esto demandar¨¢ crear y capacitar una fuerza ampliada de agentes de salud comunitarios, incluidos jefes de familia, docentes, l¨ªderes religiosos y sanadores tradicionales. En Liberia, por ejemplo, esos agentes son parte fundamental de la respuesta a la covid-19 y de la provisi¨®n de otros servicios esenciales.
Es evidente que las alteraciones que caus¨® la covid-19 a los sistemas sanitarios pueden superarse. Lo m¨¢s importante es que los pa¨ªses reeval¨²en sus estrategias de provisi¨®n de atenci¨®n m¨¦dica e inviertan en los servicios esenciales. As¨ª fortalecer¨¢n su capacidad de hacer frente a crisis sanitarias similares en el futuro.
Anatole Manzi es subdirector m¨¦dico a cargo del ¨¢rea de calidad cl¨ªnica y fortalecimiento de sistemas sanitarios en Partners In Health, es profesor asistente en la Universidad para la Equidad Sanitaria Global (Ruanda) y becario Aspen New Voices 2020.
Traducci¨®n: Esteban Flamini. Copyright: Project Syndicate, 2020.
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