Liz Chicaje: ¡°Defender nuestros bosques es para toda la vida¡±
La lideresa ind¨ªgena bora ha sido premiada con el ¡®Nobel Verde¡¯ por proteger las ¨²ltimas selvas intactas del mundo frente a la miner¨ªa ilegal y otras amenazas
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Para Liz Chicaje Churay (Boras de Pucaurquillo, Per¨², 1982) cada premio que gana lleva la memoria de sus ancestros. Ellos murieron en la densa selva del extremo noreste de Per¨², durante la fiebre del caucho hace un siglo. ¡°Es un lugar sagrado para nosotros porque por ac¨¢ pasaron huyendo nuestros abuelos, que eran torturados y no llegaron a su meta¡±, recuerda la lideresa bora que este mes ha sido galardonada con el Premio Ambiental Goldman por defender esta franja tropical de casi un mill¨®n de hect¨¢reas cerca a la frontera colombiana.
Lo sagrado de este lugar mantiene a Chicaje, desde hace 20 a?os, al frente de su defensa contra la miner¨ªa y tala ilegales. ¡°Crecimos escuchando las historias de c¨®mo ten¨ªamos que cuidar nuestro bosque¡±, dice la activista, quien desde adolescente acompa?aba a su padre a reunirse con otros dirigentes ind¨ªgenas. ¡°?l siempre dec¨ªa que no dej¨¢semos que nadie nos quitara nuestro territorio, que nunca desmayemos en nuestra lucha. Eso me marc¨® desde que tuve uso de raz¨®n¡±.
Por m¨¢s de dos d¨¦cadas, los boras, yaguas, ocainas y otros pueblos originarios que viven muy cerca de los l¨ªmites de esta ¨¢rea, lucharon para que fuera protegida con la creaci¨®n del Parque Nacional de Yaguas. Tras cuatro a?os a la cabeza de la Federaci¨®n de Comunidades Ind¨ªgenas del R¨ªo Ampiyacu, en 2018 Chicaje lo consigui¨®. Ese arduo trabajo la llev¨® a convertirse en la segunda defensora de la Amazon¨ªa peruana condecorada con el Premio Goldman, o ¡®Nobel Verde¡¯, el cual se suma al galard¨®n de derechos humanos que Francia y Alemania le otorgaron en 2019.
¡°A veces la gente piensa que sin hacer nada gan¨¦ estos premios, pero no es as¨ª¡±, lamenta en una llamada telef¨®nica. ¡°Tuve que abandonar un a?o completo a mi familia para desplazarme a las comunidades o a la ciudad a reunirme con los pol¨ªticos¡±, remarca. De hecho, cuando asumi¨® la presidencia de esta federaci¨®n, esperaba a Cielo, la menor de sus cinco hijos. ¡°A los nueve d¨ªas de nacida a mi ni?a la hice andar de viaje por todas partes¡±.
Aunque en esa ajetreada carrera convenci¨® a 23 de las 29 comunidades aleda?as de la creaci¨®n del parque nacional y obtuvo el respaldo de siete organizaciones ind¨ªgenas, tambi¨¦n se top¨® con la oposici¨®n de algunos dirigentes. ¡°Fue un baldazo de agua fr¨ªa, porque al final ten¨ªan intereses personales y les ganaba el ego¨ªsmo. Algunos hasta se hab¨ªan unido con los se?ores que trabajan en la miner¨ªa y la coca ilegal. Ellos quer¨ªan entrar a mis comunidades y tuve amenazas para que no me siguiera metiendo en el tema¡±.
Quienes defienden la Amazon¨ªa como Chicaje est¨¢n sometidos a este tipo de intimidaciones para que cesen en su lucha. En lo que va de la pandemia en Per¨², al menos ocho defensores ambientales han sido asesinados, siendo la mayor¨ªa ind¨ªgenas. Al hablar de las amenazas que recib¨ªa, la activista bora evoca la valent¨ªa de Benjam¨ªn Rodr¨ªguez, l¨ªder ocaina con quien fue nominada al mismo galard¨®n, pero falleci¨® en julio del a?o pasado de covid-19. ¡°Fue una persona muy importante para m¨ª porque cuando nos amenazaban dec¨ªa: ¡®Sea lo que sea voy a morir siendo un l¨ªder, voy a descansar defendiendo los derechos de nuestros pueblos y sus territorios¡±, recuerda. ¡°Siempre voy a tener en mi mente su fuerza y su convicci¨®n, porque eso me inspir¨® a ser m¨¢s fuerte¡±.
Pero para defender con esa misma convicci¨®n este territorio, primero hay que entenderlo. ¡°Muchas veces nosotros mismos no sabemos a qu¨¦ nivel nos afecta su destrucci¨®n¡±, recalca Chicaje. ¡°No podemos volver atr¨¢s 10 o 15 a?os cuando se estaban deforestando estos bosques, porque necesitamos su naturaleza para tener un aire puro, agua limpia y no contaminarnos¡±.
El Parque Nacional de Yaguas es el lugar m¨¢s diverso en peces de agua dulce de Per¨², albergando casi dos tercios de las especies que existen en el pa¨ªs. Tambi¨¦n atesora m¨¢s de 3.000 especies de plantas, 500 de aves y 160 de mam¨ªferos
Si bien el Parque Nacional de Yaguas no est¨¢ habitado por comunidades, este ofrece beneficios irremplazables para las m¨¢s cercanas. Seg¨²n un inventario del Field Museum de Chicago, este es el lugar m¨¢s diverso en peces de agua dulce de Per¨², albergando casi dos tercios de las especies que existen en el pa¨ªs que aseguran la alimentaci¨®n de las poblaciones. Adem¨¢s es h¨¢bitat de m¨¢s de 3.000 especies de plantas, 500 de aves y 160 de mam¨ªferos, incluyendo algunas est¨¢n en peligro de extinci¨®n como la nutria gigante. Por si fuera poco, abundan las turberas, un tipo particular de humedales, que lo posicionan entre las 10 reservas forestales que almacenan m¨¢s carbono en el pa¨ªs.
Sin embargo, el inmenso valor de este basti¨®n natural era ignorado por aquellos que toman las decisiones desde Lima. ¡°Cuando ¨ªbamos a la capital a hablar con los congresistas ve¨ªas que definitivamente desconoc¨ªan. Nosotros ten¨ªamos que caminar con nuestros mapas para decirles: mira aqu¨ª estamos nosotros y aqu¨ª no tenemos presencia del Estado. ?Qu¨¦ pasa?¡±.
Para acabar con ese desconocimiento, cient¨ªficos y ONGs dejaron evidencia de lo que estaba en juego en esta ¨¢rea, en particular, en t¨¦rminos econ¨®micos. Seg¨²n c¨¢lculos de la Fundaci¨®n Conservaci¨®n Estrat¨¦gica, por ejemplo la miner¨ªa y tala ilegales que operaban all¨ª, iban a afectar 157.067 hect¨¢reas en los pr¨®ximos 20 a?os. Al contrario, el Parque Nacional traer¨ªa beneficios que superar¨ªan los 20 millones de soles (4,2 millones de euros) en el mismo periodo. Tambi¨¦n evitar¨ªa que se perdieran alrededor de 1,5 millones de toneladas de carbono en las pr¨®ximas dos d¨¦cadas, equivalentes a 8,3 millones de soles (1,7 millones de euros).
Los frutos de esta apuesta ya se est¨¢n viendo. A tres a?os de su creaci¨®n, el Parque Nacional de Yaguas conserva intactos el 100% de sus bosques tropicales, seg¨²n el Gobierno peruano. Hace unos meses, Chicaje pudo sobrevolarlo en avioneta. ¡°Me alegr¨® mucho el coraz¨®n. Yo hablaba sobre este lugar por las historias de mis ancestros, pero cuando hice este sobrevuelo comprob¨¦ que es un espacio tan hermoso, con tantos h¨¢bitats que hoy en d¨ªa van aumentando. Estoy orgullosa y contenta porque el esfuerzo que hicimos no fue en vano. Defender nuestros bosques es para toda la vida¡±.
A pesar de que ahora dirige una cooperativa de mujeres que producen y procesan yuca y ya no preside la federaci¨®n, Chicaje sigue firme en la defensa de los derechos ind¨ªgenas y abogando por un mayor entendimiento entre sus comunidades. ¡°Mi lucha es para que ya no exista m¨¢s separaci¨®n entre compa?eros ind¨ªgenas. Para que entendamos porqu¨¦ es importante cuidar juntos este bosque¡±.
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