El Acuerdo de Escaz¨² entra en vigor para frenar los asesinatos de ecologistas en Latinoam¨¦rica
El tratado, logrado tras a?os de negociaciones y con grandes ausencias como Colombia o Brasil, obliga a los pa¨ªses a proteger a los defensores del medio ambiente
Berta C¨¢ceres, Isidro Baldenegro, Cristina Bautista. Paulo Paulino Guajajara, Yolanda Maturana, Homero G¨®mez. La macabra y larga lista de l¨ªderes medioambientales asesinados en Latinoam¨¦rica ha forzado a la regi¨®n a impulsar un tratado que, por primera vez, obliga a protegerlos. Despu¨¦s de a?os de negociaciones y pese a la ausencia de importantes pa¨ªses como Colombia, Brasil o Chile, el Acuerdo de Escaz¨² ha entrado en vigor este jueves.
El tratado tiene el potencial de revertir la espiral de violencia contra los ecologistas que ha convertido a Am¨¦rica Latina en la regi¨®n con mayor mortalidad del mundo para ellos. Pero tambi¨¦n corre el riesgo de convertirse en papel mojado si los 12 pa¨ªses que lo han ratificado, entre ellos Argentina y M¨¦xico, no toman las medidas necesarias para implementarlo. De ser as¨ª, teme la defensora del medio ambiente mexicana Leydy Pech, este d¨ªa ser¨¢ una simple fotograf¨ªa para el recuerdo.
¡°Hay muchos intereses en la ocupaci¨®n de los territorios de los pueblos ind¨ªgenas. No podemos decir: el acuerdo ya est¨¢ y mi problema est¨¢ solucionado. Hay que trabajar para que se traduzca en una realidad¡±, dice esta aguerrida apicultora maya, reconocida el a?o pasado con el Premio Goldman, el Nobel del medio ambiente. Pech ha vivido en carne propia lo que es tener tratados y leyes de su lado que se violan impunemente.
Su lucha por frenar la siembra de soja transg¨¦nica de Monsanto en Campeche consigui¨® en 2015 una victoria sin precedentes en los tribunales, que llev¨® a la cancelaci¨®n de los contratos del gigante agroqu¨ªmico en siete Estados del pa¨ªs. Sin embargo, ese tipo de cultivos se sigue sembrando de forma ilegal junto a sus comunidades. ¡°?Qu¨¦ est¨¢ faltando? ?Por qu¨¦ siguen sembrando? ?D¨®nde est¨¢n estos vac¨ªos?¡±, se pregunta. ¡°Eso mismo podr¨ªa suceder con el Acuerdo de Escaz¨²¡±.
En una de las regiones m¨¢s biodiversas del mundo, repleta de problem¨¢ticas socioambientales, Escaz¨² se enfrenta a un reto may¨²sculo. El texto no solo busca proteger a los defensores ambientales, sino reducir los conflictos al exigir tanto a empresas privadas como a gobiernos que permitan el acceso a la informaci¨®n y la participaci¨®n p¨²blica en cualquier proyecto que pueda tener un impacto sobre el medio ambiente.
Si bien el camino para su implementaci¨®n ser¨¢ un reto, tanto Pech como las organizaciones de la sociedad civil que impulsaron el tratado aplauden que se haya logrado su entrada en vigor. ¡°Es una celebraci¨®n incompleta, en construcci¨®n, pero lo importante es que sucede, porque bien hubiera podido ser que no se hubiera celebrado nada¡±, dice Astrid Puentes, codirectora de la Asociaci¨®n Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).
El acuerdo empez¨® a perfilarse en 2012 y las negociaciones duraron seis a?os. Puentes recuerda c¨®mo la cl¨¢usula que exige proteger a los ambientalistas estuvo a punto de no ser incluida en el texto por la reticencia de algunos pa¨ªses. Sin embargo, la indignaci¨®n que caus¨® el asesinato de Berta C¨¢ceres en Honduras logr¨® la presi¨®n necesaria para que se incorporase. El tortuoso camino hasta la entrada en vigor continu¨® con las ratificaciones en los congresos.
¡°Hubo toda una iniciativa a nivel regional de sectores industriales y privados para meter ruido. Se han dicho muchas mentiras del Acuerdo de Escaz¨², como que incluye derechos nuevos que van a impedir el desarrollo¡±, lamenta. Eso fue lo que ocurri¨® en casos tan llamativos como los de Chile, Per¨² y Costa Rica, que pasaron de ser los impulsores del tratado a no ratificarlo. De hecho, de los 24 pa¨ªses que firmaron Escaz¨², tan solo 12 lo han aprobado en sus congresos.
Alicia B¨¢rcena, secretaria ejecutiva de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (CEPAL) de la ONU, reconoce que existe ¡°un temor entre algunas empresas en la regi¨®n¡± por el acuerdo. ¡°Pero no deber¨ªan tenerlo, porque una mejor econom¨ªa se construye con transparencia e informaci¨®n a la poblaci¨®n. Un proyecto tiene mejor rendimiento si se hace con el acuerdo de las comunidades¡±.
Entre los pa¨ªses que faltan por sumarse al pacto destacan Colombia y Brasil, que precisamente lideran la lista de asesinatos a ecologistas en la regi¨®n. B¨¢rcena espera que la entrada en vigor del texto sea un ¡°llamado¡± que impulse a m¨¢s pa¨ªses a ratificarlo y logre cobrar la fuerza necesaria para poner un alto al drama que viven los l¨ªderes ambientales en Latinoam¨¦rica.
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