Francia M¨¢rquez: ¡°Colombia es un pa¨ªs que condena y extermina a quienes piensan diferente¡±
La ambientalista colombiana, v¨ªctima constante de amenazas, reclama atenci¨®n del Estado y se?ala al modelo econ¨®mico como detonador de la violencia que vive su pa¨ªs
La ambientalista colombiana Francia M¨¢rquez no le tiene miedo a nada. Se ha enfrentado a las multinacionales que han querido entrar a los territorios de ind¨ªgenas y afrodescendientes, a los grupos criminales que han intentado desplazar a su comunidad con la miner¨ªa ilegal y a los pol¨ªticos que se han negado a reconocer el abandono en el que por a?os han dejado a su pueblo Su¨¢rez (Cauca), en el Pac¨ªfico colombiano. Es una l¨ªder afro que en los ¨²ltimos 12 a?os ¡ªtiene 39¡ª aprendi¨® a vivir amenazada sin que la justicia se preocupe por investigar qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de los hostigamientos. Ha sido atacada con armas y granadas, acosada con llamadas y mensajes a su tel¨¦fono. ¡°Ni siquiera entreg¨¢ndoles a las autoridades los n¨²meros de los que me han amenazado han hecho algo. Tienen todo para investigar, pero no hacen nada¡±, lamenta por Zoom.
Su lucha por proteger el territorio le ha costado amenazas, pero tambi¨¦n le ha dado reconocimientos. En 2018, le dieron el premio Goldman, el m¨¢s importante para los ambientalistas. M¨¢rquez dice que lo mejor de haberlo recibido fue la posibilidad de hablar afuera de lo que pasa en Colombia. ¡°A muchos defensores, cuando no hay garant¨ªas ac¨¢, solo nos queda la comunidad internacional, que adem¨¢s tambi¨¦n tiene responsabilidad. El destierro que vivimos tambi¨¦n viene de afuera, de las multinacionales¡±. Francia M¨¢rquez lidera desde el a?o pasado el Consejo Nacional de Paz y tiene aspiraciones presidenciales. Dice que a la pol¨ªtica colombiana le hace falta mujeres que transgredan el establecimiento ¡°patriarcal, racista y clasista¡±.
Pregunta. ?A qu¨¦ se enfrenta un ambientalista en Colombia?
Respuesta. A la muerte. Colombia tiene el r¨¦cord mundial de asesinatos a l¨ªderes ambientales. Nos enfrentamos a un Estado mezquino dirigido por personas que no quieren ceder en sus privilegios, a un pa¨ªs que condena y extermina a quien piensa diferente. Eso es lo que ha hecho que muchos territorios, a pesar del fin del conflicto [armado con las FARC], sigan ba?ados en sangre y que haya pueblos convertidos en fosas comunes. Es un pa¨ªs con profundas cicatrices que solo puede sanar si le da espacio a las mujeres, a los j¨®venes, a las comunidades que creemos en la paz. Si miramos el mapa electoral encontramos que la mayor¨ªa de la gente que busca una alternativa pol¨ªtica es la que m¨¢s ha sufrido la violencia. A ellos los tenemos que escuchar.
P. Usted lidera el Consejo Nacional de Paz. ?C¨®mo ve la implementaci¨®n del acuerdo con el que se pretend¨ªa poner fin a un conflicto de m¨¢s de 50 a?os?
R. Las comunidades quieren la paz, creen que el di¨¢logo es la herramienta m¨¢s poderosa que tenemos como naci¨®n herida para cuidarnos, para aprendernos a reconocer. Lo triste es que no todos los que hacen parte de este acuerdo quieren lo mismo y al final del d¨ªa seguimos siendo enemigos entre nosotros mismos. Cuando un Gobierno no tiene una voluntad pol¨ªtica real para buscar una salida negociada al conflicto va a seguir usando la confrontaci¨®n armada, a pesar de que m¨¢s de 50 a?os nos han demostrado que no sirve para nada, aparte de desplazar comunidades, de violar derechos humanos.
P. A pesar de los llamados al Gobierno para que se garantice la protecci¨®n de los defensores de derechos humanos y l¨ªderes ambientales nada cambia. ?Qu¨¦ ha faltado para que los volteen a mirar y atiendan a sus s¨²plicas?
R. Hay una institucionalidad corrupta que es c¨®mplice de las violencias que vivimos. Hay un v¨ªnculo entre la violencia armada y el modelo de desarrollo econ¨®mico, eso hace que Colombia sea el pa¨ªs con m¨¢s l¨ªderes ambientales asesinados. No hay posibilidades de acceder a la justicia y cuando lo logramos es lenta e ineficaz. La impunidad frente a los asesinatos de l¨ªderes en Colombia es un premio a sus victimarios.
P. Usted ha sido perseguida, ha sufrido varios atentados, ha sido v¨ªctima de desplazamiento. ?Ha pensado ¡ªcomo tantos colombianos amenazados¡ª en buscar refugio fuera del pa¨ªs?
R. Lo he intentado, pero irme ser¨ªa otra forma de morir. Ac¨¢ tengo mi ombligo sembrado, crec¨ª en una comunidad que me ense?¨® a pensar en colectivo, no me podr¨ªa alejar. A pesar de todo creo que hay esperanzas, este pa¨ªs puede ser un lugar en el que se pueda vivir. Quiero atreverme a desafiar la pol¨ªtica de muerte que ha gobernado y trabajar para que cambie.
P. Por eso aspira a la presidencia.
R. Creo que es momento de pasar la p¨¢gina de las injusticias raciales y de g¨¦nero. Se nos dijo que la pol¨ªtica era para los hombres y las labores de la casa para las mujeres, pero tenemos que romper con eso. Aunque, aclaro, no basta con ser mujer para lograrlo, ya hemos visto que tener una vicepresidenta no significa que est¨¦ ah¨ª para representarnos o para erradicar las violencias de las que somos v¨ªctimas. Las mujeres tambi¨¦n han servido al establecimiento para fortalecer una pol¨ªtica patriarcal, racista y clasista. Yo crec¨ª en un contexto en el que mi mam¨¢ perdi¨® las huellas por lavar a mano la ropa de mujeres que no eran conscientes del maltrato al que somet¨ªan a otras. Como mujeres negras y empobrecidas hemos experimentado una violencia diferente. Cada vez somos m¨¢s conscientes de eso. En las regiones hay muchas mujeres queriendo empujar un cambio, haciendo algo para que este pa¨ªs est¨¦ mejor.
P. ?Cu¨¢les cree que son las urgencias que hay que atender ¡ªadem¨¢s de que protejan a los l¨ªderes¡ª en materia ambiental en Colombia?
R. Es urgente un cambio del modelo extractivista al modelo sustentable, que se priorice el acceso a los alimentos, hay que fortalecer la producci¨®n agr¨ªcola. Tenemos tierra para producir y hay gente con hambre, que solo puede comer una vez al d¨ªa. Tambi¨¦n hay que hacer un cambio en la pol¨ªtica antidrogas y prohibicionista, ayudar a las comunidades para que se integren en los procesos de sustituci¨®n de cultivos il¨ªcitos, que les permitan a los campesinos acceder a las licencias para producir cannabis, porque finalmente han sido ellos los que han sufrido las consecuencias de las pol¨ªticas contra el narcotr¨¢fico.
P. Hace unos d¨ªas le envi¨® una carta a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en la que destacaba la importancia de redireccionar los recursos que ese pa¨ªs destina a la pol¨ªtica antidrogas en Colombia. ?Qu¨¦ espera del Gobierno de Estados Unidos frente a este tema?
R. Estados Unidos ha patrocinado una pol¨ªtica que ha generado violaciones a los derechos humanos. El prohibicionismo solo ha servido para empeorar la crisis humanitaria y el conflicto en este pa¨ªs. Le escrib¨ª a la vicepresidenta con el deseo de que nos escuchen. Aunque venimos de contextos diferentes, como mujeres negras nos une que venimos de hombres y mujeres que fueron esclavizados, yo espero que se sensibilice ante lo que estamos viviendo en Colombia y que Estados Unidos, con la influencia que tiene en este pa¨ªs, empuje hacia un cambio, empezando por la pol¨ªtica antidrogas.
"Nos asesinan todos los d¨ªas"
En el escrito que Francia M¨¢rquez le envi¨® a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, le habla de la necesidad de enfocar los recursos econ¨®micos que Estados Unidos destina a Colombia en ¡°apoyar a las comunidades que desde su autonom¨ªa han decidido que en sus territorios no se siembra coca, a pesar de las presiones de los grupos armados¡±. Tambi¨¦n describe la persecuci¨®n que viven los l¨ªderes sociales en Colombia: "Como afrocolombianos, ind¨ªgenas y campesinos empobrecidos (...) nos han impuesto el conflicto armado, la pol¨ªtica de muerte, las violencias de g¨¦nero mayoritariamente padecidas por las mujeres y j¨®venes negros. El racismo estructural mantiene sus rodillas en nuestros cuellos. No nos dejan respirar. Nos asesinan todos los d¨ªas".
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