¡°Criminalizar es la forma en la que Guatemala persigue a los pueblos ind¨ªgenas¡±
Bernardo Caal Xol, maestro de profesi¨®n y l¨ªder del pueblo q¡¯qeqch¨ª, defensor de los r¨ªos frente a las grandes obras hidroel¨¦ctricas, acaba de salir de prisi¨®n tras cumplir la mitad de una pena de siete a?os, a la que fue condenado por robar materiales de construcci¨®n
Cuatro a?os y dos meses, un total de 1.520 d¨ªas encerrado en una c¨¢rcel que no cumple ni de lejos con unas condiciones m¨ªnimas. Jornada tras jornada de encierro, consciente de que el ¨²nico objetivo de los tribunales ha sido callarle. Sin embargo, el guatemalteco Bernardo Caal Xol no ha cesado ni un momento de denunciar el expolio del agua de su pueblo maya. El l¨ªder indigenista del pueblo q¡¯eqch¨ª acaba de salir de un centro penitenciario en Cob¨¢n (Alta Verapaz) tras cuatro a?os. Ha cumplido la mitad de una condena de siete a?os y cuatro meses de c¨¢rcel que se dict¨® con pruebas tan endebles que su juicio fue denunciado p¨²blicamente por sus irregularidades por un grupo de trabajo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Ahora su salida se debe a una reducci¨®n de la pena obligada por ley, no porque haya sido invalidada.
Maestro de profesi¨®n y activista contra las hidroel¨¦ctricas por vocaci¨®n, su nombre ha salido de entre las cuatro paredes donde estuvo encerrado para alcanzar los grandes medios del mundo, desde la BBC a The Washington Post, entre otros. Caal acusa de ¡°corrupto¡± al sistema judicial en Guatemala, pues denuncia que est¨¢ demasiado cerca del poder pol¨ªtico y empresarial.
Caal hab¨ªa denunciado judicialmente a la hidroel¨¦ctrica Oxec (en Alta Verapaz) por sus planes de explotaci¨®n del r¨ªo de ese mismo nombre que es afluente del Cahab¨®n, con lo que logr¨® parar la obra proyectada all¨ª por un tiempo. M¨¢s adelante, tambi¨¦n se opuso p¨²blicamente al mayor proyecto hidroel¨¦ctrico de Guatemala, de la hidroel¨¦ctrica Renace, junto a un tramo del r¨ªo Cahab¨®n en el que viven aproximadamente 30.000 personas. La obra hab¨ªa sido encargada al espa?ol Grupo Cobra.
Tras una campa?a de acoso y derribo en redes sociales y medios de comunicaci¨®n, lleg¨® la criminalizaci¨®n, denuncian sus abogados. En enero de 2018, el l¨ªder ind¨ªgena fue detenido, acusado de un robo de material y de la retenci¨®n de varios trabajadores de una empresa subsidiaria de Oxec, hechos que hab¨ªan ocurrido tres a?os antes. La acusaci¨®n se fundament¨® en los testimonios de aquellos obreros y, finalmente, Bernardo Caal fue condenado a finales de 2018 a siete a?os y cuatro meses de prisi¨®n.
Ning¨²n recurso logr¨® en estos a?os su puesta en libertad. Hasta 69 magistrados se fueron pasando los recursos que plante¨® su defensa, sin ¨¦xito y pese al creciente apoyo de organizaciones internacionales, desde grandes ONG como Amnist¨ªa Internacional o Greenpeace, hasta las Naciones Unidas: la relatora especial de derechos de los pueblos ind¨ªgenas de la ONU expres¨® su preocupaci¨®n por esta condena tras visitarle en la c¨¢rcel.
En los cuatro a?os y dos meses que ha pasado encerrado, la familia del activista ha recogido reconocimientos en Europa y sus abogados han batallado para invalidar una sentencia que ahora sigue pendiente de un recurso ante la Corte Constitucional guatemalteca. Nada m¨¢s salir, Caal se dirigi¨® hacia su pueblo, en la comunidad de Santa Mar¨ªa de Cahab¨®n, acompa?ado de su familia. En el trayecto fue parando para saludar a quienes habitan las orillas del r¨ªo hom¨®nimo, asentamiento humano desde tiempos remotos y de gran valor ambiental. Uno de los 15 r¨ªos m¨¢s hermosos del mundo, seg¨²n public¨® la CNN en 2013. Hoy, el l¨ªder q¡¯eqch¨ª sigue denunciando que sus aguas han sido ¡°secuestradas¡± por las dos hidroel¨¦ctricas para producir una energ¨ªa el¨¦ctrica que no se queda en el territorio donde se produce, precisamente en una de las zonas con m¨¢s pobreza del pa¨ªs.
Quiero dar a conocer mi experiencia de criminalizaci¨®n en las comunidades, que se sepa c¨®mo funciona este Gobierno y denunciar los atropellos a los derechos humanos
Caal responde, ahora desde su libertad, por tel¨¦fono. Una tos oscura y rasposa interrumpe de cuando en cuando sus respuestas¡
Pregunta: ?C¨®mo se encuentra?
Respuesta: Muy contento, pero a¨²n estoy adapt¨¢ndome a tanto espacio en libertad. Los cuatro a?os se hicieron largos. Estoy pendiente de hacer un chequeo m¨¦dico y psicol¨®gico para tratar los impactos que he sufrido. Afortunadamente, me llegaban mensajes de que muchas personas ped¨ªan mi libertad.
Lo que han hecho conmigo es criminalizarme, que es la forma de actuar del Estado de Guatemala para perseguir a los pueblos originarios de mi pa¨ªs. Me acusaron de robar unos materiales de la obra. A ver: ?para qu¨¦ iba yo a robar unos cables, si soy maestro? Es totalmente absurdo. Durante este tiempo s¨ª que estuve informado, por las visitas, de lo que ocurr¨ªa fuera, de las movilizaciones nacionales y fuera del pa¨ªs. Yo contestaba con cartas manuscritas que se hac¨ªan p¨²blicas. Ahora tengo que superar las secuelas f¨ªsicas y psicol¨®gicas, porque las hay. Lo mejor desde que he salido ha sido el recibimiento en las comunidades q¡¯eqch¨ªes que visit¨¦ de camino desde Cob¨¢n hasta mi comunidad.
P: ?C¨®mo son las condiciones en la c¨¢rcel?
R: En realidad, me han tenido m¨¢s de cuatro a?os en un centro penitenciario de preventivos, que es para cuando no hay una condena y, por tanto, sin espacio y sin recursos de ning¨²n tipo. Compart¨ª mi celda con otras 150 personas, hacinados. Como comenz¨® la pandemia, durante ocho meses nos tuvieron encerrados, sin salir ni siquiera al patio a dar una vuelta o a ver el sol. Fue muy duro. Tampoco se recib¨ªan visitas. De hecho, ya no las hubo hasta mi salida. En una c¨¢rcel no preventiva habr¨ªa tenido m¨¢s espacio. Pero era un lugar superpoblado, insalubre, con p¨¦simas condiciones para hacer sufrir a las personas. Adem¨¢s, ten¨ªa que convivir con delincuentes que s¨ª que hab¨ªan cometido cr¨ªmenes.
P: ?Qu¨¦ sinti¨® al salir?
R: Alegr¨ªa y mucha emoci¨®n, pero no olvido que no sal¨ª porque el Estado de Guatemala rectificara y reconociera mi inocencia, sino porque la ley obliga a la reducci¨®n de la pena. A¨²n sigo a la espera del recurso que plantearon mis abogados ante la Corte Constitucional y, si se rechaza, acudiremos a la Corte Interamericana y a otras instancias internacionales.
P: ?Hab¨ªa m¨¢s compa?eros defensores de derechos con usted en prisi¨®n?
R: S¨ª, hab¨ªa otros cinco donde yo estaba, en Cob¨¢n. Tambi¨¦n fueron acusados de delitos falsos por defender sus territorios. Ellos prefieren mantenerse en el anonimato, pero est¨¢n ah¨ª y me pidieron que tambi¨¦n luche por su libertad.
P: ?C¨®mo se ha encontrado el r¨ªo Cahab¨®n?
R: Con las siete hidroel¨¦ctricas ¨Ccuatro fases de Renace y dos de Oxec¨C funcionando. Y hay m¨¢s en otros r¨ªos de mi pa¨ªs, todas concedidas de forma corrupta y sin realizar una consulta a los pueblos ind¨ªgenas, como marca el Convenio 169 de la OIT. En el r¨ªo Oxec, la empresa pag¨® a 11 comunidades para tener su permiso, que es otra manera de corromper.
En cuatro a?os, nada cambi¨® a mejor, si acaso a peor, porque los jueces independientes se han ido del pa¨ªs. Da la sensaci¨®n de que al Estado ya ni le preocupa su imagen internacional, tras la expulsi¨®n de la Comisi¨®n Internacional Contra la Impunidad en Guatemala en 2019. Y luego est¨¢ la responsabilidad de las empresas, algunas extranjeras y muy poderosas, como la espa?ola ACS, que hacen negocios en este ambiente corrupto.
P: ?Qu¨¦ planes tiene?
R: Ya no puedo seguir ejerciendo de maestro, pero s¨ª luchando por los derechos de mi pueblo q¡¯qech¨ª. Ahora, descansar¨¦ con mi familia un tiempo y me recuperar¨¦ f¨ªsicamente, pero luego quiero dar a conocer mi experiencia de criminalizaci¨®n en las comunidades, que se sepa c¨®mo funciona este Gobierno y denunciar los atropellos a los derechos humanos. Me llena de energ¨ªa ver tanta injusticia y tambi¨¦n pensar en los compa?eros que siguen encarcelados con sentencias de hasta 30 a?os. No me puedo quedar callado. Y quiero aprovechar para agradecer a todo el mundo que me ha apoyado, que firm¨® por mi libertad, que se moviliz¨® y no se olvid¨® de que estaba preso, que compartieron mis cartas manuscritas. Todos me han acompa?ado mucho en esos a?os. Gracias.
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