Crecer y abrirse paso en un suburbio de Cali a trav¨¦s del rap y el teatro
En los escenarios y a trav¨¦s de sus letras reivindicativas, los j¨®venes de la comuna 1, uno de los barrios m¨¢s estigmatizados de la ciudad colombiana, denuncian la pobreza, la exclusi¨®n social, la homofobia y la falta de oportunidades que los convirti¨® en protagonistas del paro nacional de hace un a?o
Escrib¨ªa el ensayista y novelista argentino Ernesto S¨¢bato en su libro La resistencia que el ser humano sabe hacer de los obst¨¢culos nuevos caminos, porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer. La grieta para abrirse paso que han encontrado los raperos Andr¨¦s Mauricio Acosta El Poeta y Alejo Arias, dos de los 10 componentes del colectivo West Cream Klan, se cuela en forma de rimas y m¨²sica a trav¨¦s de uno de los altavoces de la que llaman la habitaci¨®n del p¨¢nico, una peque?a estancia recubierta de una fila de paneles ac¨²sticos para insonorizar, con un sencillo escritorio y silla de despacho, un sof¨¢ rojo a juego con las cortinas, un micro de pie y un ordenador que hace las labores de mesa de mezclas.
Aqu¨ª la banda de rap y hip hop ha establecido su centro de operaciones y estudio de grabaci¨®n. ¡°Somos un crew incidente en lo social / y as¨ª respaldan nuestras palabras y las malas energ¨ªa / siempre dando fire. / Humildemente criado en esta selva de concreto / entre la calle y la academia / forj¨¦ mi criterio, rap expiro e inspiro¡¡±, canta contundente Acosta, vestido con pantal¨®n, camiseta y gorra negra frente al micro, en este espacio creativo que es el s¨®tano de un edificio de Palmas II, uno de los barrios de la comuna 1, en Cali.
La comuna 1 se asienta en una de las laderas que rodean a la ciudad de Cali, en la regi¨®n colombiana del Valle del Cauca, entre las cuencas de los r¨ªos Cali y Aguacatal. En este distrito cale?o, de calles bulliciosas, a las que no llegan los autobuses y por las que transitan los jeepetos (un popular medio de transporte p¨²blico en Colombia), las casas edificadas se salpican y amontonan en la loma sin orden ni concierto urban¨ªstico, a primera vista; en ella habitan 105.000 personas, una amalgama de poblaci¨®n venida desde los a?os 60 del siglo pasado desde Nari?o, otras zonas del Pac¨ªfico colombiano y migrantes de Venezuela.
Estos suburbios, de los que Cali tiene 21, suelen nacer de barrios de invasi¨®n, asentamientos ilegales, es decir, terrenos ocupados por grupos de personas que buscan un futuro mejor en la ciudad y lejos de la guerra que ha azotado durante d¨¦cadas a Colombia. Sus habitantes viven en la pobreza, en ocasiones extrema, y una gran mayor¨ªa son de clase social baja. En esta comuna, la poblaci¨®n se reparte principalmente entre dos de los cinco barrios que conforman esta zona de la tercera ciudad m¨¢s poblada del pa¨ªs: 25.000 de ellos viven entre Terr¨®n Colorado y Vistahermosa, el barrio donde naci¨® Acosta.
¡°La m¨²sica se ha convertido en la herramienta pedag¨®gica con la que yo trabajo ac¨¢¡±, explica el rapero y tambi¨¦n bibliotecario p¨²blico de Vistahermosa, de 33 a?os, sentado en el estudio de grabaci¨®n junto a Arias, uno de sus compa?eros de rimas en West Cream Klan. Pero este trabajo ¡°con y por la comunidad¡± en el caso de Acosta, tambi¨¦n apodado El Poeta, viene de lejos. Con apenas cinco a?os, acompa?aba a su abuela materna, Aura Emilia Joaqui Buitron, l¨ªder del barrio, a las reuniones con los vecinos y desempe?ar labores sociales y a partir de los 15 empez¨® a involucrarse en procesos de liderazgo juvenil. ¡°Me sent¨ªa muy a gusto haci¨¦ndolo¡±, recuerda.
La escritura siempre estuvo presente en la vida de Acosta, y el rap lleg¨® m¨¢s tarde, alrededor de los 16 a?os, cuando la timidez le dej¨® cantar sus propias creaciones, y despu¨¦s de seguir la estela de otros grupos de hip hop que tambi¨¦n nacer¨ªan en la comuna, como New School. De una manera progresiva, fue tomando el relevo de su abuela como l¨ªder comunitario. Y desde 2019, forma parte de West Cream, es el fot¨®grafo de la banda y participa en un taller para entrenar el freestyle, que se celebran las tardes de los martes y jueves, donde cualquiera del barrio puede acercarse, para luego participar en las batallas de gallos raperas que se celebran cada dos domingos del mes en las canchas de Villa del Mar, sitio tradicional de reuni¨®n para la formaci¨®n desde sus inicios.
Para Acosta, como para otros l¨ªderes sociales del distrito, la cultura se ha convertido en una de las palancas de cambio necesaria para el desarrollo de los j¨®venes que viven en barrios marginales como el suyo, en la que las oportunidades para avanzar brillan por su ausencia. El Departamento Administrativo Nacional de Estad¨ªstica en Colombia cifra en el 21% la tasa de desempleo de la poblaci¨®n entre los 15 y los 28 a?os, en un pa¨ªs donde habitan 12,53 millones de adolescentes. ¡°Estamos muy acostumbrados a que nos digan qu¨¦ debemos hacer y c¨®mo, y sobre todo a que nos limiten; pero yo soy una prueba viviente de que se puede llegar donde uno se proponga, aunque haya nacido en el barrio m¨¢s alto y pobre de esta comuna¡±, expresa el rapero orgulloso.
De esa reflexi¨®n naci¨® una canci¨®n que se llamar¨ªa Pensando con el alma y que cambiar¨ªa la ruta de sus letras. ¡°Hace a?os, conoc¨ª a una persona a la que nunca la voy a olvidar. Me ense?¨® que hab¨ªa grupos que hac¨ªan un rap con mensaje, raperos cristianos, que m¨¢s all¨¢ de su religi¨®n, ten¨ªan un prop¨®sito. Eso me cuestion¨® cu¨¢l era el m¨ªo, que yo, Andr¨¦s Mauricio Acosta, que estaba siendo muy duro con el Estado y la desigualdad entre clases sociales, qu¨¦ estaba haciendo por cambiar esa realidad¡±, argumenta El Poeta.
Andr¨¦s Mauricio Acosta, rapero de West Cream KlanEs importante que haya gente en el barrio que hagamos cultura, sacando a ¡®pelaos¡¯ de las calles, dando la oportunidad de creer en sus sue?os
A trav¨¦s de sus rimas reivindicativas, West Cream denuncia la pobreza, la exclusi¨®n social, la corrupci¨®n y la violencia que sufrieron sus integrantes y otros muchos de su generaci¨®n hace un a?o. Ellos, los j¨®venes, fueron protagonistas del paro nacional, encabezando las protestas sociales que se extendieron por todo el pa¨ªs en 2021, que dejaron m¨¢s de 80 muertos, y que en Cali tuvieron especial repercusi¨®n.
En Puerto Resistencia, el principal basti¨®n en la ciudad durante las protestas, los diez componentes del colectivo animaron a los j¨®venes a que protestaran y no le tuvieran miedo al Estado. ¡°Desde el 28 de abril, empezamos a hacer uso del derecho a manifestarnos y a hacer un bloqueo art¨ªstico, a trav¨¦s de la danza, el baile, la pintura . Y nosotros aportamos desde la base del rap y del hip hop¡±, explica Arias, de 28 a?os, que tambi¨¦n pertenece a la Uni¨®n de Resistencias Cali y a Portada Resiste, dos de los grupos m¨¢s activos durante el paro nacional. ¡°Llevamos 20 a?os de un gobierno de extrema derecha donde el continuismo es el que gobierna¡±, lamenta. Y desea que en las pr¨®ximas elecciones presidenciales, que celebran la primera vuelta este domingo 29 de mayo, se conviertan en el inicio de una nueva etapa.
¡°Mi rap se queja mucho de las diferencias entre clases sociales, pero mis letras tambi¨¦n hablan de la injusticia, la corrupci¨®n y el abismo o la brecha social que vivimos nosotros como colombianos¡±, explica Arias. ?l comenz¨® a cantar y respirar rap a los 12 a?os, a pesar de la oposici¨®n de sus padres, en Montebello, un corregimiento ¨Dmunicipio de extensi¨®n intermedia¨D frente a la comuna 1, donde descubri¨® que sus inquietudes y necesidades eran similares a las de Acosta.
De esas vivencias nacieron canciones como Barrio Adentro, que estrenar¨¢ videoclip el pr¨®ximo 21 de junio y que formar¨¢ parte del disco de West Cream, que tienen programado lanzar a finales de 2022. En ¨¦l, habr¨¢ letras con mensajes de protesta, pero tambi¨¦n esperanza e ilusi¨®n para la comuna 1, donde quieren poner en marcha una fundaci¨®n y un sello discogr¨¢fico para los nuevos talentos que nacen en el barrio. ¡°A veces nos enfocamos mucho en denunciar y en hablar de lo malo de ac¨¢, pero es que para eso ya est¨¢n los medios amarillistas que resaltan la violencia, la inseguridad, la falta de inversi¨®n¡ Por eso es importante que haya gente como nosotros, que estamos haciendo cultura, sacando a pelaos de las calles, d¨¢ndoles la oportunidad de creer en sus sue?os, de hacer m¨²sica para la gente; por eso son tan importantes las escuelas de salsa, la biblioteca, lugares que est¨¢n sembrando sue?os y esperanzas. Me he vuelto un embajador de la comuna, todo el tiempo estoy tocando puertas afuera y en diferentes proyectos, para hacer que la gente se enamore del barrio y quieran venir a conocerlo, para que vean que se puede aportar¡±, reflexiona Acosta.
El teatro como terapia
A cinco minutos del s¨®tano de las Palmas I, donde graban e improvisan Acosta y Arias, en la Unidad Recreativa Tory Castro, que pertenece al barrio de Terr¨®n Colorado, dentro de la comuna 1, el grupo teatral Arriba El Tel¨®n se re¨²ne para ensayar. Esteban Acevedo entra por la puerta de la sala m¨²ltiple, junto a la piscina ol¨ªmpica, donde esperan Yury Andrea Mar¨ªn, su profesora, y varios de sus compa?eros, tambi¨¦n actores. Antes de empezar los ensayos, el joven de 15 a?os se funde en un abrazo colectivo con Ana Valentina, Michael y Gregory. ¡°Al principio era muy esquivo con la gente, hasta con Yury. No dejaba que se me acercaran ni que me abrazasen. Llegu¨¦ aqu¨ª creyendo que me las sab¨ªa todas y pues no. Con el paso del tiempo me fui encari?ando y me dej¨¦ ense?ar¡±, recuerda Acevedo. ¡°Lleg¨® con una actitud a la defensiva. Hasta las cr¨ªticas constructivas se convert¨ªan, para ¨¦l, en un ataque¡±, rememora Mar¨ªn sobre la actitud del chico, antes de comenzar los primeros ejercicios de calentamiento con el grupo.
La grieta para renacer, de la que escrib¨ªa S¨¢bato, Esteban Acevedo la encontr¨® en el teatro. Este adolescente hab¨ªa probado a bailar salsa y otras disciplinas, y deportes, pero lo que verdaderamente le enganch¨® fue actuar. A los 13 su vida cambi¨®. Sali¨® del armario frente a su madre, abuela y dem¨¢s familia, a las que confes¨® que era gay, y encontr¨® un muro de incomprensi¨®n que el teatro ha logrado derribar. ¡°Actuar me da confianza y fuerzas para seguir d¨ªa a d¨ªa porque no soy una persona muy valiente, ni conf¨ªo mucho en m¨ª mismo¡±, reconoce.
Mar¨ªn sabe a lo que se enfrent¨® Acevedo cuando lleg¨® al grupo de teatro, recomendado por un amigo. Ella, tambi¨¦n vecina de la comuna 1, vivi¨® un proceso parecido con nueve a?os, cuando se uni¨® al grupo art¨ªstico que ahora dirige. Arriba El Tel¨®n se conform¨® por el Teatro Esquina Latina en 1987 en el marco del programa J¨®venes, Teatro y Comunidad (JTC) y asociado desde sus inicios a la Red Popular de Teatro de Cali. ¡°A nuestra comunidad llegan chicos y personas que han vivido la violencia, el desplazamiento de sus familias, la migraci¨®n desde Venezuela¡ Todas situaciones y experiencias muy fuertes para ellos. Llegar a un espacio donde reciben una acogida diferente, donde se sienten incluidos y que no importa si son ind¨ªgenas, afro, de otro pa¨ªs o de una orientaci¨®n sexual distinta, les hace que se quieran quedar y empezar de nuevo; y luchar contra esos miedos e inseguridades¡±, contextualiza la directora art¨ªstica.
En 2021, el grupo de teatro represent¨® Solo Tierra, una obra en la que se conjugan poes¨ªa y danza, y en la que se habla de los que buscan un nuevo horizonte y tierra, como la mayor¨ªa de habitantes de la comuna 1, pero la ignorancia, la xenofobia y la corrupci¨®n pol¨ªtica, les ofrecen indiferencia, humillaci¨®n y violencia.
Ayuda en Acci¨®n inici¨® el pasado octubre actividades en la comuna 1. As¨ª, han empezado a impartir talleres de apoyo psicosocial para ofrecer oportunidades y salidas laborales a la juventud que vive en el barrio, incluidos tres de los 23 integrantes de Arriba el Tel¨®n, que ensayan los jueves y los viernes. ¡°El teatro para nosotros es una excusa para llegar a la comunidad, porque nuestro inter¨¦s no es formar actores, actrices, profesionales¡. Si alguno de ellos se quiere finalmente dedicar a la interpretaci¨®n, genial, pero nosotros lo que queremos es darles todas las herramientas que posee un actor, de saber c¨®mo pararse en el escenario. Y as¨ª conseguimos dar a estos j¨®venes que han crecido y viven en este contexto vulnerable herramientas para que en cualquier escenario como un colegio o una universidad sepan c¨®mo enfrentarse a la vida¡±, explica Mar¨ªn, tambi¨¦n licenciada en psicolog¨ªa.
De este programa de Ayuda en Acci¨®n se han beneficiado 25 participantes de seis colectivos art¨ªsticos y culturales distintos, entre los que se encuentra Acevedo. ¡°Esa explosi¨®n que hubo en Cali, ese descontento social del paro nacional y esa falta de oportunidades para los j¨®venes, lo que nos mostraba es que necesit¨¢bamos que ellos volvieran a creer que pod¨ªan ser gestores de su propio desarrollo. As¨ª que decidimos darles herramientas para que ellos pudieran visibilizarse a trav¨¦s de procesos democr¨¢ticos y no violentos¡±, explica Patricia Rosales Espa?a, coordinadora de la ONG en el Valle del Cauca y Cauca. ¡°Enfocamos nuestro trabajo precisamente en visibilizar esas diferentes formas de ser joven en Cali. Analizamos la situaci¨®n y vimos que ten¨ªamos que centrarnos en su proyecto de vida¡±, a?ade.
Un proyecto de vida que Acevedo siempre pens¨® que ser¨ªa seguir la estela de su abuela y su madrina, las dos dedicadas a la enfermer¨ªa, pero que ahora no descarta que est¨¦ ligado a la defensa de los derechos humanos y la abogac¨ªa. Sin embargo, la lecci¨®n m¨¢s relevante que ha recibido del teatro, confiesa, no ha sido la de saber qu¨¦ futuro profesional quiere: ¡°Me ha ense?ado muchas cosas, pero lo m¨¢s importante creo que ha sido simplemente expresarme y hacer las cosas que a m¨ª me gustan porque me hacen sentir bien. Dejar atr¨¢s el miedo, ser yo mismo y no dejarme llevar por lo que piensan los dem¨¢s¡±.
Este reportaje se realizó con el apoyo de Ayuda en Acción y el proyecto 1Planet4All, financiado por la Unión Europea.
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