El reconocimiento al trabajo por la sanidad en ?frica refuerza la esperanza de salvar vidas
La entrega de premios de Anesvad en Bilbao afianza el compromiso con la salud de los ni?os y las mujeres africanas, e invita a replantear el porvenir del continente
Los esfuerzos para mejorar la sanidad en ?frica subsahariana crecen con el reconocimiento de quienes trabajan a la sombra por las comunidades. La Quinta de Almeida ser¨¢ el nombre de la casa para las mujeres en Bis¨¢u, capital de Guinea-Bis¨¢u, que F¨¢tima Djara pretende empezar a construir con los 30.000 euros del premio que obtuvo por parte de la ONG Anesvad, gracias a su labor en contra de la Mutilaci¨®n Genital Femenina (MFG). ¡°Estamos restaurando la dignidad de muchas mujeres y ni?as, que gracias a este premio van a tener la oportunidad de ser protagonistas de su historia y de sus vidas¡±, asegur¨® la activista durante la entrega del reconocimiento, en la noche de este mi¨¦rcoles en Bilbao.
¡°Hemos conseguido que se reduzca del 80 al 27% la mutilaci¨®n de ni?as entre cero y cuatro a?os¡±, agreg¨® Adriana Kaplan, directora de Wassu Gambia Kafo, organizaci¨®n que tambi¨¦n fue galardonada en la VII edici¨®n de los galardones de Anesvad, una fundaci¨®n que impulsa la sanidad en ?frica desde hace m¨¢s de medio siglo. Mientras sostiene la estatuilla tallada con la forma de la moringa, una planta indispensable en la medicina ancestral africana, Kaplan resalta que la lucha de WGK contin¨²a.¡°Seguimos trabajando para que quiz¨¢ en la pr¨®xima generaci¨®n hablemos de un abandono de la MFG¡±, concluy¨® la antrop¨®loga, confiada en un futuro distinto para las ni?as de Gambia.
Estos premios nos recuerdan que somos muchos quienes trabajamos por el desarrollo sostenible en contextos a los que nadie mira
Los fondos del premio tambi¨¦n contribuir¨¢n al trabajo de la ONG Aztivate, que fue reconocida por la labor de su cl¨ªnica pedi¨¢trica St. Martha, ubicada en Turkana, al norte de Kenia. ¡°Gracias en nombre de los ni?os de Turkana¡±, se?al¨® Javier Corbo, presidente de la organizaci¨®n, por medio de un mensaje telem¨¢tico. Garbi?e Biurrun, presidenta de Anesvad, destac¨® que los tres reconocimientos brindan esperanza a quienes velan por la salud de las comunidades africanas. ¡°Nos recuerdan que somos muchos quienes trabajamos por el desarrollo sostenible en contextos a los que nadie mira¡±, destac¨® Biurrum.
La ceremonia tambi¨¦n cont¨® con la presencia del alcalde de la Bilbao, ciudad en la que Anesvad empez¨® su labor. Juan Mari Albut¨® felicit¨® a los premiados e hizo un llamamiento a redoblar los esfuerzos de occidente en las zonas olvidadas de ?frica: ¡°La sostenibilidad de la que hablamos en el primer mundo implica reparar los da?os sociales, econ¨®micos y medioambientales, que dejaron cientos de a?os de desarrollismo y explotaci¨®n.¡±
Un espacio de reflexi¨®n de ?frica hacia el mundo
La ceremonia tambi¨¦n sirvi¨® de pretexto para entablar una conversaci¨®n sobre la mirada africana de la actualidad. En el coloquio Crisis olvidadas: perspectivas desde ?frica antes los cambios en la geopol¨ªtica global, Rosebell Kagumire, activista, escritora y editora ugandesa en African Feminism, y Jos¨¦ Naranjo, corresponsal de este medio en ?frica occidental desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, hablaron de los problemas y las expectativas del continente.
La guerra entre Rusia y Ucrania abri¨® la discusi¨®n. Kagumire y Naranjo coincidieron en las tr¨¢gicas consecuencias econ¨®micas que el conflicto supone para los hogares africanos, en los cada vez es m¨¢s dif¨ªcil acceder a los productos esenciales ante la subida de los precios. ¡°Una pastilla de jab¨®n que antes costaba cerca de dos d¨®lares en Uganda, ahora cuesta seis¡±, cuenta Kagumire, como ejemplo de esta problem¨¢tica.
Pese a la atenci¨®n que ha tenido el conflicto ucranio a nivel global, ambos ponentes abogaron a recordar las guerras que asolan a ?frica desde hace tiempo, y que avanzan en medio de la indiferencia global. ¡°Lo que hemos visto es que la guerra en Ucrania ha cambiado muchas cosas para la gente en Europa, pero para muchas personas en ?frica la guerra siempre ha sido una realidad¡±, sentenci¨® la activista.
¡°Hace poco estuve en Chad, en donde hay un conflicto activo que desencadena decenas de miles de desplazados. Algunos trabajadores del Programa Mundial de Alimentos me contaron que han tenido que reducir a la mitad la raci¨®n de ayuda alimentaria para los desplazados, debido a un cansancio de los donantes respecto a la crisis¡±, cont¨® Naranjo, quien ha cubierto las cat¨¢strofes de m¨²ltiples guerras en regi¨®n del Sahel, en la que se sit¨²a Chad. ¡°Desgraciadamente, parece que siempre hay otras crisis que se priorizan antes de las que se viven en ?frica¡±, lament¨® el periodista, que alert¨® sobre al menos 15 conflictos armados que atraviesa el continente en la actualidad.
En este sentido, Kagumire insisti¨® en que uno de los primeros pasos que debe dar la comunidad internacional para ayudar a ?frica es sacar las armas de sus territorios. ¡°Vivo en un pa¨ªs (Uganda) en el que un presidente lleva m¨¢s de 30 a?os. Ese presidente no dejar¨¢ el poder si la OTAN, Rusia, Estados Unidos y China, proveen armas a diario¡±, sentencia la mujer, quien insiste en que la ruta para el cambio es opuesta. ¡°La gente necesita comida, sanidad de calidad, innovaci¨®n para cambiar el mundo... No todas esas armas de guerra que se han puesto en el continente¡±, afirm¨® convencida.
Por ¨²ltimo, tanto Kagumire como Naranjo concordaron en que el mundo debe mirar a ?frica con otros ojos. ¡°Ahora, con todo esto de Rusia y Ucrania, quiz¨¢ sea la oportunidad de construir un nuevo orden en el que ?frica tenga la representaci¨®n que se merece¡±, indic¨® Naranjo. La escritora complement¨® esta idea con una premisa: ¡°La ayuda humanitaria no ser¨¢ el motor del futuro. Tenemos que poner la justicia en la mesa¡±. La ugandesa se cuestion¨® sobre el porvenir de los suyos si no se superan los paradigmas: ¡°?D¨®nde queda el futuro de las personas si no se toma a ?frica en serio?¡±
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.