Arqueolog¨ªa espa?ola en el Cuerno de ?frica: en busca de los or¨ªgenes del comercio internacional
Dos excavaciones lideradas por los investigadores Jorge De Torres y Alfredo Gonz¨¢lez-Ruibal en Yibuti revelan la actividad de dos ciudades del pa¨ªs como epicentro del intercambio de bienes desde hace siglos
El Cuerno de ?frica es una zona que generalmente asociamos a malas noticias: guerras, hambrunas, pobreza y terrorismo. Sin embargo, durante siglos fue uno de los n¨²cleos pol¨ªticos y sociales m¨¢s activos y complejos de ?frica, formando parte de redes comerciales que se extend¨ªan desde Asia y Persia hasta el Mediterr¨¢neo, y sede de sultanatos que jugaron un importante papel en la historia.
Desde 2015, un proyecto arqueol¨®gico del Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit-CSIC), codirigido por Jorge De Torres y Alfredo Gonz¨¢lez-Ruibal, investiga en la regi¨®n las caracter¨ªsticas de estos gobiernos, sus relaciones con las poblaciones n¨®madas, la llegada y consolidaci¨®n del islam y la gesti¨®n y control de las rutas comerciales que conectaban la costa del Mar Rojo con el interior de ?frica. Los proyectos han sido financiados por el European Research Council (ERC), en el caso del equipo de De Torres, y por el Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n y la Fundaci¨®n Palarq, en el de Gonz¨¢lez-Ruibal.
A finales de 2021, el equipo inici¨® un nuevo proyecto, que se prolongar¨¢ varios a?os, en Yibuti, uno de los pa¨ªses peor conocidos arqueol¨®gicamente del Cuerno de ?frica, pero que fue (y lo es todav¨ªa) fundamental para el comercio de toda la zona.
Historia de dos ciudades
Por un lado, las excavaciones de noviembre de 2021 y marzo de 2022 de la ciudad medieval de Handoga (siglos XIII-XV), a cargo del equipo de Jorge De Torres, en la regi¨®n de Dikhil, han empezado a mostrar los primeros resultados, en forma de asentamientos con un complejo urbanismo, que parece tener sus ra¨ªces en los grupos n¨®madas que habitaron la regi¨®n, con casas agrupadas en recintos familiares y amplios espacios abiertos.
Los materiales encontrados durante las excavaciones de marzo de 2022 evidencian contactos de los antiguos habitantes de Handoga con Yemen, Oriente Pr¨®ximo y Asia, como prueba el hallazgo de una moneda china, acu?ada a partir del siglo XI, encontrada en una de las casas. Hasta la actualidad la ¨²nica recuperada en el Cuerno de ?frica en un contexto arqueol¨®gico.
Handoga es un yacimiento ¨²nico en muchos sentidos. Situado en un alto a poca distancia de un wadi, el cauce seco de un r¨ªo, lo que a primera vista parece un desierto de piedras y arena, se descubre a ojos del visitante como un lugar repleto de historias pasadas, pero tambi¨¦n presentes. En su entorno la fauna es abundante y no es raro encontrarse con gacelas, avestruces, gerenuks (gacelas jirafa) o los omnipresentes camellos de los n¨®madas, habitantes desde hace siglos de estos territorios.
Al contrario que los otros yacimientos medievales del Cuerno de ?frica, que presentan casas cuadradas, las viviendas redondas de Handoga hablan de la fuerte influencia de su modo de vida, visible tambi¨¦n en el tipo de objetos que se intercambiaban en ellas: brazaletes de vidrio, cuentas de collar, caur¨ªes (caracolas marinas); objetos de prestigio que pod¨ªan ser transportados f¨¢cilmente y mostrados al resto del grupo.
Handoga, que a primera vista parece un desierto de piedras y arena, se descubre a ojos del visitante como un lugar repleto de historias pasadas
Handoga se convierte as¨ª en un punto privilegiado para entender muchos de los procesos hist¨®ricos que ocurrieron en el periodo medieval de la zona, pero que se encuentran de plena actualidad en nuestros d¨ªas: el crecimiento de ciudades, el desarrollo del comercio, el papel de los Estados y las relaciones entre comunidades con identidades, religiones y estilos de vida muy diferentes.
Seg¨²n explica Jorge De Torres: ¡°Los primeros resultados que arroja esta excavaci¨®n nos hablan de una ciudad que existi¨® durante un largo periodo de tiempo. Muestran el momento en que un asentamiento construido seg¨²n criterios n¨®madas se petrific¨®. Esta transformaci¨®n implic¨® una forma diferente de entender la vida, el tiempo y el espacio. Y la foto fija de ese momento, que ha quedado marcada en las piedras y estratos de Handoga, es la que tenemos el privilegio de ver y estudiar estos d¨ªas¡±.
A poca distancia, las rutas del desierto conducen a una pista de aterrizaje de tierra. Se encuentra en los l¨ªmites de la ciudad de Dikhil, donde el equipo de arque¨®logos se aloja durante la campa?a. Con una poblaci¨®n de unos 35.000 habitantes, y atravesada por la Nationale 1, la ¨²nica carretera asfaltada del lugar, la vida transcurre entre camiones que recorren los 120 kil¨®metros que separan Yibuti, la capital del pa¨ªs, de Etiopia. Es la v¨ªa fundamental para el comercio por tierra del pa¨ªs vecino, con m¨¢s de 115 millones de habitantes. Las calles de esta peque?a ciudad, al amanecer y con la ca¨ªda del sol, se llenan de bullicio a la hora de salida de los colegios y las compras en las tiendas locales que se desparraman por las v¨ªas principales.
El comercio y la arqueolog¨ªa conectan as¨ª ambas ciudades, separadas por unos pocos kil¨®metros y cientos de a?os de historia, con el presente m¨¢s inmediato, en una zona donde la crisis clim¨¢tica es causa de frecuentes hambrunas y en la que la vida se convierte en muchos casos en un reto constante.
Cuna del comercio internacional
En Daas Biyo, un poco m¨¢s al noreste del pa¨ªs y en un paisaje que remite visualmente a los or¨ªgenes del mundo, el segundo equipo, coordinado por Gonz¨¢lez-Ruibal, trabaja sin descanso. En su caso, han prospectado durantenoviembre de 2021 distintas zonas del pa¨ªs en busca de t¨²mulos funerarios, monumentos construidos a partir de la acumulaci¨®n de grandes piedras de los que a¨²n se desconoce su significado, con la idea de encontrar en alguno de ellos materiales que expliquen las antiguas redes de comercio internacional que necesariamente conectaron con el Cuerno de ?frica. La excavaci¨®n ya dio sus primeros frutos en marzo de 2022, y adem¨¢s de algunas piezas de cer¨¢mica y otros objetos como pendientes o anillos, se han podido recuperar algunos fragmentos de una vasija que pudo formar parte de un ajuar sas¨¢nida.
El imperio sas¨¢nida, originario de Ir¨¢n, alcanz¨® su esplendor a partir del siglo IV y se extendi¨® hasta la actual Yemen, frente a las costas de Yibuti y Somalilandia, por lo que no parece aventurado pensar que pudiera cruzar el estrecho de Bab el Mandeb (puerta de los lamentos, en ¨¢rabe), que enlaza el mar Rojo, al norte, con el golfo de Ad¨¦n, al sur, en el oc¨¦ano ?ndico. Paso natural para el comercio internacional en la actualidad, separa ?frica de Asia solo por 30 kil¨®metros, como un cuello de botella crucial para el comercio petrolero. Es tambi¨¦n punto de permanente inestabilidad, por el conflicto que se perpet¨²a desde 2015 en Yemen, las crisis humanitarias, la presencia de Al Qaeda en la zona, los flujos migratorios y los riesgos derivados de la pirater¨ªa y el contrabando en la zona.
Unos kil¨®metros al sur del estrecho, ambos equipos de arque¨®logos tratan con sus proyectos para desenredar algunos de los hilos de nuestra historia como seres humanos, a partir del registro material y la arqueolog¨ªa del territorio en un pa¨ªs poco conocido en Espa?a, pero que va ganando m¨¢s presencia internacional.
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