La artiller��a silenciosa del hambre en Tigray

Askal Barki, de 80 a?os, el pasado 26 de mayo en Awuso, un poblado a 40 kil��metros al sur de la capital de Tigray. Asegura que no ha comido desde hace siete d��as debido a la dram��tica situaci��n de la falta de comida y corte de suministros de ayuda humanitaria. Ya no le quedan fuerzas para salir a la calle a mendigar. Unas 809.000 mujeres y ni?os necesitar��n asistencia nutricional este a?o en Tigray, seg��n datos de Unicef.XIMENA BORRAZ?S

Dos a?os de cruentas batallas en Etiop��a, desde noviembre de 2020 hasta el alto el fuego de noviembre del a?o pasado, se cobraron la vida de m��s de 600.000 personas, seg��n c��lculos de varios organismos internacionales. El bloqueo impidi�� no solo la entrada de alimentos y material m��dico, sino el acceso de la ayuda humanitaria. Hoy, el bloqueo pasa factura. Si bien el acuerdo de paz est�� en vigor, la poblaci��n de Tigray se enfrenta a otra artiller��a silenciosa, la malnutrici��n. La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) detuvo en mayo el env��o de ayuda humanitaria alegando que los alimentos se estaban revendiendo en mercados locales. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU (WFP) anunci�� este viernes que tambi��n detendr�� los env��os debido al robo "generalizado y coordinado". Edgar Guti��rrez

��Hace un a?o huimos de nuestra casa por la guerra", cuenta una mujer. "En uno de los puntos de control unos soldados eritreos capturaron a mi hija, en ese momento de cinco a?os. Uno de ellos la viol��. Desde entonces no puede contener la orina��. La familia vive hoy en una escuela abandonada, tomada por desplazados internos en la ciudad de Axum, muy cerca de la frontera con Eritrea. M��dicos del departamento de atenci��n a la mujer del hospital central de Mekele afirman que, durante la guerra, algunos soldados no solo abusaban sexualmente de las mujeres de esta zona, sino que les introduc��an objetos punzantes en la vagina para aumentar el sufrimiento.XIMENA BORRAZ?S

Mabrit, de 23 a?os, juega con su beb�� de tres meses. Es una de las aproximadamente 7.000 personas que viven en el campamento 70 Kare IDP center, ubicado a cinco kil��metros de Mekele, capital de Tigray. Los desplazados del campamento se quejan de que no llega ayuda humanitaria en forma de alimentos desde hace m��s de 100 d��as. La mujer de la foto est�� preocupada: ya apenas logra producir leche. En el hospital central de Mekele, alrededor del 70% de las embarazadas que acuden a sus citas presentan malnutrici��n, y 50 adultos y tres ni?os son diagnosticados con malnutrici��n a la semana. XIMENA BORRAZ?S

En el norte de Etiop��a hay m��s de 2,6 millones de desplazados internos, m��s de 240.000 retornados y m��s de 97.000 refugiados que dependen de la ayuda humanitaria, seg��n la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur). En la foto, Brzaf Gebremedh, de 75 a?os. Pasa las horas debajo de un pupitre escolar en una de las escuelas ocupadas por desplazados en Abiy Adi. Le queda poca energ��a. Edgar Guti��rrez

En el campamento Abiy Adi TVET, m��s de 2.000 personas viven en tiendas de campa?a de ONG internacionales en condiciones muy precarias; sin comida ni agua y durmiendo sobre la tierra. Una es Emol Weyni Haregu, de 65 a?os. Otra habitante del campamento cuenta que su padre muri�� hace dos meses por hambruna.Edgar Guti��rrez

Cada d��a, sobre las 10 de la ma?ana, voluntarios del centro Don Bosco de la ciudad de Adwa, cerca de la frontera con Eritrea, reparten sopa para combatir la desnutrici��n infantil. Cientos de adultos y ni?os se agolpan a la entrada del recinto. Una vez se abren las puertas, corren con todas sus fuerzas para llenar botellas y biberones con ese l��quido blanquecino, que huele a trigo. Edgar Guti��rrez

Axum, una de las zonas m��s castigadas por la guerra, est�� a 40 kil��metros de la frontera con Eritrea. Fuentes locales aseguran que fuerzas armadas del pa��s vecino y del Gobierno mataron en un d��a a unas 800 personas. En una escuela de la zona viven, en diferentes habitaciones, hu��rfanos de la guerra y familias enteras como la de la foto. Los seis duermen en colchones en el suelo. Edgar Guti��rrez