Urbicidio o el asesinato lit¨²rgico de la ciudad
Desde la destrucci¨®n de sus infraestructuras y patrimonios hist¨®ricos para facilitar el tr¨¢nsito de coches, hasta su progresivo vaciamiento, las urbes est¨¢n en peligro de extinci¨®n
Las ciudades concentran el 56% de la poblaci¨®n, el 75% del consumo de energ¨ªa y el 82% de la econom¨ªa mundial. Son uno de los tres actores globales, junto al Estado y las corporaciones privadas transnacionales. A pesar de ello, nunca como ahora se ha destruido tanto a la ciudad. El urbicidio, tema central de un libro que acaba de aparecer, intenta explicar este proceso.
Es un concepto que est¨¢ compuesto por dos palabras con ra¨ªces latinas: urbs, sin¨®nimo de ciudad, y cidio, de muerte; o sea, muerte de la ciudad. Pero no es un fallecimiento por causas naturales, sino un crimen agravado, cometido con premeditaci¨®n y alevos¨ªa. Es un asesinato lit¨²rgico realizado con orden y formas expl¨ªcitas por parte de actores identificados, p¨²blicos y privados. Sin embargo, no es la muerte de todas las urbes, como tampoco del fin de la ciudad; sino de algunas ciudades, de ciertos componentes y din¨¢micas esenciales. Es una destrucci¨®n que no conduce a su desaparici¨®n, como algunos autores creen que estar¨ªa ocurriendo.
El urbicidio no es fallecimiento por causas naturales, sino un crimen agravado, cometido con premeditaci¨®n y alevos¨ªa. Es un asesinato lit¨²rgico realizado con orden y formas expl¨ªcitas por parte de actores identificados, p¨²blicos y privados
La medicina, que estudia la vida y sus vicisitudes, identifica las patolog¨ªas del cuerpo (diagn¨®stico) para prevenir, sanar y disminuir la muerte. El urbicidio es similar: reconoce los problemas de la ciudad para corregirlos con la finalidad de prevenir que fallezca. Es una mirada de esperanza que muestra que lo perjudicial debe replantearse para que prevalezca el hacer ciudad.
El urbicidio implica un cambio en el m¨¦todo de comprensi¨®n de la ciudad, que parte de la interpretaci¨®n en negativo: menos en c¨®mo se produce y m¨¢s en c¨®mo se destruye, menos desde la memoria y m¨¢s desde el olvido. Se trata de resaltar la destrucci¨®n que emerge en la producci¨®n de la urbe y en la consecuente forma de su comprensi¨®n. Busca explicar lo que se pierde, lo que se destruye y, sobre todo, por qu¨¦ ocurre esto. Es decir, se trata de comprender las causas estructurales de su degradaci¨®n, con la finalidad de entenderlas, confrontarlas y contrarrestarlas, generando propuestas alternativas.
Es un enfoque te¨®rico en el que se integra las formas negativas de la ciudad para aportar al desarrollo de la misma. O sea, una cr¨ªtica a los modelos de desarrollo urbano que fortalecen la desigualdad, la fragmentaci¨®n, la exclusi¨®n, la des-urbanizaci¨®n y la sub-urbanizaci¨®n para devolverle el sentido del buen lugar para el vivir feliz.
El urbicidio se expresa de forma ubicua, masiva, selectiva, sectorial o parcial en las urbes y lo hace bajo la siguiente tipolog¨ªa:
El urbicidio hist¨®rico, concebido dentro de la ley de la negaci¨®n de la negaci¨®n, sustentado en que lo nuevo niega lo viejo. Siempre hay una etapa de muerte de una ciudad que da paso al nacimiento de una nueva. As¨ª, por ejemplo, el fallecimiento de la ciudad cl¨¢sica dio parte a la emergencia de la ciudad moderna y de esta se origin¨® la ciudad global; o la ciudad amurallada que dio paso a la industrial.
El urbicidio se expresa de forma ubicua, masiva, selectiva, sectorial o parcial, en las urbes
El ubicidio natural, que nace del hecho de que la ciudad es un espacio artificial producido por la humanidad con sus normas sociales, mientras que el medio ambiente en el que est¨¢ inscrito lo hace a partir de las leyes naturales. En esta relaci¨®n se configura un ecosistema, que cuando se rompe el equilibrio, como ocurre con el cambio clim¨¢tico, se vuelve a ella con efectos devastadores (incendios, sequ¨ªas). Adicionalmente, tenemos huracanes (New Orleans), terremotos (Puerto Pr¨ªncipe), erupciones volc¨¢nicas (Antigua Guatemala) y dem¨¢s.
Urbicidio antr¨®pico, que proviene de las patolog¨ªas introducidas por el mercado y las pol¨ªticas p¨²blicas. Pero tambi¨¦n por los impactos de guerras (Sarajevo, Alepo), violencias (Medell¨ªn, Ciudad Ju¨¢rez); ataques terroristas (Nueva York, Lima), mercado (Santiago, Guayaquil), desigualdades (S?o Paulo, Buenos Aires), turismo (Venecia, Cusco), automovilismo (Detroit, Bogot¨¢), extractivismo urbano (Caracas, Monterrey), conservaci¨®n patrimonial (Quito, Salvador de Bah¨ªa).
Urbicidio simb¨®lico, que nace de la importancia del imaginario y de lo representativo alrededor, por ejemplo, de la toponimia. En la conquista espa?ola, cuando se fundaban ciudades, se pon¨ªan nombres de santos al principio y el original despu¨¦s (San Francisco de Quito, Santa Rosa de Lima). Tambi¨¦n en Rusia con San Petersburgo, que pas¨® por Petrogrado, Leningrado, y luego regres¨® a San Petersburgo, seg¨²n los momentos hist¨®ricos. Lo mismo con la nomenclatura urbana, que pasa de costumbrista a conmemorativa para imponer una historia oficial (fechas), idiomas (castellano en Barcelona) o exclusi¨®n (mujeres, etnias). Tambi¨¦n de imaginarios como el del temor, que se convierte en principio urban¨ªstico para cerrar barrios, reducir espacio p¨²blico y restringir la vida comunitaria.
Existen casos de ciudades emblem¨¢ticas. Por ejemplo, Quito, considerada primera ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, que en el a?o 2000 ten¨ªa 76.000 habitantes y hoy solo 32.000, con una tasa decreciente de 2,5% por a?o. Se vac¨ªa de sociedad, reduce su tiempo y pierde su espacio. O Detroit, considerada la ciudad del autom¨®vil, se cae por la l¨®gica de producci¨®n sustentada en el ensamblaje.
El urbicidio identifica los problemas de destrucci¨®n de la ciudad para entender mejor el sentido del desarrollo urbano, desde la calidad de vida de sus ciudadanos.
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