Torturas, secuestros, asesinatos y violaciones: las guerras de ?frica empujan a los refugiados a la infernal ruta del S¨¢hara
Un informe de varias organizaciones internacionales, con entrevistas a unos 31.000 migrantes, apuesta por ofrecerles opciones locales de protecci¨®n para evitar la disyuntiva de elegir entre quedarse en sus pa¨ªses, arrasados por conflictos, o el peligro de atravesar el Mediterr¨¢neo
La ruta migratoria que atraviesa el desierto del S¨¢hara hacia el Mediterr¨¢neo se ha reactivado en los ¨²ltimos tres a?os tras las limitaciones al cruce de fronteras por la covid-19 y por la intensificaci¨®n de conflictos en ?frica, sobre todo en el Sahel y Sud¨¢n. Es el infierno en la tierra: migrantes y potenciales solicitantes de asilo sufren a diario torturas, secuestros, asesinatos y violaciones por parte de los grupos armados y traficantes que controlan dicha ruta, tal y como revela un exhaustivo informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), la Organizaci¨®n Internacional de las Migraciones (OIM) y el Centro de Migraci¨®n Mixta (MCC) publicado este viernes.
¡°Vemos tres elementos con claridad¡±, asegura Xavier Creach, coordinador de Acnur para el Sahel. ¡°En primer lugar, conflictos que se intensifican, como los casos de Burkina Faso o Sud¨¢n, y que producen cada vez m¨¢s desplazamientos forzosos. En segundo lugar, pa¨ªses de la regi¨®n que ofrecen hospitalidad y refugio a quienes huyen, como es el caso de Mal¨ª, Mauritania o Chad. No es verdad que todos vayan a Europa, muchos se quieren quedar cerca de sus casas. Pero, por ¨²ltimo, observamos una falta de financiaci¨®n internacional para ayudar a esos pa¨ªses a acoger refugiados. Por eso, algunos asumen el riesgo de ir hacia el norte de ?frica, no tienen opci¨®n¡±, explica. De los 410 millones de euros que Acnur necesita para sus programas en el Sahel en el presente 2024, a 30 de junio solo hab¨ªa cubierto el 24%.
El estudio estima que unas 15.000 personas han muerto desde 2020 en la traves¨ªa por el desierto del Sahel
En el informe titulado En este viaje a nadie le importa si vives o mueres, que se basa en entrevistas a unos 31.000 migrantes y refugiados de 59 nacionalidades entre 2020 y 2023, las tres organizaciones constatan que los peligros de cruzar al desierto se han agravado en los ¨²ltimos a?os. Abraham, uno de ellos, pas¨® tres d¨ªas sin agua subido en la trasera de una camioneta con otras 30 personas, ocho de ellas mujeres. En el camino hab¨ªa pozos, pero estaban llenos de cad¨¢veres que los contaminaban. Se encontr¨® con un cami¨®n accidentado que llevaba a otras 20 ¨® 30 personas. Todas muertas. No se detuvieron. ¡°Simplemente sigues adelante, nunca miras atr¨¢s¡±, asegur¨® a los autores del informe. En las dunas, en las rocas, m¨¢s cuerpos. O¨ªa voces que gritaban. Un compa?ero de traves¨ªa llamado John no pudo m¨¢s y salt¨®, muriendo en el acto.
Las cifras oficiales, recoge el informe, hablan de un millar de cad¨¢veres recuperados entre 2020 y mayo de 2024 en esta traves¨ªa, pero tanto la OIM como MCC aseguran que eso es solo la punta del iceberg y que, en realidad, muere al menos el doble de migrantes en el desierto que en el mar, lo que sit¨²a la estimaci¨®n en unos 15.000. Los accidentes motivados por la conducci¨®n temeraria por el desierto provocan el 42% de las muertes, el 24% por el calor, la deshidrataci¨®n o el hambre y un 12% por la violencia f¨ªsica, seg¨²n este estudio.
Saeed, de Somalia, asegur¨® a Acnur que los golpes y las torturas comenzaron cuando llegaron a Libia. ¡°Nadie puede soportar el hambre, el abandono y los malos tratos en el centro de detenci¨®n de los traficantes. Est¨¢s encadenado y te aplican electricidad. Te salen erupciones por todo el cuerpo, pero no puedes cuidarte. Consigues comida, pasta, una vez al d¨ªa. Si tienes sed, te dan agua mezclada con gasolina. No te dejan dormir ni de noche ni de d¨ªa. No pens¨¦ que sobrevivir¨ªa¡±, dijo a los entrevistadores.
Para muchos de ellos es peligroso quedarse en sus pa¨ªses, pero tambi¨¦n lo es ir hacia EuropaXavier Creach, coordinador de Acnur para el Sahel
¡°Los actores de protecci¨®n internacional no podemos tolerar que esto siga pasando¡±, a?ade Creach. ¡°Vemos a refugiados que exponen sus vidas de una manera terrible. Por eso es muy importante poder ofrecerles opciones locales de asilo. Para muchos de ellos es peligroso quedarse en sus pa¨ªses, pero tambi¨¦n lo es ir hacia Europa¡±. Acnur pone el acento en la protecci¨®n in situ, en los propios pa¨ªses de la regi¨®n. ¡°Tenemos que ofrecer a los j¨®venes opciones de estudio y laborales. En Chad, por ejemplo, hemos dado 650 becas a refugiados para que estudien en las universidades de Abeche o Yamena¡±, a?ade. Pero, al final, el problema es la financiaci¨®n para llegar a todos.
Los traficantes exigen cada vez m¨¢s dinero para dejarles marchar. Si no tienen, env¨ªan v¨ªdeos a los familiares mientras los torturan. Algunos de los puntos cr¨ªticos de los castigos f¨ªsicos son Sabha (Libia), Tamanrraset (Argelia) o Agadez (N¨ªger). Jamal, eritreo, cont¨® su infierno a Acnur. ¡°Al final, lo ¨²nico que quieren es dinero. Te dicen que llames a tu familia para pagar el rescate. Hasta que llega el dinero, te torturan y golpean (¡) En cierta forma sientes que est¨¢s muerto. A veces no pod¨ªa caminar e incluso cuando estaba de pie temblaba. La tortura var¨ªa de una persona a otra. Usan palos y pistolas y electrocutan a algunos. Sol¨ªan calentar caucho para quemar la piel. Fui testigo cuando golpearon a una mujer con un palo, y a las pocas horas muri¨® porque afectaron algunos ¨®rganos vitales¡±.
En el caso de las mujeres, a la violencia f¨ªsica se suman a menudo los abusos sexuales y las violaciones. Una refugiada relata que se cort¨® el pelo y se visti¨® como un hombre para emprender el viaje, pero que el conductor de la camioneta descubri¨® su secreto y la viol¨® a cambio de no revelarlo a los dem¨¢s. ¡°Esas pocas horas fueron como siglos. Cuando llegamos al edificio abandonado donde deb¨ªamos escondernos pens¨¦ que podr¨ªa ocultarme entre la multitud, pero segu¨ªa cada uno de mis movimientos. Escuch¨¦ sus pasos acerc¨¢ndose. Intent¨¦ desesperadamente detenerlo, con todas mis fuerzas. Luego se fue, tras prometer no informar a nadie que era una mujer. Lamentablemente, no cumpli¨® su promesa. A la ma?ana siguiente seguimos avanzando, fue un largo viaje sufriendo un dolor enorme¡±.
El conflicto sudan¨¦s est¨¢ provocando la peor crisis humanitaria del mundo, con 26 millones de personas haciendo frente a la desnutrici¨®n aguda y unos 12 millones de personas desplazadas de sus hogares. De ellas, dos millones est¨¢n en pa¨ªses vecinos como Chad, Sud¨¢n del Sur o Etiop¨ªa. En Burkina Faso hay tres millones de desplazados internos y 300.000 personas que han huido del pa¨ªs, tambi¨¦n a estados lim¨ªtrofes como Mal¨ª, Costa de Marfil o Ghana. Apenas unas decenas de miles intentan cruzar a Europa. ¡°Pero si no les podemos garantizar una protecci¨®n y unos servicios m¨ªnimos en los pa¨ªses de la regi¨®n, ser¨¢n muchos m¨¢s los que asuman el riesgo¡±, insiste Creach.
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