Una iniciativa de productos ¡®bio¡¯ contra el uso excesivo de pesticidas en T¨²nez
Un empresario desarrolla un proyecto para elaborar bienes ecol¨®gicos y sostenibles en un pa¨ªs donde al menos 50 de los m¨¢s de 200 plaguicidas autorizados est¨¢n incluidos en la lista europea de substancias potencialmente cancer¨ªgenas
A mediados de agosto, los campos de la regi¨®n de Jendouba, en el noroeste de T¨²nez, est¨¢n llenos de sand¨ªas maduras preparadas para la colecta. Sin embargo, a pesar de ser una fruta muy apreciada, sus agricultores temen registrar p¨¦rdidas esta temporada. Su precio ha llegado a caer casi un 50% a causa de los rumores esparcidos en las redes sociales de que presentan un peligro para la salud por su elevado nivel de nitratos y de pesticidas.
El origen del rumor, sin embargo, s¨ª parte de un hecho real: de los m¨¢s de 200 pesticidas autorizados en T¨²nez, unos 50 figuran en la lista de la Uni¨®n Europea de substancias potencialmente cancer¨ªgenas, mutag¨¦nicas ¡ªque pueden generar cambios en el ADN¡ª o reprot¨®xicas ¡ªque pueden provocar problemas de infertilidad o malformaciones en los fetos¡ª. Por ejemplo, el pa¨ªs magreb¨ª autoriza el uso del malati¨®n, que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) reconoce como cancer¨ªgeno y que fue prohibido en la Uni¨®n Europea en el a?o 2007, o del tebuconazol, prohibido en la UE desde 2009.
¡°Hay un problema serio en T¨²nez a causa del abuso de los pesticidas, tanto para los consumidores como para la salud de los agricultores y de quienes viven cerca de los campos¡±, explica el empresario Allala Jamai, que ha lanzado un proyecto para impulsar productos agr¨ªcolas ecol¨®gicos y crear a la vez oportunidades de trabajo en Ghardimou, una localidad de unos 30.000 habitantes pegada a la frontera con Argelia, en la regi¨®n en la que naci¨® y creci¨®, Jendouba. Es una de las que presenta una mayor tasa de migraci¨®n al extranjero. Y quiere hacerlo de forma sostenible mediante la promoci¨®n de una cultura agr¨ªcola, lejos del ciclo que, desde su punto de vista, encadena a los agricultores a un sistema que les obliga a acumular cr¨¦ditos y deudas para poder financiar los pesticidas. El proyecto incluye una marca propia bajo el nombre de Horr, que en ¨¢rabe significa ¡°libre¡±.
Hay un problema serio en T¨²nez a causa del abuso de los pesticidas tanto para los consumidores como para la salud de los agricultores y de quienes viven cerca de los campos.Allala Jamai, empresario tunecino
¡°El concepto ¡®horr¡¯ en T¨²nez es viejo y se aplica a los productos que son naturales, es decir, que han crecido sin pesticidas y otros productos qu¨ªmicos¡±, explica Buzaina Jamai ¡ªsin relaci¨®n de parentesco con Allala Jamai¡ª, y que dirige un laboratorio independiente de Jendouba que realiza controles de calidad de productos agroalimentarios, con el que trabaja Horr. ¡°Ahora bien, [el concepto ¡®horr¡¯] no es lo mismo que la etiqueta bio, que requiere una serie de requisitos m¨¢s elevados. Por ejemplo, no basta con que un campesino no use pesticidas, si lo hace el vecino, se puede contaminar el suelo y reflejarse en los productos. Digamos que la etiqueta bio es m¨¢s exigente¡±, a?ade.
El uso de pesticidas en T¨²nez est¨¢ muy extendido. Un estudio elaborado el a?o 2020 por la ONG Asociaci¨®n de Educaci¨®n Ambiental para las Futuras Generaciones en colaboraci¨®n con el Ministerio de Agricultura revel¨® que un 22% de los pesticidas utilizados en el pa¨ªs est¨¢n catalogados como ¡°altamente peligrosos¡±. El resultado es el fruto del an¨¢lisis de una amplia muestra de uvas recogidas en diferentes regiones del pa¨ªs. De todas las muestras, un 94% present¨® unos niveles m¨¢s elevados del est¨¢ndar considerado seguro por parte de la UE en al menos una sustancia. Otro estudio de la Agencia Nacional de Control Sanitario y Ambiental de los Productos (ANCSEP), realizado a partir de una cesta de alimentos disponibles en el mercado, concluye que 13 pesticidas presentan una dosis superior a la prescrita, y seis de ellos ni tan siquiera est¨¢n homologados en T¨²nez. De estos, tres est¨¢n considerados ¡°extremadamente peligrosos¡±.
Los efectos de estas substancias en la salud pueden ser muy perjudiciales y pueden provocar enfermedades graves como el c¨¢ncer, p¨¢rkinson, asma, o malformaciones en los fetos. Aunque no existe ning¨²n estudio que relacione en T¨²nez de forma directa el uso intensivo de pesticidas en el pa¨ªs magreb¨ª con el aumento de los casos de c¨¢ncer, un informe de la Agencia de Fomento de las Inversiones Agrarias asegura que expertos de la OMS consideran que ¡°esta situaci¨®n explica en parte el recrudecimiento de las enfermedades relacionadas con el c¨¢ncer¡± en el pa¨ªs.
¡°Es habitual que vengan a la farmacia campesinos con problemas para respirar o porque les pican la piel o los ojos. Muchas veces la raz¨®n es la exposici¨®n a los pesticidas¡±, comenta Monia Mannai, una farmac¨¦utica de 42 a?os de la localidad de Ghardimaou. ¡°En esta comarca hay unos ¨ªndices inusualmente altos de algunas enfermedades que podr¨ªan derivar del uso de pesticidas. Por ejemplo, el c¨¢ncer de tiroides y de pulmones, la bronquitis cr¨®nica, la infertilidad o los eccemas cut¨¢neos¡±, a?ade.
Por un lado, los agricultores no respetan las recomendaciones de uso [de los pesticidas]. Por otro, el Estado no dedica los medios necesarios para acompa?arlosLamia Nasri, miembro del Sindicato Tunecino de la Agricultura y la Pesca
Seg¨²n Lamia Nasri, del Sindicato Tunecino de la Agricultura y la Pesca (UTAP), la principal responsabilidad del excesivo uso de pesticidas en T¨²nez recae en el Estado, pues es su obligaci¨®n velar por el cumplimiento de las regulaciones. ¡°Por un lado, los agricultores no respetan las recomendaciones de uso. Por otro, el Estado no dedica los medios necesarios para acompa?arlos. Pero no se puede responsabilizar a los agricultores. Es el Estado el que ha de actuar¡±, declar¨® a la revista Nawaat la representante de la UTAP en el comit¨¦ nacional de homologaci¨®n de pesticidas. De acuerdo con la ley, este comit¨¦ es el responsable de verificar la eficacia, la conformidad e impacto sanitario y medioambiental de los pesticidas. A instancias de Nasri, el a?o pasado un total de 22 pesticidas fueron eliminados de la lista de sustancias homologadas en el pa¨ªs. Pero como ella misma reconoce, a¨²n queda mucho por hacer, e iniciativas como la de Horr pueden tener un impacto importante.
Un valor a?adido para los productos agr¨ªcolas
El objetivo de Allala Jamai es, precisamente, obtener productos m¨¢s saludables y de forma sostenible con etiqueta bio, lo que a su vez les otorgar¨¢ un valor a?adido para acceder a los mercados internacionales. De momento, ya colaboran con este proyecto de econom¨ªa social y solidaria unos pocos centenares de productores de la comarca, pero su ambici¨®n es que si el resultado es exitoso, se produzca un efecto llamada y la cifra supere el millar.
¡°La idea de crear una cadena de valor ecol¨®gica pasa por proporcionar a los campesinos toda una serie de servicios para que puedan vender sus productos ecol¨®gicos m¨¢s all¨¢ del mercado tradicional¡±, explica Allala Jamai, que tuvo que huir de T¨²nez y exiliarse en Francia a principios de los noventa, durante el r¨¦gimen de Ben Al¨ª, por sus actividades pol¨ªticas y sindicales y solo pudo volver despu¨¦s de la Revoluci¨®n de 2011, con 69 a?os. Entre esos servicios est¨¢ ¡°el acceso a la infraestructura necesaria para transformar sus productos, creando m¨¢s valor a?adido e ingresos, haciendo campa?as de valorizaci¨®n y de marketing de los productos¡±, explica Jamai mientras se pasea por una nave que ha construido para hacer realidad su proyecto en Ghardimou.
El edificio, de dos plantas, est¨¢ dividido en varias partes. En la segunda planta, se hallan las oficinas de Ezzat, una ONG de la que forman parte, de momento, decenas de agricultores y algunos activistas interesados en el proyecto, y de Expo Horr, la empresa que sirve de plataforma del proyecto y en la que ya ha invertido cerca de 400.000 euros.
La planta baja alberga el laboratorio, una peque?a sala de exposiciones y eventos, y un amplio espacio de unos 1.000 metros cuadrados donde se instalar¨¢n las m¨¢quinas para la transformaci¨®n de los productos agr¨ªcolas, y que est¨¢ previsto que lleguen durante las pr¨®ximas semanas. El laboratorio funciona desde hace varios meses, lo que ha permitido crear ya algunas muestras, como botellas de aceite, potes de mermelada, miel y productos cosm¨¦ticos, la mayor¨ªa para la protecci¨®n de la piel. En total, la l¨ªnea Horr, un nombre que no fue puesto al azar, contar¨¢ con una veintena de productos.
Jamai predica con el ejemplo en su finca situada en las afueras de Ghardimou. ¡°Aqu¨ª hace ya m¨¢s de 10 a?os que no se utiliza ning¨²n pesticida¡±, comenta orgulloso. El tama?o de la explotaci¨®n es modesto, pues no supera las 30 hect¨¢reas, pero supone un ejemplo para los agricultores de la zona. Aqu¨ª cultiva higos y melocotones. Adem¨¢s, al igual que en el resto de la zona, tambi¨¦n crecen algunos arbustos silvestres que dan frutos que se utilizan para elaborar el zaatar (combinaci¨®n de especias y hierbas arom¨¢ticas como el tomillo y el or¨¦gano) o dulces como el espino y el fruto de loto. Precisamente, uno de los objetivos de Jamai es organizar la recogida de estos frutos, que define como una ¡°riqueza ignorada¡± y explotarlos comercialmente.
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