Esos controvertidos tejidos que son las telas wax
Una exposici¨®n en Madrid explora el origen y el futuro de los pa?os de colores que tanto se usan en ?frica
Son miles las personas en toda ?frica subsahariana las que se visten con telas wax ¨Dtejido de algod¨®n estampado y con acabado de cera¨D pero en los ¨²ltimos a?os la b¨²squeda de las ra¨ªces y de la pureza de lo que es africano por algunos intelectuales las ha puesto en entredicho. Raz¨®n no les falta. A pesar de su uso tan extendido, la mayor¨ªa de ellas proviene tradicionalmente de los Pa¨ªses Bajos y Reino Unido. A lo que en la actualidad se le han sumado las procedentes de China, de mucha menor calidad pero de precio m¨¢s asequible.
En el siglo XVII los holandeses se establecieron en Indonesia. All¨ª descubrieron el batik. M¨¢s tarde, con la llegada de la Revoluci¨®n Industrial, consiguieron un m¨¦todo que imitaba las improntas que la cera dejaba en esos tejidos. Fue as¨ª como surgieron las telas wax (cera). Los europeos se frotaban las manos con el negocio que imaginaban hacer en sus colonias vendiendo aquellos pa?os producidos industrialmente y con menos costes. Pero fracasaron. Los asi¨¢ticos no terminaron de entusiasmarse con aquel producto.
En su camino hacia Asia, los barcos holandeses paraban en varios puntos de ?frica en busca de avituallamiento, principalmente en la costa del Oro (actual Ghana y pa¨ªses lim¨ªtrofes). All¨ª cargaban comida y agua, y comerciaban con los nativos. A estos s¨ª que les atrajeron aquellas telas europeas y empezaron a demandarlas. As¨ª, sin planearlo, los estampados wax se popularizaron, primero en ?frica Occidental y luego en otras partes del continente.
Aquellos dise?os iniciales imitaban a los indonesios con colores menos brillantes y m¨¢s terrosos. Adem¨¢s, estaban cargados de motivos florales, muchos de los cuales a¨²n perduran. Pero con el paso del tiempo, los europeos los adaptaron a los gustos de los africanos.
Surgieron grupos de vendedoras que desde las costas distribu¨ªan los pa?os por el interior. Mujeres que se empoderaron gracias a ese comercio, que lograron mucho poder y dinero. M¨¢s tarde, cuando la moda de los Mercedes Benz se impuso en el continente para mostrar el estatus social y la riqueza, a ellas se les llam¨® Mamas Benz, por los coches en los que se desplazaban. A guisa de estrategia comercial, esas comerciantes empezaron a interpretar los dise?os europeos y darles un significado. A imitaci¨®n de lo que tejidos tradicionales como el bogolan o el kente. Ellas les otorgaron sentido. Curiosamente, este casi siempre tiene que ver con la situaci¨®n de la mujer y su fortaleza.
Con la independencia, muchos gobiernos crearon f¨¢bricas de wax en sus pa¨ªses, bastante de las cuales eran filiales de la m¨¢s potente, la holandesa Vlisco. Otras, totalmente nacionales. 60 a?os despu¨¦s, solo sobrevive la factor¨ªa de Abiy¨¢n. Todas las dem¨¢s han cerrado.
En las ¨²ltimas d¨¦cadas, los pa?os de origen chino han inundado los mercados africanos. Mucho m¨¢s baratas que las europeas o incluso que las producidas en el continente, arrasan. Pero su calidad es ¨ªnfima. Por eso, no todo el mundo las consume.
Las hermanas Laura y Maica de la Carrera llevan a?os investigando el lenguaje de las telas. El fruto de esta labor lo han mostrado en varias exposiciones que recorren el territorio nacional. A ellos, ahora suman El lenguaje de las telas wax, una exhibici¨®n que estar¨¢ en la Galer¨ªa de Mamah Africa de Madrid hasta el 26 de mayo.
El objetivo de esta iniciativa es ¡°resaltar la cultura africana a trav¨¦s del textil, que es uno de nuestros leitmotiv como empresarias y como amantes de ?frica¡±, explica Laura, que es tambi¨¦n historiadora del arte. Y en el caso de estos pa?os, a?ade que, a pesar de la controversia, no pueden borrar m¨¢s de siglo y medio de historia vinculada a estas telas, ¡°porque son los propios africanos los que les han dado un sentido y forman parte indiscutible de su vida y de sus tradiciones. Le han otorgado un lenguaje¡±.
¡°Hemos intentado adaptar esta exposici¨®n tambi¨¦n. La sentimos muy nuestra porque hemos jugado con unos recursos muy divertidos que tambi¨¦n queremos dar a conocer a la gente. Estas telas no son solamente para vestir o para manteler¨ªas. Valen para todo, en la exposici¨®n se puede ver: las libretas, las l¨¢mparas, cojines, bolsos¡¡±, agrega Maica, que es dise?adora de moda. En la exhibici¨®n se aprecian algunas de sus creaciones con wax, adem¨¢s de una muestra de pa?os y la explicaci¨®n del lenguaje que transmiten.
El trabajo de dos artistas complementan la muestra de Madrid: la espa?ola Ester Pav¨®n, que dise?a a partir de materiales reciclados, y el senegal¨¦s Man Gueye, maestro de la pintura suwer. Ambos han creado obras especiales que reflejan los detalles m¨¢s ¨ªntimos de este tipo de tejidos.
En todas sus investigaciones, las dos hermanas est¨¢n acompa?adas del fot¨®grafo Kim Manresa, que documenta el proceso de fabricaci¨®n. Pero en esta ocasi¨®n, al ser telas industriales, falta esa parte. Cosa que no las desanima, pues se encuentran en conversaciones para poder inmortalizar el trabajo de la factor¨ªa de Vlisco en Abiy¨¢n. Ese ser¨¢ uno de sus pr¨®ximos viajes al continente, adonde se desplazan con frecuencia con el fin de conocer sobre el terreno todos los pasos de elaboraci¨®n de los diferentes tejidos africanos.
Para este trabajo con telas wax, adem¨¢s de sumergirse en libros, han contado con el asesoramiento de alguna de las mamas benz que controlan el mercado de estos pa?os para descifrar su lenguaje.