De cuando el rey de Arag¨®n quiso casar a su hermano con una princesa africana y otras historias de Etiop¨ªa que quiz¨¢s desconoc¨ªa
El libro ¡®Historia de Etiop¨ªa¡¯, de Mario Lozano Alonso, desmiga las entra?as de ese pa¨ªs desde su prehistoria hasta el presente
Durante siglos, Egipto temi¨® que Etiop¨ªa cortase las aguas del Nilo Azul o Abbay, como le conocen los et¨ªopes. Aquel miedo irracional, por no existir entonces los medios para realizarlo, domin¨® las relaciones entre ambas naciones por mucho tiempo. Los egipcios como contrapartida pod¨ªan retrasar el nombramiento del Abuna, el obispo cabeza de la Iglesia et¨ªope nombrado por el patriarca copto de Alejandr¨ªa. Ese juego de poder se mantuvo a lo largo de los siglos. Pero hoy la posibilidad de detener el flujo del r¨ªo ya no es una quimera, sino una realidad con la Gran Presa del Renacimiento Et¨ªope, que comenz¨® a construirse en 2011. Una de las infraestructuras m¨¢s grandes de ?frica y que El Cairo rechaza por los posibles perjuicios econ¨®micos que le puede acarrear. Por su parte, la Iglesia ortodoxa et¨ªope es aut¨®noma desde 1959, al contar con su propio patriarca que reside en Addis Abeba.
El tira y afloja entre las dos naciones llev¨® a los reyes et¨ªopes cristianos a buscar aliados fuera de ?frica. As¨ª, una embajada del rey Yeshaq lleg¨® a Valencia en 1428 y se entrevist¨® con el rey Alfonso V de Arag¨®n. Este decidi¨® enviar a su vez una misi¨®n diplom¨¢tica con la intenci¨®n de firmar un tratado con su colega et¨ªope. Y para afianzar la nueva amistad, el aragon¨¦s propon¨ªa casar a Joanna d¡¯Urgell con el propio negus y a su hermano, el infante don Pedro, con una princesa et¨ªope. Aquella expedici¨®n desapareci¨®, posiblemente retenida por los gobernantes egipcios. Y la alianza matrimonial, que deb¨ªa entroncar por primera vez en la historia a una dinast¨ªa real occidental con una de ?frica subsahariana, nunca se pudo sellar. Una segunda delegaci¨®n lleg¨® a la corte aragonesa en 1450. La respuesta fue id¨¦ntica y tambi¨¦n los enviados del monarca hispano se desvanecieron en su tentativa de alcanzar Etiop¨ªa.
Detr¨¢s de estos intentos aragoneses resuena el mito del Preste Juan. Una leyenda que surgi¨® en el siglo XII para animar a los europeos a alistarse en las cruzadas que quer¨ªan destruir los lugares santos del islam y recuperar Tierra Santa. Una f¨¢bula que hablaba de un rey poderos¨ªsimo e inmensamente rico que ayudar¨ªa a los cristianos a conquistar Jerusal¨¦n y de paso a poner fin al poder mameluco (esclavos- soldados) en Egipto. Aquel reino m¨ªtico termin¨® identific¨¢ndose con la actual Etiop¨ªa.
Sin embargo, en este pa¨ªs no todos son cristianos. Hay una gran poblaci¨®n musulmana y durante siglos los sultanatos musulmanes convivieron con los reinos cristianos. Se aliaron o lucharon unos contra otros. El esplendor de estos territorios se bas¨® en el comercio internacional y tuvo grandes e importantes ciudades. Fueron mucho m¨¢s cosmopolitas y abiertos que sus vecinos cristianos, que eran campesinos sometidos a un r¨¦gimen muy similar al feudal.
Es dif¨ªcil conocer con exactitud c¨®mo vivi¨® el pueblo et¨ªope a lo largo de los siglos porque se encuentran muy pocos testimonios de ello
La historia no solo la escriben los reyes o los jerarcas religiosos. Pero las cr¨®nicas hist¨®ricas suelen centrarse de ellos. M¨¢s en un pa¨ªs donde la religi¨®n (tanto cristiana como musulmana) ha estado siempre al lado del poder, justific¨¢ndolo, y, en contrapartida, benefici¨¢ndose de ¨¦l a trav¨¦s de valiosas donaciones. Nada que no haya sucedido en otras partes del mundo. Por eso, es dif¨ªcil conocer con exactitud c¨®mo vivi¨® el pueblo a lo largo de los siglos porque se encuentran muy pocos testimonios de ello. Tampoco la arqueolog¨ªa en Etiop¨ªa se ha centrado en el estudio de las clases populares. ¡°Este conocimiento todav¨ªa est¨¢ en un estadio muy incipiente en el pa¨ªs. Quitando a Aksum, en Matara, un poblado en el sur de Eritrea, s¨ª que se han estudiado unas casas de un barrio popular. Pero aparte de esos datos, apenas se sabe nada de c¨®mo viv¨ªan o cu¨¢les son los paralelismos con la poblaci¨®n actual, que posiblemente los hay¡±, comenta el historiador Mario Lozano Alonso.
S¨ª se puede conocer que el poder ha pasado de unos pueblos a otros a lo largo de los siglos. Y c¨®mo estos se han mezclado hasta configurar la Etiop¨ªa actual. Es imprescindible asomarse a la historia de este pa¨ªs para entender lo que sucede en ¨¦l hoy. ¡°Originalmente, el polo de poder estaba en el norte, en Tigray. La base del reino de Aksum era tigrina y despu¨¦s con la dinast¨ªa Zag¨¹e se va moviendo hacia el centro donde est¨¢ Lalibela. M¨¢s tarde, con los monarcas salom¨®nicos, se traslada a la zona de Shewa, que es amara, y lo que hoy es el ¨¢rea de Addis Abeba. Aqu¨ª hay tres grupos ¨¦tnicos diferentes que son los que han controlado todo el poder, especialmente, despu¨¦s de la unificaci¨®n del pa¨ªs¡±, explica Lozano.
La reunificaci¨®n que hizo Menelik II (1844 - 1913) fue un proyecto imperial. ¡°Muchos de los pueblos que fueron integrados no se sienten parte del proyecto de construcci¨®n et¨ªope. Es decir, durante el gobierno de los emperadores, Menelik II y Haile Selassie, el poder ha estado en manos de los amara, un poco menos de los tigrinos, que nunca han estado muy de acuerdo con el imperio y por eso se sit¨²an frente a los amaras y los oromos, que poco a poco se van amarizaron¡±, contin¨²a el historiador. Y a?ade: ¡°Ahora bien, ?qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando ahora? Pues que como en Etiop¨ªa todo es mestizaje, ahora hay una nueva ¨¦lite de gente que ha estudiado fuera del pa¨ªs, en muchos casos en universidades estadounidenses y europeas, que no se identifica con un grupo ¨¦tnico. Y esta gente lo que quiere es refundar el Estado et¨ªope, centralizarlo m¨¢s y acabar con el proyecto de federalismo de base ¨¦tnica. Y en eso es en lo que estamos. Ahora hay un movimiento panet¨ªope liderado por el primer ministro Abiyi Ahmed Ali contra el antiguo proyecto del federalismo, de ese etnofederealismo que es como se le han definido¡±.
Y es as¨ª como llegamos al presente cuando un Premio Nobel de la Paz, Abiy Ahmed Ali, gobierna el pa¨ªs inmerso en una guerra contra Tigray. Una vez m¨¢s, se podr¨ªa decir que de aquellos polvos estos lodos. Y, por eso mismo, es esencial conocer la historia de Etiop¨ªa para entender mejor lo que sucede hoy. Ese es uno de los objetivos del libro Historia de Etiop¨ªa (Catarata 2022) escrito por Mario Lozano Alonso. Un acercamiento bastante divulgativo a lo que es la historia de un pa¨ªs muy complejo.
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