Tumbas, morabitos y esp¨ªritus precor¨¢nicos: explorar el continente africano desde las diferencias
?Qu¨¦ pasa en la vuelta a casa, tras una expulsi¨®n desde aquella Europa so?ada y esquiva? El sur, los sures, tambi¨¦n albergan diversidad en las historias de retornos contra la propia voluntad. El festival MiradasDoc de Tenerife les hace lugar en una jornada para pensar ?frica
La 16? edici¨®n del Festival Internacional de Cine Documental MiradasDoc de Gu¨ªa de Isora, en Tenerife, ha vuelto a celebrarse a pleno, en el invierno europeo continental (algo m¨¢s leve, en Canarias), con el mercado audiovisual ya en formato presencial, y siempre ejerciendo de puente de calidad e incubadora de producciones entre los sures del mundo. En las faldas del Teide, la peque?a localidad consolida, a?o a a?o, su marca como escala de filmes documentales de autor que han pasado o pasar¨¢n por otros renombrados cert¨¢menes en Europa, ?frica y Latinoam¨¦rica. En 2023, la cita se extiende hasta este s¨¢bado 4 de febrero.
En esta ocasi¨®n, con Cuba como pa¨ªs invitado, MiradasDoc, celebrado entre el 27 de enero y el 4 de febrero, ha dedicado algo m¨¢s de una jornada al continente africano, al enorme imaginario que excede lo real (o las historias cotidianas de los vivos) y el presente, para indagar en las injusticias hist¨®ricas, los relatos ancestrales, los djins (genios o esp¨ªritus precor¨¢nicos a los que la teolog¨ªa musulmana acoge en sus escritos), as¨ª como en las vulgares y hereditarias exclusiones coloniales o las historias que llegan del cosmos. En este ¨²ltimo caso, hablamos de literales piedras del espacio exterior, que caen en el desierto, y que luego buscan con denuedo tanto los cient¨ªficos como los n¨®madas, seg¨²n Fragments from Heaven (Fragmentos desde el cielo), la contemplaci¨®n introspectiva de Adnane Baraka, sobre el mercado de meteoritos que se ha instaurado en una regi¨®n del noreste de Marruecos, en los ¨²ltimos a?os.
Estamos tratando de explorar este continente desde nuestras diferenciasAdnane Baraka, realizador audiovisual
Adem¨¢s del filme de Baraka, otras pel¨ªculas se detienen en ?frica, a partir de miradas absolutamente diferentes, con un lugar com¨²n: la posibilidad de supervivencia de los que se quedan en el continente, muchos de ellos rebotados m¨¢s de una vez desde el destino de sus sue?os en alg¨²n pa¨ªs del norte rico. As¨ª, el debutante Mohamed Sessy Kamara trae, desde Sierra Leona, Sisterhood (Sororidad), la conmovedora historia de dos hermanas gemelas que han intentado trabajar en alg¨²n pa¨ªs del Golfo y en Bielorrusia, con modesta fortuna, en un caso, y con desgraciada suerte, en el otro. Husinatu yHassanatu persiguen algo de dignidad en la vida o, al menos, una casa seca que no se inunde con cada tormenta, algo que parece imposible de conseguir en su propio lugar de nacimiento. De ah¨ª que el sue?o de las chicas sea siempre la deslumbrante Am¨¦rica del Norte de las pel¨ªculas, aunque se vayan conformando con temporadas como empleadas dom¨¦sticas en Qatar, con escala en Conakry.
Por su parte, en Guardian of the worlds (Guardi¨¢n de los mundos), Le?la Cha?bi traslada la c¨¢mara de una tumba a otra, hasta detenerse en el morabito (tumba de santos maestros del islam) del mayor cementerio de T¨²nez, en el que habita un hombre solo, que en su d¨ªa fue un padre de familia en Italia, pa¨ªs que lo deport¨®, alej¨¢ndolo de sus hijos. Hay documento y denuncia, s¨ª, sobre todo de la falta de asistencia a los indigentes en su propia patria, pero, adem¨¢s, un hermoso paseo por los atardeceres tunecinos, un reconocimiento al amor insustituible de las madres y una f¨¢bula rom¨¢ntica en la que el dinero es lo de menos. La excelente fotograf¨ªa del filme ¡ªpremiado en Cartago y seleccionado para la competencia oficial del pr¨®ximo Festival Panafricano de Cine y Televisi¨®n de Uagadug¨² (FESPACO)¡ª brinda planos que son cuadros de una exposici¨®n.
El Sur tambi¨¦n se encuentra en el Norte
La emoci¨®n m¨¢s profunda por lo que sucede al norte y al sur del mar Mediterr¨¢neo llega con Marie-Jos¨¦ vous attend ¨¤ 16h (Mar¨ªa Jos¨¦ lo espera a las 16 horas), sobre la inacabable tragedia en el exilio de los olvidados de Darfur, que firma Camille Ponsin. Tras pasar un tiempo cooperando con emigrantes en la jungla de Calais, el documentalista franc¨¦s nos invita a entrar en la casa parisina de la etn¨®loga Marie-Jos¨¦ Tubiana, quien a sus 90 a?os contin¨²a trabajando para ayudar con las alegaciones de los refugiados a los que se les rechaza el asilo en Francia. Poseedora de un vast¨ªsimo archivo, elaborado por ella misma en sus viajes antropol¨®gicos a los pueblos originarios de la frontera entre Sud¨¢n y Chad, desde la d¨¦cada de los a?os cincuenta, Marie-Jos¨¦ es capaz de hacer frente a la ignorancia de los responsables de rechazar de oficio las solicitudes que exceden el cupo. El proceder habitual de quienes tienen instrucciones precisas de denegaci¨®n de ayuda a los desesperados parece consistir en negar al otro su identidad, la mera existencia de su aldea de origen o el nombre de su lengua natal. Ese Sur que se padece en el Norte resulta evidente en las largas tardes que Marie-Jos¨¦ destina a los demandantes de asilo, a preguntarles con paciencia y a escribir a mano detalles de existencias perseguidas y denostadas tanto por los asesinos como por la burocracia.
Por fortuna, en el marco del festival MiradasDoc, s¨ª hay espacio y tiempo para escuchar al otro, o para debatir, antes y despu¨¦s de cada proyecci¨®n, as¨ª como en el marco de algunos encuentros como el de MiradasAfro, que reuni¨® a los realizadores Le?la Cha?bi, Mohamed Sessy Kamara y Adnane Baraka.
¡°Estamos tratando de explorar este continente desde nuestras diferencias¡±, aseguraba Baraka, un novel autor marroqu¨ª que abona un camino m¨¢s cercano al de Terrence Malick que al del costumbrismo magreb¨ª. ¡°Es un continente muy rico en ideas, a las que hay que encontrarles una expresi¨®n cinematogr¨¢fica propia¡±, agregaba, advirtiendo que lo com¨²n y doloroso en ?frica (las guerras, las enfermedades, la pobreza) requieren una aproximaci¨®n desde el compromiso social, y que tambi¨¦n hay cosas que ¡°quiz¨¢ no sean problemas compartidos¡±, por lo que pueden ser abordados desde ¡°una mirada personal¡±.
El cine tiene continuidad en las comunidades, cuando las cintas se proyectan y los habitantes de esos barrios de la pantalla pueden verse una y otra vezMohamed Sessy Kamara, realizador audiovisual.
Otro director que a Tenerife ha tra¨ªdo una ¨®pera prima es el sierraleon¨¦s Mohamed Sessy Kamara, quien sostiene que, con todo, ¡°?frica siempre es ?frica¡±, incluso considerando las culturas, creencias y tradiciones diferentes; para aseverarlo solo le basta constatar su presencia como ¨²nico africano en el restaurante de un hotel tur¨ªstico en Canarias. ¡°Esto tambi¨¦n es el cine: estar en lugares donde no te imaginaste estar, con gente que ve¨ªas en las pantallas de cine¡±, apunta, sonriente, con agradecimiento a su oficio.
Como tantos otros creadores que, en el continente, tienen que sobreponerse a condiciones muy adversas de producci¨®n, Sessy Kamara insiste en que no hay que rendirse, sino ¡°ser parte del proceso de las soluciones¡±. Acerca de la g¨¦nesis de su pel¨ªcula, comenta que quer¨ªa hablar del tribalismo que afecta a la pol¨ªtica, en su pa¨ªs ¡ªel cual por fin ha salido de a?os de guerras fratricidas¡ª, pero que opt¨® por preservarse (de la persecuci¨®n o la c¨¢rcel), contando una peque?a historia de vida, que contiene los diferentes puntos de vista de los integrantes de una ¨²nica familia, que son representativas de lo que se sufre y¨¦ndose (y enfrent¨¢ndose a las injusticias exteriores) o qued¨¢ndose en las inequidades dom¨¦sticas.
El cine, argumenta, tiene continuidad en las comunidades, cuando las cintas se proyectan y los habitantes de esos barrios de la pantalla pueden verse una y otra vez, en nuevas compa?¨ªas.
A su turno, Le?la Cha?bi habla de los ¡°mestizajes e influencias que vienen del exterior del continente africano¡±, por lo que, seg¨²n la realizadora francoargelina, los desaf¨ªos comunes de los africanos pasan por las dificultades de producci¨®n, empezando por la financiaci¨®n, que tambi¨¦n hay que conseguir en el exterior, con la consiguiente b¨²squeda de un equilibrio. ¡°El documental es un ejercicio dif¨ªcil, porque se trata de ilustrar la realidad, desde la experiencia personal, a la que se a?ade el hecho de tener pasar mucho tiempo con gente con la que uno no est¨¢ acostumbrado a estar habitualmente¡±, apunta.
En ?frica, seg¨²n Cha?bi, ¡°la frontera entre la ficci¨®n y el cine de lo real es mucho m¨¢s sensible¡±. El p¨²blico de la isla de Tenerife, tan lejos y tan cerca de ?frica, conoce bien estas intersecciones, tambi¨¦n la del Sur enclavado en el Norte. Quiz¨¢ por eso agradezca con entusiasmo estas convocatorias.
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