Reciclado con impacto social en Kenia

Cualquiera que se acerque a Kibera, uno de los mayores barrios informales de ?frica, queda impactado por la enorme cantidad de desperdicios. Las personas que vivimos aqu¨ª ya estamos acostumbrados porque no hay otra alternativa, el ayuntamiento no dispone de servicio de recogida de basura en esta zona, pero evidentemente no queremos vivir as¨ª y hacemos lo posible por cambiar esta realidad. En mi caso, lo hago activamente, ya que trabajo en una de las plantas de reciclaje que existen en el barrio, Kleanbera Recycling, desde la que cada d¨ªa tenemos el reto de contribuir a una mayor salubridad para las 50.000 personas que viven en la zona de Silanga y, por supuesto, de aportar nuestro granito de arena al cuidado del medio ambiente.

Un d¨ªa cualquiera en nuestra planta de reciclaje no es f¨¢cil, puede ocurrir cualquier cosa. Que no nos llegue el suministro de electricidad a causa de las lluvias (necesitamos tres l¨ªneas el¨¦ctricas para poder funcionar), que el pl¨¢stico se haya llenado de barro y pese tanto que sea mucho m¨¢s complicada su manipulaci¨®n o que la m¨¢quina de triturar se haya estropeado en un apag¨®n y, entonces, tan solo nos queda esperar a que todo vuelva a la normalidad para seguir trabajando. Pero no cejamos en nuestro empe?o, ya que somos conscientes del enorme impacto que este tipo proyectos generan en la comunidad, tanto a nivel social como medioambiental. Adem¨¢s, desde Kleanbera impartimos una serie de talleres de formaci¨®n tanto a las personas de la planta como a la infancia de los colegios cercanos y a las personas adultas de la comunidad para concienciar sobre la importancia del reciclaje, esencial para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 11 ¨Dlograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros y sostenibles¨D y 13 ¨Dadoptar medidas urgentes contra el cambio clim¨¢tico¨D en 2030.

Se calcula que Kibera genera una media de 226 toneladas de basura al d¨ªa

Se calcula que Kibera genera una media de 226 toneladas de basura al d¨ªa. Por ello, el trabajo de la comunidad es incansable para lograr unas condiciones m¨ªnimas de habitabilidad en el barrio. En este sentido, tiene un papel esencial el fomento del reciclaje de pl¨¢stico, ya que, aunque desde 2017 se prohibi¨® la fabricaci¨®n, importaci¨®n, distribuci¨®n y comercializaci¨®n de bolsas de pl¨¢stico, como bien sabemos, este se encuentra muy presente en la mayor¨ªa de productos que compramos, siendo una constante en nuestras vidas.

Esta planta de reciclaje lleva abierta desde 2014 y el proyecto ha cambiado bastante desde que se cre¨®; el mundo del reciclaje se ha ido expandiendo poco a poco dentro de Kibera y a d¨ªa de hoy trabajan seis personas en el equipo. El material principal que se gestiona en la planta es el pl¨¢stico que se compra a personas particulares procedentes en su mayor¨ªa de Kibera. Despu¨¦s se vende el triturado a compa?¨ªas privadas y a clientes particulares. Las empresas suelen realizar el siguiente proceso para su posterior uso: un primer lavado del material, lo someten a altas temperaturas para conseguir que se funda, lo enfr¨ªan y lo cortan en peque?os trozos. Finalmente, estos pedazos ir¨¢n a una m¨¢quina de moldeo para hacer nuevos art¨ªculos.

A pesar de que el pl¨¢stico es uno de los desperdicios principales y m¨¢s contaminantes, a finales del 2021, en la planta se decidi¨® ampliar la compra de materiales distintos tales como metal, cristales y cartones, entre otros, para ampliar la contribuci¨®n. Se trata de un trabajo lento, pero me siento muy orgullosa porque, por ejemplo, entre el a?o pasado y este, llevamos recogidas y recicladas 44,8 toneladas de pl¨¢stico en la planta. Se trabaja duro para incrementar mes a mes estas cifras y que los vecinos de Kibera sean cada d¨ªa m¨¢s conscientes de la importancia de un gesto tan simple como no tirar una botella al suelo.

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