Transforma tu pl¨¢stico en agua potable
Muchos centros educativos trabajan para concienciar sobre la emergencia clim¨¢tica. El protagonista hoy es un colegio p¨²blico de Zaragoza que se propuso transformar los desperdicios de pl¨¢stico en objetos funcionales y art¨ªsticos, y con ellos financiar filtros de agua potable para colegiales colombianos
¡°Basta de tratar a la naturaleza como un retrete¡± es una afirmaci¨®n del Secretario General de las Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, en la apertura de la Conferencia sobre el Cambio Clim¨¢tico de la COP26 en Glasgow. ¡°Estamos cavando nuestra propia tumba¡±, a?ade, de acuerdo con el sentir de amplios sectores de la sociedad, que reclaman mayor compromiso en las medidas anunciadas y desplegad...
¡°Basta de tratar a la naturaleza como un retrete¡± es una afirmaci¨®n del Secretario General de las Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, en la apertura de la Conferencia sobre el Cambio Clim¨¢tico de la COP26 en Glasgow. ¡°Estamos cavando nuestra propia tumba¡±, a?ade, de acuerdo con el sentir de amplios sectores de la sociedad, que reclaman mayor compromiso en las medidas anunciadas y desplegadas por los gobiernos para afrontar la actual emergencia planetaria, con criterios de justicia social y clim¨¢tica.
Algunas instituciones educativas llevan tiempo trabajando este compromiso. El estudio y cuidado del medio ambiente se integran en el dise?o de los aprendizajes y en sus modos de vida cotidianos, en la reorganizaci¨®n de los recursos del centro, en las relaciones de aula, pasillos, patios... La formaci¨®n de una conciencia conservacionista y ambientalista se configura como un eje curricular esencial del centro educativo y un modo de hacer docente.
El 11 de abril de 2019, es una fecha importante en la memoria del Colegio P¨²blico de Educaci¨®n Infantil y Primaria Foro Romano, de Cuarte de Huerva (Zaragoza). Se clausuraba la exposici¨®n Transforma tu pl¨¢stico en agua potable, en un ambiente ¡°de mucha emoci¨®n, muchos nervios...¡±, comentan las profesoras Yolanda P¨¦rez, Cristina Burriel y Tamara Villarroya. Significaba el colof¨®n de un trabajo de dos meses de indagaci¨®n, concienciaci¨®n y acci¨®n, desarrollado con ni?as y ni?os de segundo curso de Educaci¨®n Infantil.
Llevaban tiempo queriendo aprender, ordenada y sistem¨¢ticamente, ensamblando acci¨®n y reflexi¨®n, sobre tem¨¢ticas de amplio calado. En este caso, fue el desperdicio irresponsable y la reutilizaci¨®n como alternativa de salud y justicia. Se hab¨ªan propuesto transformar los desperdicios de pl¨¢stico en objetos funcionales y art¨ªsticos, y estos en la financiaci¨®n de filtros de agua potable para colegiales colombianos; compa?eras y compa?eros de otros lugares del planeta, la casa com¨²n, necesitados de este bien imprescindible.
¡°Est¨¢bamos convencidas de la necesidad de que nuestro alumnado participara de manera activa en cuidar nuestro mundo¡±, afirman las docentes.
Consumo y escuela
Las escuelas se encuentran inmersas en un discurso parad¨®jico que las tensiona y distrae de su sentido m¨¢s genuino: la formaci¨®n de una ciudadan¨ªa plena, comprometida con el conocimiento y la justicia social y ambiental.
Medios de comunicaci¨®n, pol¨ªticas gubernamentales y empresariales, sectores de la opini¨®n p¨²blica e informes internacionales apuestan por el crecimiento de la producci¨®n, el consumo compulsivo, el poder de compra... sin reparar en las consecuencias y el subsiguiente despilfarro. Por ejemplo, la European Round Table for Industry (ERT), se ha venido lamentando de que ¡°la industria tuviera tan poca influencia en los programas ense?ados en las escuelas¡± y que los docentes dispusieran de ¡°una comprensi¨®n tan insuficiente del entorno econ¨®mico y no comprendan las necesidades de la industria¡±. Reclaman de los responsables pol¨ªticos ¡°incluir a los industriales a todos aquellos debates que se refieran a la educaci¨®n¡±.
Discurso opuesto y paralelo al que mantiene la ciencia, las declaraciones gubernamentales m¨¢s solemnes y algunos movimientos sociales (?Basta de bla-bla-bla!). Una proclama que se viraliza con cada una de las 26 Cumbres del Clima, denunciando lo poco que hemos aprendido. La repercusi¨®n de nuestro modo de vida en el deterioro del medio ambiente y en el cambio clim¨¢tico ha quedado patente. Y, sin embargo, nos ¡°topamos con frecuencia con el ox¨ªmoron del crecimiento verde que nos intenta hacer creer ciegamente en inventos tecnol¨®gicos futuros, en aras de mantener el status quo (negocionismo)¡±.
Algunas escuelas innovadoras tratan de superar este discurso de contrarios y lo consiguen con la creaci¨®n de escenarios de investigaci¨®n, aprendizaje y cuidado, para todas y para todos, en coordinaci¨®n con otros muchos espacios de humanizaci¨®n; reconociendo el poder de construcci¨®n y transformaci¨®n de lo social con los otros.
En este empe?o la educaci¨®n se reconoce en la pr¨¢ctica del di¨¢logo, de una relaci¨®n comunicativa autentica entre educador, educando y mundo social. Trata de superar la contradicci¨®n educador-educandos y asumir que los seres humanos se educan en comuni¨®n, mediatizados por el mundo.
La construcci¨®n de conciencias cr¨ªticas y la descolonizaci¨®n del pensamiento y el imaginario dominante se posibilitan desde esa posici¨®n de di¨¢logo que logra desplegarse, en este caso, en el proyecto Transforma tu pl¨¢stico en agua potable, del Colegio Foro Romano.
Orden y rigor en el aprendizaje
El proyecto se inicia en conversaciones informales sobre el cuidado de las instalaciones del colegio. Pronto atraviesa las paredes del aula y entra a formar parte de un ¨¢mbito de trabajo com¨²n para todo el centro sobre el medioambiente y su cuidado.
El inter¨¦s despertado plantea la necesidad de contar con m¨¢s informaci¨®n; recurren, entre otras fuentes, a las respuestas de las familias, a trav¨¦s de emails, sobre cuestiones de cuidado del entorno. Se bajaron las fotograf¨ªas que les mandaban y las a?adieron a las realizadas por el alumnado. Recopilaron, tambi¨¦n, las sugerencias de soluci¨®n que les ofrec¨ªan. Toda esta informaci¨®n nutr¨ªa el di¨¢logo que manten¨ªan en clase. Una muestra de c¨®mo nos educamos en comunidad y mediatizados por la realidad de nuestro mundo.
De estos intercambios surgieron las primeras hip¨®tesis de trabajo, e incluso algunas l¨ªneas de actuaci¨®n, que deb¨ªan ser contrastadas y valoradas en su funcionalidad.
Visionaron el v¨ªdeo Nuestro mundo, elaborado ad-hoc por Yolanda P¨¦rez. Mostraba im¨¢genes, consideraciones y preguntas de este tipo:. ¡°El mundo que habitamos, ?es un mundo perfecto?¡±, ¡°Depende desde donde lo miremos¡±, ¡°Tenemos que pensar c¨®mo lo queremos¡± ... De manera natural surg¨ªa la reflexi¨®n grupal sobre ¡°lo que nos gusta y lo que no, del mundo que hemos visionado¡±.
Seg¨²n nos comentan Yolanda P¨¦rez y Cristina Burriel: ¡°Les llama mucho la atenci¨®n todo lo relacionado con las aguas, no les gusta la basura, la contaminaci¨®n de las playas y de los oc¨¦anos, y se sorprenden de la falta de agua potable en algunas zonas del planeta.¡±
Algunas familias participaron en estos debates, les visitaron y compartieron explicaciones y soluciones, aportando nuevas perspectivas. Recurrieron, tambi¨¦n, a expertos. Visionaron dos grabaciones, sobre una experiencia de aprendizaje similar, que les remiti¨® Mar¨ªa Celma, maestra del CEIP Monta?a Pelada, de Santa Cruz de Tenerife.
¡°Mar¨ªa Celma, maestra del proyecto la Patrulla Marina, nos cont¨® los muchos trucos que ellos utilizan para cuidar el medio ambiente. No utilizan pajitas (ya sabemos que son muy peligrosas para animales como las tortugas), usan cantimploras para el agua y recogen basura de la playa, entre otras muchas actividades.¡± Escribe Yolanda P¨¦rez, en una de las entradas de su blog de aula.
Siendo conscientes de una determinada realidad y de la capacidad que ten¨ªan como grupo, acuerdan adoptar un lema que les identifique. Lo consiguen, respondiendo a uno de los interrogantes que plantea Olga de Dios en su cuento la Rana de Tres Ojos... ¡°Quer¨ªa cambiar las COSAS, pero se sent¨ªa muy peque?a para conseguirlo ?Ser¨ªa imposible?¡± As¨ª surgi¨®... ¡°?Somos peque?os, pero podemos cambiar el mundo!¡±
Hab¨ªa llegado el momento de actuar y deb¨ªan ser consecuentes. Ten¨ªan que organizarse y trabajar juntos en busca de un prop¨®sito com¨²n. Cada una de las clases se constituy¨®, entonces, en un club con sus propios estatutos, reglas, carn¨¦s, logotipos, slogans y se?as de identidad. En este caso, chapas para ropa. As¨ª aparecen los clubs de los Superterrestres, los Protectores del planeta y el Equipo Salvamundos. Estaban seguros de que unidos podr¨ªan ¡°cambiar muchas cosas que no les gustaban¡±.
Se hab¨ªan convencido de que reutilizar el pl¨¢stico fabricando objetos bellos y ¨²tiles podr¨ªa servir para financiar filtros de agua potable para sus amigas y amigos de Colombia. El prop¨®sito que les guiaba estaba en plena efervescencia. De ah¨ª, que nos quede mucho por contar. Prometemos hacerlo en el pr¨®ximo post. Continuar¨¢...
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