La mujer que quiere tomarle la temperatura al mar
La senegalesa Lala Kounta, primera doctora en oceanograf¨ªa en su pa¨ªs, busca financiaci¨®n para instalar un sistema de observaci¨®n que le permita medir, predecir y prevenir el impacto del cambio clim¨¢tico en la costa africana
Lala Kounta (33, Bambey, Senegal) se acomoda el velo negro, pespuntado de abalorios tambi¨¦n negros, en una galer¨ªa de Casa ?frica, estos d¨ªas en pleno proceso de reformas, entre martillazos, retazos de pintura seca descolorida que se desprenden de las paredes y temas de Marc Anthony canturreados por alg¨²n obrero. Le quedan apenas unos d¨ªas para abandonar Las Palmas de Gran Canaria y poner rumbo a Dakar, Senegal, la ciudad donde vive con su marido, economista, y su hija de tres a?os. Tiene los ojos grandes, almendrados y pl¨¢cidos, y la sonrisa serena y se deja fotografiar y entrevistar educadamente aunque le quedan gestiones pendientes para la partida y la cabeza le bulle con proyectos e ideas a medio cocinar. Considera que divulgar su labor es parte del trabajo, as¨ª que ha reservado la ma?ana para dedicarse a la tarea de dejarse conocer.
Kounta acaba de completar seis meses trabajando en un centro cient¨ªfico de excelencia clavado en el costado nororiental de Gran Canaria, la Plataforma Oce¨¢nica de Canarias. Esta, la PLOCAN, se define como una ICTS (Infraestructura Cient¨ªfica y Tecnol¨®gica Singular), cofinanciada por el Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n del Gobierno de Espa?a, el Gobierno de Canarias y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), dentro del Programa Operativo de Canarias. La senegalesa desarroll¨® su labor en tierra firme, en una de las oficinas de Taliarte, a un agradable paseo a pie del piso que alquil¨® en la zona. Pero se trata ¨Dcomo ellos explican en su propia web¨D de ¡°una infraestructura polivalente de servicios t¨¦cnico-cient¨ªficos, que da soporte a la investigaci¨®n, el desarrollo tecnol¨®gico y la innovaci¨®n en los sectores marino y mar¨ªtimo, con instalaciones y laboratorios tanto en tierra como en el mar¡±. Desde su apartamento y desde las oficinas que frecuent¨® puede observarse a placer la figura de caj¨®n que emerge del mar a kil¨®metro y medio de donde rompen las olas, como un raro juguete gigante de lego abandonado en la orilla, y que acoge la plataforma oce¨¢nica offshore.
La cient¨ªfica tiene 33 a?os y un doctorado en Oceanograf¨ªa F¨ªsica y Ciencia del Clima, el primero (y por el momento, ¨²nico) de una mujer en Senegal. Licenciada en Ciencias F¨ªsicas, defendi¨® su tesis en julio de 2019 y ejerce actualmente como profesora adjunta e investigadora posdoctoral en el Laboratorio de F¨ªsica de la Atm¨®sfera y del Oc¨¦ano Sim¨¦on Fongang, de la Universidad Cheikh Anta Diop (Dakar). Especializada en meteorolog¨ªa, oceanograf¨ªa y gesti¨®n de tierras ¨¢ridas, pas¨® por la PLOCAN para desarrollar un proyecto de investigaci¨®n sobre el impacto de las olas de calor de la costa occidental africana en los ecosistemas marinos, auspiciada por el programa Ellas Investigan de la Fundaci¨®n Mujeres por ?frica. Esta iniciativa tambi¨¦n cuenta con el apoyo del Gobierno de Canarias.
Con la subida de la temperatura del mar, se reproducen unas algas nocivas para la salud de los peces de la zona, pero tambi¨¦n de los pescadores, que acaban sufriendo enfermedades en la piel
Al mismo tiempo que ella, otras dos cient¨ªficas africanas se beneficiaron de una estancia similar a la suya en centros investigadores canarios el a?o pasado: la zambiana Brenda Namumba, astrof¨ªsica visitante en el Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC), y la tambi¨¦n senegalesa Marie Ndiaye, ingeniera inform¨¢tica visitante en el Instituto Universitario de Investigaciones Biom¨¦dicas y Sanitarias (IUIBS), en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En el caso de Namumba, el campo de trabajo fue el estudio de las galaxias y en el de Ndiaye, la inform¨¢tica aplicada a la medicina.
Lala Kounta sale de la PLOCAN con los contactos y las primeras gestiones encaminadas a buscar la financiaci¨®n para poder instalar un sistema de medici¨®n de la temperatura del oc¨¦ano en su pa¨ªs, algo que todav¨ªa no existe y que puede contribuir decisivamente a predecir y prevenir el cambio clim¨¢tico. El compromiso de la PLOCAN es devenir un socio estrat¨¦gico que facilite ¡°la formaci¨®n en gesti¨®n y mantenimiento de este sistema¡±, unas capacidades de las que Senegal carece en este momento.
¡°Estoy investigando el efecto del cambio clim¨¢tico sobre el oc¨¦ano¡±, precis¨® ella a cada persona que se interesaba por su ¨¢rea de trabajo en Casa ?frica. Se?al¨® tambi¨¦n que hay un impacto claro del aumento de la temperatura del mar en los ecosistemas marinos a lo largo de toda la costa occidental africana y que la frecuencia recurrente de los fen¨®menos extremos meteorol¨®gicos provoca problemas dentro y fuera del mar. De hecho, Kounta se?alaba que las diferentes corrientes que lavan y alimentan las orillas africanas (y canarias) se conectan y que todos nos enfrentamos a problemas y desaf¨ªos comunes.
¡°Por ejemplo, con la subida de la temperatura del mar, se reproducen unas algas nocivas para la salud de los peces de la zona, pero tambi¨¦n de los pescadores, que acaban sufriendo enfermedades en la piel¡±, subray¨® ella. ¡°Es conocido el caso de la muerte masiva de pescado en Mauritania en septiembre de 2020 por falta de ox¨ªgeno. Un aumento de dos grados de la temperatura del mar significa que disminuyen los nutrientes y el pescado muere o migra buscando corrientes m¨¢s fr¨ªas y, por tanto, los pescadores faenan en vano. El aumento de la temperatura del oc¨¦ano afecta a toda la cadena tr¨®fica, desde el plancton hasta las personas, creando un desequilibrio en el ecosistema marino y terrestre¡±. Ese cambio de temperatura, a?ade, tambi¨¦n influye en el grado de acidez, la salinidad y el ph del mar, entre otras cuestiones, mientras que los fen¨®menos extremos se reproducen de manera m¨¢s violenta y recurrente.
Por todos estos motivos, Kounta opina que es necesario, primero que nada, saber exactamente lo que pasa en ese oc¨¦ano del que conocemos tan poco. ¡°Hay que intentar prever y prevenir, con un sistema de observaci¨®n y medici¨®n en tiempo real que nos ayude a poner en marcha un sistema de predicci¨®n y un sistema de adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico, de toma de decisiones pol¨ªticas¡±, se?ala. Y a eso le da vueltas mientras se repasa el velo, se felicita por reunirse pronto con su familia y sigue planificando los pr¨®ximos pasos de su investigaci¨®n y de avance de su proyecto de sistema de medici¨®n de la temperatura del mar. Vive en la urgencia: el oc¨¦ano se est¨¢ comiendo las costas de su pa¨ªs y los pescados huyen de los caladeros donde los senegaleses, muy dependientes de la fertilidad y la buena salud del mar, intentan ganarse la vida y alimentarse. Sin datos, ella sabe que es imposible tomar decisiones inteligentes y productivas y est¨¢ determinada a luchar contra el omnipresente cambio clim¨¢tico bien informada. Por eso quiere empezar por tomarle la temperatura al mar.
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