Europa debe dar prioridad a la infancia en su respuesta a la guerra de Ucrania
Con demasiada frecuencia, los ni?os que buscan seguridad en otros pa¨ªses se encuentran con violencia, discriminaci¨®n y marginaci¨®n
El 24 de febrero, Halyna (nombre ficticio) se despert¨® en Kiev y encontr¨® a su madre llorando mientras ve¨ªa las noticias en la televisi¨®n. ¡°Comprend¨ª que la guerra hab¨ªa comenzado y mis primeras palabras fueron: ¡®?Vivir¨¦ hasta los 12 a?os?¡±.
Halyna oy¨® los misiles sobre su cabeza y las explosiones que hicieron temblar las ventanas de su casa. Tras esconderse en un refugio antibombas durante seis d¨ªas, su familia hizo las maletas y se fue a vivir a un refugio en Chernivtsi, al oeste de Ucrania.
Esta es la realidad que viven millones de ni?os y ni?as en Ucrania, y millones m¨¢s que han huido de la guerra. Con este tel¨®n de fondo, la Uni¨®n Europea (UE) debe priorizar la protecci¨®n de los derechos de la infancia.
La UE puede estar orgullosa de muchos de sus esfuerzos para proteger a los ni?os procedentes de Ucrania. Su r¨¢pida activaci¨®n de la Directiva de Protecci¨®n Temporal ha permitido que dos millones de ni?os refugiados hayan encontrado la seguridad y la estabilidad que necesitan desesperadamente. Tambi¨¦n ha movilizado m¨¢s de 700 millones de euros para la respuesta humanitaria dentro de Ucrania. Pero por muy bienvenidas que sean estas medidas, la enorme escala de la crisis ha creado enormes desaf¨ªos para los gobiernos.
Cuando viaj¨¦ a Polonia vi de primera mano la magnitud de la crisis y los esfuerzos de las autoridades y organizaciones nacionales para responder. Los ayuntamientos est¨¢n haciendo un trabajo incre¨ªble para garantizar que los ni?os puedan acceder a la educaci¨®n, pero no tienen fondos para contratar a m¨¢s personal docente.
Pude comprobar la escasez de profesores de idiomas para ayudar a los ni?os y ni?as de Ucrania a aprender polaco y prepararlos para su escolarizaci¨®n. Y no es solo el apoyo ling¨¹¨ªstico lo que necesitan estos ni?os: muchos, como Halyna, tienen terribles recuerdos del conflicto; necesitar¨¢n apoyo psicosocial para integrarse en la escuela. Este es un reto en toda la UE, con pa¨ªses como Espa?a que acogen a 140.000 refugiados, la mitad de ellos ni?os. Matricular a tantos ni?os en los sistemas educativos nacionales exige un gran esfuerzo y una importante dotaci¨®n de recursos para ampliar la respuesta escolar.
El mero hecho de que los ni?os de Ucrania est¨¦n protegidos y de que los gobiernos hagan todo lo posible por proporcionarles servicios es un paso positivo para la UE. Con demasiada frecuencia, los ni?os que buscan seguridad en Europa se encuentran con violencia, discriminaci¨®n y marginaci¨®n. La respuesta de Ucrania puede servir de modelo para tratar a todos los ni?os y ni?as que llegan a Europa con dignidad y respeto, como destac¨® recientemente la presidenta Von der Leyen en el discurso sobre el estado de la Uni¨®n Europea.
M¨¢s de 205 millones de personas en 45 pa¨ªses se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria, y 60 millones de ni?os y ni?as est¨¢n gravemente desnutridos
El conflicto en Ucrania asimismo est¨¢ afectando a los ni?os en Europa. Ha provocado un aumento de la inflaci¨®n y ha contribuido a una aguda crisis del coste de vida. En los Pa¨ªses Bajos, el coste de los alimentos ha subido un 18,5% en los ¨²ltimos 11 meses, y el 17,1% de los ni?os en Espa?a viven en familias que no pueden pagar sus facturas de servicios p¨²blicos, la hipoteca o el alquiler a tiempo debido a las dificultades financieras. Las repercusiones m¨¢s pronunciadas se producen en los ni?os que ya viven en la pobreza, ya que las familias con menos ingresos se ven obligadas a elegir entre comer o calentarse.
La UE no debe perder de vista sus compromisos para hacer frente a la pobreza infantil ni desviar recursos de este esfuerzo al apoyo, igualmente importante, de los ni?os refugiados de Ucrania. Los esfuerzos para atajar la inflaci¨®n deben ir acompa?ados de aumentos en las ayudas a la infancia y en las prestaciones sociales para ayudar a afrontar la emergencia del coste de la vida.
La ra¨ªz de la crisis del coste de vida es la dr¨¢stica reducci¨®n del suministro de combustible f¨®sil procedente de Rusia, del que depende en gran medida la econom¨ªa de la UE. La forma en que Europa responda a esto es muy importante. Si los pa¨ªses no se deshacen de su dependencia de los combustibles f¨®siles, traicionar¨¢n a esta y a las futuras generaciones de ni?os y ni?as.
Por ¨²ltimo, la guerra de Ucrania, la subida de los precios de los alimentos y el combustible ha repercutido en los pa¨ªses con mayores necesidades. M¨¢s de 205 millones de personas en 45 pa¨ªses se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria, y 60 millones de ni?os y ni?as est¨¢n gravemente desnutridos. En Somalia y los pa¨ªses del Sahel est¨¢ sumiendo a m¨¢s ni?os en el hambre y convirtiendo una crisis en una cat¨¢strofe, en un momento en que muchos gobiernos europeos est¨¢n recortando los presupuestos de ayuda al desarrollo o desvi¨¢ndolos para apoyar a los refugiados en sus pa¨ªses.
La UE debe utilizar su peso diplom¨¢tico y financiero como respuesta. En Ucrania, en Europa y en todo el mundo, los ni?os y ni?as son los m¨¢s afectados por los efectos directos y secundarios de la guerra. La UE cuenta con los medios para hacer frente a estos problemas, pero ser¨¢ necesaria una voluntad pol¨ªtica y compromisos a largo plazo para garantizar que estos ni?os reciban el mismo apoyo y protecci¨®n.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.