A mitad de camino de la agenda 2030: ?el mundo ha dejado de progresar?
Sin reformas estructurales del sistema financiero internacional, sin un modelo de cooperaci¨®n al desarrollo y sin transformaci¨®n profunda de los sistemas alimentarios y de producci¨®n, el futuro se presenta sombr¨ªo y poco alentador
Vivimos hoy un mundo m¨¢s pac¨ªfico, inclusivo, democr¨¢tico y desarrollado que el de hace apenas unas d¨¦cadas. Son m¨²ltiples los indicadores y datos que sustentan esta tesis progresista, a pesar de que algunos insisten con narrativas regresivas. Sin embargo, desde hace algunos a?os ¡ªm¨¢s expl¨ªcitamente desde la pandemia¡ª el progreso ha comenzado a estancarse, e incluso, se registran retrocesos en ¨¢mbitos fundamentales. Millones de personas han vuelto a caer en la pobreza, los conflictos armados se multiplican, la desigualdad y el hambre es cada vez mayor, y la cat¨¢strofe clim¨¢tica parece estar fuera de control. Debido a esta policrisis de dimensiones hist¨®ricas, el ?ndice de Desarrollo Humano lleva dos a?os consecutivos cayendo. Cabe entonces preguntarse: ?el mundo ha dejado de progresar? ?Pueden revertirse los logros obtenidos durante d¨¦cadas de desarrollo?
A mitad de camino de la agenda 2030 ¡ªprincipal hoja de ruta de la comunidad internacional sobre el desarrollo sostenible¡ª sabemos que sus objetivos (ODS) no podr¨¢n ser alcanzados. La agenda cristaliz¨® una idea compartida de bienestar futuro acordada por los pa¨ªses, sector privado y sociedad civil, antes de que la guerra en Ucrania, la pandemia y la crisis financiera dejaran un mundo fragmentado con una idea de comunidad internacional desvanecida. Con metas cada vez m¨¢s lejanas, la agenda comienza a quedar relegada. Y sin esta visi¨®n com¨²n, ser¨¢ muy dif¨ªcil recuperar la senda del progreso. Por eso, la ONU ha llamado a una cumbre en septiembre de este a?o para revitalizar la agenda y pedir a los pa¨ªses que aumenten sus esfuerzos para alcanzar los objetivos. En concreto, se les pide invertir unos 500.000 millones de d¨®lares (unos 450.000 millones de euros) adicionales por a?o, reconceptualizar el sistema internacional de endeudamiento ¡ªlos pa¨ªses pobres se encuentran ¡°sepultados bajo una monta?a de deuda¡ª¡± y comprometerse de modo urgente en la acci¨®n clim¨¢tica.
No ser¨¢ f¨¢cil consolidar una visi¨®n com¨²n. Por un lado, porque el contexto geopol¨ªtico es poco proclive a acuerdos globales. Por otro, porque los pilares fundamentales de la agenda 2030 enfrentan desaf¨ªos estructurales
Pero no ser¨¢ f¨¢cil consolidar una visi¨®n com¨²n. Por un lado, porque el contexto geopol¨ªtico es poco proclive a acuerdos globales. Por otro, porque los pilares fundamentales de la agenda 2030 ¡ªconocidos como las 5P del desarrollo sostenible, es decir, paz, prosperidad, personas, planeta y alianzas, partnerships en ingl¨¦s¡ª enfrentan desaf¨ªos estructurales.
Sufrimos el mayor n¨²mero de conflictos violentos desde 1945. Las guerras de Ucrania, Etiop¨ªa o Sud¨¢n son los ejemplos m¨¢s contundentes de esta preocupante tendencia, pero los niveles de conflictividad han aumentado en casi 80 pa¨ªses. Vemos r¨¦cords hist¨®ricos de desplazamientos forzados y personas con necesidades humanitarias. Al menos 130 millones de personas han vuelto a caer en la pobreza en 2022 y se espera que 600 millones (casi el 7% de la poblaci¨®n mundial) vivan en situaci¨®n de pobreza extrema en 2030. La mayor crisis alimentaria de la historia contin¨²a profundiz¨¢ndose. Casi un tercio de la poblaci¨®n mundial ha tenido problemas para acceder a alimentos durante 2022. Por ¨²ltimo, y no menos preocupante, la crisis clim¨¢tica que podr¨ªa afectar hasta a 3.000 millones de personas ya muestra efectos devastadores. Somos testigos del aumento considerable en olas de calor, sequ¨ªas, inundaciones e incendios forestales. De no actuar de modo urgente, las cat¨¢strofes ser¨¢n cada vez m¨¢s frecuentes e intensas.
Para hacer frente a estas cuestiones, la p¨¦rdida de centralidad de la ONU ha generado una proliferaci¨®n de alianzas y actores que, lejos de complementarse o potenciarse, terminan compitiendo por financiamiento y diluyendo mensajes claves. Hace unas semanas, Emmanuel Macron lanz¨® una iniciativa de financiaci¨®n global. El a?o pasado, la ONU cre¨® un grupo espec¨ªfico de trabajo sobre alimentos, energ¨ªa y financiaci¨®n. Estas iniciativas conviven con los procesos ligados a los ODS, el Marco de Sendai para la Reducci¨®n de Riesgo de Desastres 2015-2030, los pactos globales sobre refugiados y migrantes, el llamamiento mundial humanitario o el tratado de cambio clim¨¢tico, entre otros. Y a esto se suman los polos de poder mundiales ¡ªlos BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sud¨¢frica), el G-7, un renovado protagonismo de la OTAN, alianzas regionales¡ª que se acercan al desarrollo sostenible desde sus propias perspectivas, interpretaciones, sistemas de valores y m¨¦todos de ejecuci¨®n.
El sistema de cooperaci¨®n al desarrollo actual, dise?ado en los a?os noventa y se?alado como colonialista, costoso y r¨ªgido, parece ya agotado y sin respuesta
En esta compleja burocracia internacional, el sistema de cooperaci¨®n al desarrollo actual, dise?ado en los a?os noventa y se?alado como colonialista, costoso y r¨ªgido, parece ya agotado y sin respuesta. Y no ser¨¢ f¨¢cil reconfigurarlo. En un orden mundial multipolar como el actual, no hay lugar para un modelo centralizado de desarrollo, sino que deben coexistir m¨²ltiples modelos tem¨¢ticos, transversales, regionales, nacionales y subnacionales. El papel de la burocracia internacional ¡ªque deber¨¢ ser minimalista, ligero y din¨¢mico¡ª ser¨¢ el de coordinar la convivencia de estos modelos, haci¨¦ndolos m¨¢s efectivos y complementarios e intentando llevar los recursos y planeamiento estrat¨¦gico m¨¢s cerca de las comunidades beneficiarias.
Perder una visi¨®n integral de desarrollo o bienestar futuro presenta asimismo sus riesgos. El m¨¢s peligroso es que se les proponga ¡ªo imponga¡ª a los ciudadanos progreso en algunas ¨¢reas en detrimento de otras o vulnerando derechos. Por ejemplo, obligar a las personas a sacrificar privacidad o libertades a cambio de obtener progreso econ¨®mico o servicios en salud o educaci¨®n. La ausencia de un est¨¢ndar internacional al cual apuntar puede generar el caldo de cultivo para este tipo de pr¨¢cticas.
La reuni¨®n de septiembre ser¨¢ el term¨®metro que mida el inter¨¦s de los pa¨ªses y la comunidad internacional para avanzar en una agenda com¨²n y deber¨ªa dejarnos algunas pistas del camino a seguir. Lo que est¨¢ claro es que, sin reformas estructurales del sistema financiero internacional, sin un modelo de cooperaci¨®n al desarrollo y sin la transformaci¨®n profunda de los sistemas alimentarios y de producci¨®n, el futuro se presenta sombr¨ªo y poco alentador.
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