Giro soberanista
"No vale la pena discutir que el Tribunal Constitucional ha cometido un grave error"
"No vale la pena discutir que el Tribunal Constitucional ha cometido un grave error. Ese debate ya no lleva a ninguna parte. El hecho cierto es que se ha cerrado una puerta y con ello toda una etapa hist¨®rica. El pueblo de Catalu?a ha expresado su voluntad y esta no cambia porque la puerta se cierre; otras se abrir¨¢n o deber¨¢n abrirse porque la voluntad colectiva de un pueblo no puede conformarse en renunciar a una leg¨ªtima ambici¨®n que 30 a?os de normal y progresivo desarrollo auton¨®mico avalan y protegen". En estos t¨¦rminos se expresaba Miquel Roca en La Vanguardia el 20 de junio de 2010, es decir, inmediatamente despu¨¦s de que se hiciera p¨²blica la STC 31/2010, mediante la cual el Tribunal Constitucional resolvi¨® el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por diputados del PP contra la reforma del Estatuto de Autonom¨ªa para Catalu?a. El t¨ªtulo del art¨ªculo de Miquel Roca era: Espa?a tiene un problema.
No creo que pueda dudarse de que Miquel Roca sabe lo que dice. A ¨¦l se debe la que es, en mi opini¨®n, la mejor definici¨®n que se hizo en las Cortes Constituyentes de 1978 del objetivo que se pretend¨ªa alcanzar con el reconocimiento conjunto del principio de unidad pol¨ªtica del Estado y del derecho a la autonom¨ªa de las nacionalidades y regiones que integran Espa?a, que figura en el art¨ªculo 2 de la Constituci¨®n: "Desde mi perspectiva nacionalista no puedo dejar de constatar, no sin emoci¨®n, que hoy coincidimos todos en la voluntad de poner fin a un Estado centralista; coincidimos todos en alcanzar por la v¨ªa de la autonom¨ªa un nuevo sentido de la unidad pol¨ªtica de Espa?a" (cursivas m¨ªas).
Esta coincidencia es la que, para Miquel Roca, se ha roto con la STC 31/2010.
La Constituci¨®n ha dejado de ser considerada como propia por parte del nacionalismo catal¨¢n
En esta misma l¨ªnea se ha expresado Jordi Pujol. Lo ha hecho en varias ocasiones desde la publicaci¨®n de la STC 31/2010, pero lo ha hecho de manera muy articulada en una conferencia pronunciada el 29 de marzo de 2011 en la Universidad Pompeu Fabra, en la que, tras lamentar en sus palabras iniciales que se trataba de una "conferencia que durante muchos a?os hab¨ªa pensado que no tendr¨ªa que hacer nunca... porque significa reconocer que se han de revisar, como m¨ªnimo, algunos de mis planteamientos de siempre", pasa revista de manera pormenorizada a la contribuci¨®n del nacionalismo catal¨¢n a la gobernabilidad del Estado desde los momentos iniciales de la Transici¨®n hasta el momento inmediatamente anterior a la STC 31/2010, para llegar a la conclusi¨®n de que, tras la sentencia, se ha quedado sin argumentos frente a quienes dentro del nacionalismo catal¨¢n defienden una posici¨®n independentista. Coherentemente con esta conclusi¨®n, Jordi Pujol ha acabado votando positivamente de manera anticipada en la consulta sobre la independencia de Catalu?a celebrada en Barcelona el pasado domingo. (La conferencia de Jordi Pujol no tiene t¨ªtulo y ha sido publicada en su integridad en La Vanguardia en su edici¨®n digital de 29 de marzo de 2011).
El actual presidente de la Generalitat, Artur Mas, y ocho consejeros tambi¨¦n votaron en dicha consulta, que consigui¨® una participaci¨®n general del 18%.
Independientemente de lo que pensemos los dem¨¢s sobre la STC 31/2010, lo que s¨ª parece claro es que el nacionalismo catal¨¢n considera que se ha roto el pacto constituyente sobre cuya base se hab¨ªa venido ejerciendo el derecho a la autonom¨ªa. A pesar de que se ha seguido escrupulosamente el procedimiento de reforma definido en la Constituci¨®n y en el Estatuto de Autonom¨ªa para Catalu?a, el Tribunal Constitucional ha decidido que la voluntad expresada a trav¨¦s de dicho procedimiento no cabe en la Constituci¨®n. La puerta se ha cerrado y ustedes se quedan fuera. El giro soberanista del nacionalismo catal¨¢n no es m¨¢s que la respuesta a dicha decisi¨®n del Tribunal Constitucional.
Es pronto para saber qu¨¦ consecuencias puede tener en el funcionamiento de nuestro sistema pol¨ªtico este giro soberanista. Est¨¢ claro, como ha puesto de manifiesto la abstenci¨®n de CiU en la votaci¨®n sobre la proposici¨®n de independencia de Catalu?a en el Parlamento el pasado mi¨¦rcoles, que todav¨ªa no tiene el suficiente peso como para hacer en el Parlamento catal¨¢n y en el Gobierno lo que ya se ha hecho en la calle.
Pero el paso que se ha dado ya no es reversible. La Constituci¨®n espa?ola ha dejado de ser considerada como Constituci¨®n propia por parte del nacionalismo catal¨¢n, que se encuentra ahora en una posici¨®n m¨¢s pr¨®xima a la que se ha encontrado el nacionalismo vasco desde la entrada en vigor de la Constituci¨®n. Se ha borrado pol¨ªticamente la diferencia entre el plan Ibarretxe y la reforma del Estatuto de Autonom¨ªa para Catalu?a.
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