Al final de la luna de miel
Absuelta una psic¨®loga que inform¨® sobre el marido de su paciente
?Por qu¨¦ la gente sue?a con un amor de pel¨ªcula si solo dura dos horas? La pregunta es uno de esos aforismos an¨®nimos que circula por Internet y que te hace imaginar ese fondo c¨¢ustico que conlleva una mala ruptura con la pareja y que en ocasiones es un tr¨¢nsito de la pasi¨®n m¨¢s arrebatada al odio m¨¢s refinado. Le puede pasar a cualquiera.
Los protagonistas de esta historia no son famosos sino personas como usted o como yo, por lo que revelar su identidad solo a?adir¨ªa sufrimiento.
Imagine que tiene problemas con su pareja y que esta est¨¢ en tratamiento psicol¨®gico (el que se trate de hombre o mujer es indiferente, porque hay casos para todos los gustos). Usted, que en este caso es var¨®n, acude una vez a charlar con la psic¨®loga para tratar de mejorar la relaci¨®n, pero finalmente el matrimonio se rompe. En la vista sobre medidas provisionales, en la que se decide la guardia y custodia de sus tres hijos, as¨ª como el r¨¦gimen de visitas, la psic¨®loga presenta, a instancias de su esposa, un informe relativo al estado psicol¨®gico de ella, pero en el que incluye como conclusi¨®n que es usted el que padece graves enfermedades mentales, aunque no especifica cu¨¢les, y precisa que es peligroso para su esposa y para sus hijos establecer cualquier tipo de relaci¨®n con usted por el riesgo f¨ªsico y psicol¨®gico que supone para ellos, ya que usted no est¨¢ capacitado para ejercer como padre, por lo que recomienda que se atribuya a la madre la guardia y custodia, que no le concedan r¨¦gimen de visitas y que se decrete una orden de alejamiento contra usted.
La doctora solo vio al hombre una vez pero recomend¨® no darle la custodia de los hijos
El informe, que fue realizado sin que la psic¨®loga le hubiera examinado con ese fin, fue empleado como informe pericial de parte. Los peritos de parte son esos profesionales -m¨¦dicos, psic¨®logos, economistas, qu¨ªmicos, etc¨¦tera- que comparecen ante el tribunal como expertos a propuesta de una de las partes y que resaltan en su informe aquellos aspectos favorables a quien les ha propuesto y tratan de desacreditar los que le perjudican, en ocasiones deformando la verdad. Se supone que son imparciales, pero nunca lo son y tampoco nunca a ninguno de ellos le ha pasado nada, salvo quiz¨¢ una moment¨¢nea reprobaci¨®n verbal, por no serlo.
El caso es que la psic¨®loga no aport¨® ni un solo dato objetivo en el que supuestamente se hubiera basado para obtener tan dr¨¢sticas conclusiones. Aunque el tribunal asegura que no hay relaci¨®n de causa-efecto con que la guardia y custodia se otorgara a la madre y con el limitado r¨¦gimen de visitas concedido, es evidente que alguna importancia tuvo.
No s¨¦ lo que usted habr¨ªa hecho, pero el protagonista de la historia present¨® una demanda contra la psic¨®loga por intromisi¨®n ileg¨ªtima en su honor.
El juez de Barcelona al que correspondi¨® el caso dijo que no hab¨ªa ninguna noticia de que el marido hubiera tenido un comportamiento excesivo, ni de que hubiera recibido tratamiento ps¨ªquico que "permitiera valorar la mera posibilidad de que conclusiones tan duras se ajustaran a la realidad". Y, tras multar a la psic¨®loga con 3.000 euros, se?al¨® que las expresiones que hab¨ªa incluido en el informe respecto al marido no estaban "justificadas por el ejercicio de su labor".
La Audiencia de Barcelona, a la que correspondi¨® el recurso, estableci¨® que, si la psic¨®loga apreci¨® una posible enfermedad en el esposo, nunca debi¨® comunicarla a su paciente como una conclusi¨®n m¨¦dica y menos cuando ni siquiera le hab¨ªa examinado a esos efectos. Y, tras calificar el comportamiento de la psic¨®loga como "injustificado" y "conducta prohibida", tambi¨¦n confirm¨® la condena de 3.000 euros por da?os y perjuicios.
Ahora la Sala Civil del Tribunal Supremo ha anulado la multa por entender que prevalece la libertad de expresi¨®n de la psic¨®loga frente al derecho al honor del marido. Se?ala que la sentencia de Barcelona no hace especial hincapi¨¦ en que los hechos no eran verdad, sino en el car¨¢cter innecesario e injustificado de un diagn¨®stico de una persona que no era paciente suya. Y agrega que no se ha demostrado que el dictamen incurriera en exceso.
Aprecien c¨®mo a los peritos de parte nunca les pasa nada.
Dec¨ªa con iron¨ªa el escritor catal¨¢n Noel Claras¨®: "Indudablemente la ¨¦poca m¨¢s feliz del matrimonio es la luna de miel; lo malo es que para repetirla han de suceder cosas muy desagradables". Ya ven.
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