La propuesta persigue que el nuevo candidato sea antes secretario general
La elecci¨®n del sustituto de Zapatero en un congreso implicar¨ªa un liderazgo m¨¢s fuerte
Manos libres, sin ataduras, sin condicionamiento de barones o estructura de partido. Para eso necesita tener todo el poder y este solo se consigue si es el o la m¨¢xima l¨ªder del partido, es decir, el secretario general o secretaria general. ?Esta es la significaci¨®n que tiene la propuesta del secretario general de los socialistas vascos de hacer tabla rasa y resolver esta enorme crisis que vive el PSOE con la celebraci¨®n de congreso para sustituir a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, primero en la secretar¨ªa general.
Despu¨¦s, se dar¨¢ por supuesto que una vez conseguido el apoyo de un congreso, el m¨¢ximo ¨®rgano interno, la aclamaci¨®n para que sea el candidato o candidata ?ser¨¢ mucho m¨¢s sencilla. Si el lehendakari, una de las figuras m¨¢s respetadas ahora en el partido pese a los malos resultados del PSE en las votaciones municipales del domingo, consigue apoyos a su propuesta , ?que formalizar¨¢ el s¨¢bado ante el comit¨¦ federal, hay tiempo suficiente para convocar el congreso y que ¨¦ste se celebre antes de que termine el mes de julio. Los congresos del PSOE suelen celebrarse tradicionalmente en julio. El anterior, el XXXVII, se convoc¨® el 4, 5 y 6 de julio de 2008. El XXXV congreso, el que encumbr¨® a Zapatero tras ganarle la partida a Jos¨¦ Bono, tambi¨¦n se resolvi¨® en julio de 2000.
Zapatero fue elegido por solo nueve votos de diferencia con Jos¨¦ Bono, que part¨ªa como ganador?
La elecci¨®n de un secretario general del PSOE lleva aparejada una mec¨¢nica muy diferente a la del proceso de primarias para elegir a un candidato electoral. S¨ª ?hay participaci¨®n de las bases pero mucho menos que para la elecci¨®n de un candidato en la que el universo electoral lo componen todos los militantes, los 220.000 actualmente al corriente de pago en el partido. En cambio los protagonistas de un congreso, entre un m¨ªnimo de 500 delegados y un m¨¢ximo de 2.000, son elegidos en las asambleas territoriales y con un mayor control de los aparatos y sus federaciones. Siempre hay lugar para la autonom¨ªa de tal manera que, en efecto, cada delegado tiene el poder de su voto cuando llegue el momento del congreso, pero previamente es m¨¢s f¨¢cil llegar a los delegados que a 200.000 militantes.
Fue precisamente por esta v¨ªa por la que lleg¨® Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en el mes de julio de 2000 a la secretar¨ªa general del PSOE, tambi¨¦n despu¨¦s de un enorme batacazo electoral. El congreso fue re?ido, con cuatro candidatos y venci¨® Zapatero por solo nueve votos de diferencia con Jos¨¦ Bono, que part¨ªa como ganador.? Durante varias semanas Zapatero visit¨® las federaciones socialistas proponiendo una renovaci¨®n total del proyecto socialista con ayuda de un grupo de fieles entre los que estaba en primera fila Jos¨¦ Blanco, Trinidad Jim¨¦nez, Jes¨²s Caldera, Consuelo Rum¨ª, Jordi Sevilla, Juan Fernando L¨®pez Aguilar y, desde luego, en muy primera fila Carme Chac¨®n, entre otros.? Alfredo P¨¦rez Rubalcaba propici¨® el apoyo a la candidatura de Jos¨¦ Bono pero siempre persigui¨® que Zapatero se uniera a la candidatura de Bono. No lo consigui¨® porque Zapatero prefiri¨® ir solo.?
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