A la novena va la vencida
Varios alcaldes que llevaban en el cargo desde las primeras elecciones democr¨¢ticas perdieron su puesto el domingo pasado
En Espa?a hay alcaldes que hasta el domingo pasado nunca hicieron bueno el dicho de que el arte de vencer se aprende en las derrotas. Ahora quiz¨¢s prueben su certeza. El 22 de mayo muchos regidores que jam¨¢s hab¨ªan perdido unas elecciones saborearon por primera vez el gusto agrio de un fracaso electoral. El caso m¨¢s notorio ha sido el de Od¨®n Elorza. Al frente del consistorio de San Sebasti¨¢n desde 1991, la arrolladora irrupci¨®n de Bildu puede apearle de su cargo despu¨¦s de 20 a?os.
No es el ¨²nico caso. Pedro Castro -alcalde de Getafe (Madrid) desde 1983 y actual presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias-; Enrique Cascallana -regidor de Alcorc¨®n (Madrid) desde 2003 pero en el Gobierno municipal desde 1979-, Leandro Kapetillo o Jos¨¦ Antonio Barroso -los ¨²nicos alcaldes de la democracia que han conocido los municipios de Zalla (Vizcaya) y Puerto Real (C¨¢diz), respectivamente-, no volver¨¢n a ocupar la Alcald¨ªa el pr¨®ximo 11 de junio.
No he entrado en esto por expectativas personales, para m¨ª la pol¨ªtica es una forma de apuesta ciudadana¡± Enrique Cascallana, alcalde de Alcorc¨®n (Madrid)
Todos (Pedro Castro que ha declinado hablar con este peri¨®dico) sienten cierta amargura, no tanto por el hecho de cejar en su profesi¨®n de alcalde, sino por el modo en el que lo han hecho. Zalla, de 70 a?os y del PNV, ha perdido su plaza tras 32 al frente, a manos de Aralar y ¡°gracias a un bulo que propag¨® una plataforma que insisti¨® en que ¨ªbamos a derribar unas casas de los vecinos¡±, dice al otro lado del tel¨¦fono. Cascallana, del PSOE, achaca a la crisis econ¨®mica la ca¨ªda de uno de los bastiones del llamado cintur¨®n rojo de Madrid a manos del PP. ¡°Valoro los resultados en clave de elecciones generales, no como un castigo de la ciudad a mi Gobierno¡±, explica.
M¨¢s sorprendente es el caso de Puerto Real. En ese municipio gaditano Izquierda Unida y su alcalde. Barroso, han obtenido desde 1979 mayor¨ªas absolutas. Este a?o han pasado a ser la cuarta fuerza, por detr¨¢s del Partido Andalucista, PSOE y PP. El alcalde en funciones cree con sus votos la ciudadan¨ªa ha querido castigar ¡°de manera un¨¢nime y exclusivamente¡± a su persona y ¡°no al partido¡±. Como Cascallana, cree que la crisis ha tenido mucho que ver en su derrota electoral, adem¨¢s de ¡°una promesa vac¨ªa de cambio¡± del partido vencedor.
Barroso, al frente de IU, ha obtenido desde 1979 mayor¨ªas absolutas. Este a?o han pasado a ser la cuarta fuerza pol¨ªtica
Los tres llevan toda su vida al servicio de sus respectivos municipios pero ninguno parece estar harto de la vida pol¨ªtica. Kapetillo, al frente de un comercio en Bilbao antes de llegar a la Alcald¨ªa, va a continuar este mandato al frente de la oposici¨®n. ¡°Puse mi cargo al servicio de la junta de mi partido, pero me pidieron que siguieran. Eso s¨ª, despu¨¦s de estos cuatro a?os me retiro, que ya estoy en edad¡±. La intenci¨®n de Cascallana, licenciado en Derecho por la UNED, tambi¨¦n es la de continuar haciendo frente al PP. ¡°No he entrado en esto por expectativas personales, para m¨ª la pol¨ªtica es una forma de apuesta ciudadana¡±. Habr¨¢ que esperar a lo que decida el PSM, pero el todav¨ªa primer edil de Alcorc¨®n no se plantea abandonar.
El que probablemente deje ¡°la pol¨ªtica dentro de una instituci¨®n¡±, como ¨¦l dice, es Barroso. Teniendo en cuenta que el dirigente entiende la derrota como un castigo personal, entiende que lo mejor es dejar que ejerza la oposici¨®n un compa?ero. Aunque todo depender¨¢ de lo que decida la asamblea de IU que se re¨²ne esta tarde. Sin embargo, Barroso, antiguo trabajador de astilleros, no va a abandonar la cosa p¨²blica. ¡°Ahora me voy a dedicar a la pol¨ªtica sin ning¨²n tipo de cors¨¦ institucional. Soy un animal pol¨ªtico y continuar¨¦ defendiendo los valores republicanos desde IU y el PC¡±.
Puse mi cargo al servicio de la junta del PNV, pero me pidieron que siguiera en la oposici¨®n. Eso s¨ª, despu¨¦s de estos cuatro a?os me retiro¡± Leandro Kapetillo, alcalde de Zalla (Vizcaya)
Barroso es, de estos tres alcaldes, el que dota su discurso de un mayor impulso ideol¨®gico -el regidor es conocido por haber sido condenado por manifestar sus ideas antimon¨¢rquicas- pero las palabras de todos ellos denotan la profunda preocupaci¨®n por el destino de sus municipios y el orgullo por todo lo logrado en su largo periplo como alcaldes. Quiz¨¢ los m¨¢s de 30 a?os de gesti¨®n local han acabado por diluir los l¨ªmites entre su vida pol¨ªtica y la personal o precisamente sea esa simbiosis la que les haya hecho triunfar en tantas elecciones. Lo cierto es que los tres disfrutan con lo que hacen. Cascallana reconoce que para ¨¦l ¡°asistir a una reuni¨®n de vecinos es hacer pol¨ªtica¡±; Kapetillo recuerda que su padre, del PNV como ¨¦l, le aconsej¨® que ¡°siempre estuviera al servicio del pueblo y que nunca pusiera el pueblo a su propio servicio¡±. Algo que en estos 32 a?os ha cumplido puesto que ¨²nicamente se ha tomado dos meses de vacaciones. ¡°Siempre me ven¨ªa mal, siempre ten¨ªa algo que hacer en Zalla¡±; Barroso se siente orgulloso de irse ¡°sin una m¨¢cula¡± y de continuar, ¡°en el paro¡±, luchando por cambiar el ¡°proceso involucionista de p¨¦rdida de valores en el que estamos entrando¡±, pero que, desde su versi¨®n marxista y pesimista del mundo, ¡°es algo inevitable y necesario para evolucionar revolucionariamente¡±.
El domingo pasado muchos alcaldes fueron apeados de sus puestos. Kapetillo, Cascallana y Barroso lo fueron de un cargo que se convirti¨® en parte inherente de sus vidas. Todos lo han asumido, porque, como afirma el todav¨ªa regidor de Puerto Real parafraseando un dicho cubano, todo lo que sucede, conviene.
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