Una piscina a¨²n sin agua para la precoz militante del PSC
La ministra de Defensa sonde¨® por provincias sus opciones y se autoconvenci¨®: hab¨ªa agua
El d¨ªa en que Carme Chac¨®n cumpli¨® exactamente 16 a?os, el 13 de marzo de 1987, se levant¨® temprano en su localidad natal, Esplugues de Llobregat, en el cintur¨®n rojo de Barcelona, y se dirigi¨® como primer cometido, antes de abrir ning¨²n otro regalo, a la sede local del Partido Socialista de Catalunya (PSC). No estaba ni abierta. No se arredr¨®. Cogi¨® el metro y se fue para Barcelona. Al llegar se dirigi¨® a la ventanilla de afiliaciones. Y se tropez¨® con un grave contratiempo. No la dejaron suscribirse porque no resid¨ªa en la zona. Tampoco se ech¨® atr¨¢s. Volvi¨® a su ciudad y lleg¨® otra vez al local del PSC con tiempo de rellenar todos los papeles. Cuando volvi¨® a casa ya era toda una militante. No considera ese empe?o solo un gesto de ilusi¨®n. Ni de cabezoner¨ªa. No, tampoco un problema para ser observado por contraste con las habituales demandas de una joven de esa edad. Cree que era el resultado de un compromiso pol¨ªtico familiar y personal. Una ambici¨®n profunda.
En el discurso de retirada de su frustrada candidatura, Chac¨®n escribi¨®: ¡°Yo ingres¨¦ en una sede socialista cuando ten¨ªa 16 a?os. Era apenas una adolescente, pero estaba convencida que quer¨ªa defender los ideales de Justicia, Libertad, de Igualdad¡Lo hice porque sab¨ªa que estos ideales sin una organizaci¨®n fuerte y unida que los defienda, no son nada¡±.
Chac¨®n hab¨ªa tomado la decisi¨®n de competir por un puesto en la carrera de las generales del PSOE hace meses. Posiblemente hace casi un a?o, cuando en el verano pasado se frustr¨® una remodelaci¨®n del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en la que ten¨ªa grandes esperanzas. Aquello no sali¨® bien para sus intereses y tampoco el final ajuste con el que el pasado mes de octubre Zapatero encumbr¨® totalmente a Alfredo P¨¦rez Rubalcaba como ministro del Interior, vicepresidente primero y portavoz de todo el Gobierno. Algunos y muy importantes en el entorno m¨¢s directo de Zapatero interpretaron aquel movimiento como todo un signo. Creyeron ver entonces la proclamaci¨®n anticipada del ¡°candidato natural¡± para suceder al l¨ªder cuando fuera necesario. Todo arreglado.
Chac¨®n, Leire Paj¨ªn y otros j¨®venes cachorros del zapaterismo ya advirtieron entonces que ese movimiento de Zapatero era un paso atr¨¢s. Generacional y pol¨ªtico. Aquel aviso sent¨® mal. Pero en aquel momento se acababan de dirimir las primarias de Madrid, con Tom¨¢s G¨®mez, como ariete, y se hab¨ªa sustituido con algunos problemas a Paj¨ªn por el m¨¢s veterano y conciliador Marcelino Iglesias. Luego lleg¨® la presi¨®n de los barones, el anuncio de abandono de Zapatero en el Comit¨¦ Federal del 2 de abril, el nuevo intento de imponer a Rubalcaba por la v¨ªa de las primarias expres y el nuevo rechazo a esas maniobras del propio l¨ªder. Desconcierto. Las lealtades m¨¢s antiguas empezaron a resquebrajarse. Parec¨ªa impensable. Pero sucedi¨®. ?Con qui¨¦n est¨¢ Zapatero? Esa pregunta recorri¨® el PSOE, una veterana y muy org¨¢nica estructura de poder, que demanda liderazgos fuertes. Esa inquietud no se ha superado.
Chac¨®n vivi¨® a su vez su propia enso?aci¨®n. La animaron y se lo crey¨®. Se ve joven, 40 a?os reci¨¦n cumplidos, preparada, porque ha pasado por todas las instancias institucionales del poder, no reniega de sus or¨ªgenes catalanes, ni mucho menos, pero tampoco andaluces. Su padre emigr¨® de Almer¨ªa a Esplugues, donde trabaj¨® de bombero y se cas¨® con una abogada catalana. Se siente una catalana de Madrid, muy del PSC y muy del PSOE. Algo muy complicado a¨²n para este pa¨ªs y para su partido. ¡°No lo ver¨¢n mis ojos, una catalana, del PSC, como l¨ªder del PSOE y candidata a la presidencia del Gobierno¡±, se ha o¨ªdo estos d¨ªas y semanas de dirigentes muy relevantes del PSOE. Pero ella ha sabido aprovechar su realidad de mujer y de ministra de Defensa del Gobierno de Espa?a. En los ¨²ltimos bar¨®metros del CIS su valoraci¨®n se encaram¨® hasta las primeras posiciones, poniendo muy nervioso a su compa?ero Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, que ocupa el primer puesto, como sucede habitualmente con los ministros del Interior.
Chac¨®n se ilusion¨® con su perfil, con el marketing pol¨ªtico y model¨® con mucho trabajo secreto sus aristas menos completas. Se puso a estudiar los discursos de los grandes presidentes norteamericanos. Mejor¨® en su oratoria. Puli¨® a¨²n m¨¢s su presencias medi¨¢ticas. Prest¨® atenci¨®n a lo que otros desechan. Y se acerc¨® todo lo posible a Zapatero. Tanto que de verdad crey¨® sus confidencias.
En los ¨²ltimos meses sonde¨® ¡°por provincias¡± si hab¨ªa agua en la piscina. Si algunos barones estaban dispuestos a apoyarla. Y recibi¨® m¨¢s que buenas vibraciones. ¡°Hay agua¡±, concluy¨®. Lo ultim¨® todo para el gran anuncio. Ser¨ªa la semana que viene en la sede del PSOE en Ferraz. Le hab¨ªan depurado dramaturgos, p¨¢gina web, lemas, especialistas de imagen y hasta un boceto de discurso de izquierdas. Ten¨ªa asumido que habr¨ªa jugadas sucias. Le llegaban los peores rumores de algunos de sus compa?eros de Gabinete. Mir¨® para adelante. No le import¨®. Es m¨¢s, se envalenton¨®. Hasta ayer que tir¨® la toalla. Le pudo el p¨¢nico o la responsabilidad. Ella habla de generosidad, pensando seguramente en un futuro que va mucho m¨¢s all¨¢ de marzo de 2012.
Porque desde luego debajo de la piscina, tras la hojarasca primaveral, no hab¨ªa suficiente agua. Era un cristal fr¨¢gil, un espejismo.?
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