Reconstruido el campamento de plaza de Catalunya

¡°Hay que ir r¨¢pido. Necesitamos toda la ayuda posible¡±. El desmantelamiento de la concentraci¨®n de indignados que la polic¨ªa ha llevado a cabo esta ma?ana en la plaza de Catalunya ha provocado un efecto llamada. La dura actuaci¨®n policial ha dado nuevas fuerzas a un movimiento que se hab¨ªa apagado en los ¨²ltimos d¨ªas. Los Mossos d¡¯Esquadra han necesitado seis horas de despliegue esta ma?ana para que las brigadas de limpieza desmontaran la acampada, pero justo despu¨¦s de su retirada de la plaza de Catalunya ha empezado la operaci¨®n reconstrucci¨®n, animada por una afluencia de protestantes a media tarde era muy superior a la de d¨ªas anteriores.

Los presentes levantan de nuevo las tiendas con improvisadas estructuras a base de cajas de cart¨®n, cuerdas, telas y garrafas llenas de agua a modo de contrapeso. Desde la comisi¨®n de infraestructuras se ha hecho un llamamiento para que la gente traiga de forma desinteresada el material necesario para levantar la acampada. Piden toldos, mesas, fregonas, bridas e incluso meg¨¢fonos. Las infraestructuras, sin embargo, no es el tema prioritario de los indignados. ¡°El desalojo ha servido para reanimar el movimiento social y de reflexi¨®n¡± que se vive desde hace dos semanas, asegura Paula Dom¨ªnguez, de 34 a?os, que manifiesta que es lo que de verdad mueve ¡°a continuar con la acampada¡±.

Los Mossos han necesitado seis horas para que las brigadas de limpieza desmontaran la acampada

La capacidad de organizaci¨®n est¨¢ sorprendiendo a los participantes e incluso a la gente an¨®nima que se acerca a la plaza para ver las consecuencias de la actuaci¨®n policial. Como Lara, que ha llegado con su coche cargado de frutas y de sillas. ¡°Toda ayuda es poca¡±, asegura mientras descarga a toda prisa el maletero. El objetivo, volver levantar la plaza antes de que a las 19 horas miles de personas se concentren en el lugar para protestar contra la carga policial. El ¨²nico rinc¨®n que se ha salvado del desmantelamiento ha sido la biblioteca. ¡°Hemos puesto todos los libros en cajas cuando hemos visto que se acercaban los Mossos de Esquadra¡±, explicaban un grupo de j¨®venes que volv¨ªan a colocar los tomos. Se los hab¨ªan llevado a toda prisa a un portal de uno de los indignados.

Los centenares de pancartas que los servicios de limpieza han retirado tambi¨¦n han empezado a ser repuestos por nuevos carteles que los concentrados pintan con spray sobre cartones. La mayor¨ªa de los nuevos lienzos ten¨ªan como referencia la operaci¨®n policial de esta ma?ana. Se pod¨ªan leer lemas como ¡°Esta es su democracia¡± y ¡°No nos callar¨¢n¡±, aunque el m¨¢s compartido era el de ¡°Resistencia pac¨ªfica¡±. Sobre la actuaci¨®n de los Mossos, los ah¨ª congregados se han amparado en el art¨ªculo 21 de la Constituci¨®n Espa?ola para rechazarlo. Una chica lo sosten¨ªa entre sus manos y gritaba que ¡°se reconoce el derecho de reuni¨®n pac¨ªfica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesita autorizaci¨®n previa¡±, insist¨ªa. ¡°Estaba sentado en el suelo y me han aporreado para sacarme de ah¨ª¡±, explica Alexis Camacho, que ha insistido en que ¡°no se pod¨ªa hablar con la polic¨ªa, se han llevado todo por delante aunque no caus¨¢bamos ninguna disputa¡±.?