Un punto informativo y una carpa con resistentes se quedan en Sol
Satisfacci¨®n por la "vuelta a la normalidad" entre los comerciantes, que piden un plan especial de promoci¨®n de la zona centro
Hoy levantamos la acampada. Ni nos vamos ni nos callamos. Seguimos haciendo ruido. Esta es una de las pocas pancartas que quedan en la Puerta del Sol de Madrid tras el fin de la acampada a medianoche. Los indignados han dejado una enorme barraca articulada y en construcci¨®n que imita a la estaci¨®n de Metro de Sol. Mide unos 100 metros cuadrados, est¨¢ hecha con pal¨¦s, cubierta con una lona de camuflaje y servir¨¢ de punto informativo sobre el Movimiento 15-M. Junto a ¨¦l y vigilada con discreci¨®n por la polic¨ªa, una carpa cubre el minicampamento de unas 50 personas que se resisten a dejar la plaza, a pesar de la decisi¨®n de la mayor¨ªa de levantar la protesta.
Desde primera hora de la ma?ana, m¨¢s de 50 empleados municipales de limpieza y de mantenimiento de fuentes, monumentos y jardines se afanan en adecentar la plaza que durante casi un mes ha sido el centro del 15-M. Ayer recogieron 17 toneladas de enseres y basura de la zona. Con ayuda de una docena de veh¨ªculos, empleados municipales limpian la plaza alrededor de las tiendas de campa?a y de los que duermen en el suelo, borran pintadas y retiran carteles. En la marquesina de cristal que sirve de acceso al Metro y al Cercan¨ªas, hasta ayer cubierta de proclamas, solo queda un cartel que dice Nos vemos en los barrios. El huerto plantado por los acampados en una de las dos fuentes sigue creciendo, pero nadie ha podido decir qu¨¦ pasar¨¢ con ¨¦l.
Los que siguen en Sol
En la estatua de Carlos III siguen con todo lo necesario para la celebraci¨®n de reuniones, seg¨²n explica Pedro, que asegura que en el puesto, que cuenta con una caja en la que se recogen opiniones y propuestas, habr¨¢ siempre alguien para informar. A 30 metros del barrac¨®n informativo permanece en pie una carpa de lonas, cubierta con pancartas del tipo La voz del pueblo nunca ser¨¢ ilegal, en la que se resisten a marchar unos 50 j¨®venes, que est¨¢n all¨ª a t¨ªtulo personal y a pesar de lo decidido en asamblea. Cada 15 minutos, uno de los resistentes se sube a la peana de la estatua ecuestre de Carlos III y hace sonar una caracola llamando a la rebeli¨®n.
Unos dicen que su intenci¨®n de permanecer "indefinidamente" en el campamento, entre otros motivos, porque se identifican con el 15-M, pero no siempre con las decisiones de la asamblea general. Algunos son indigentes, pero aseguran que no est¨¢n all¨ª porque les sea m¨¢s c¨®modo, sino porque apoyan la protesta. No piensan irse porque tienen una misi¨®n: proteger el barrac¨®n informativo. Mientras siga all¨ª, ellos no se mover¨¢n. Otros dicen que se ir¨¢n a lo largo del d¨ªa, o ma?ana, "cuando se vayan los dem¨¢s", apostilla una chica. Algunos a las asambleas de barrio y otros, por ejemplo, a la acampada que mantienen desde hace mes y medio en la Cuesta de Moyano, junto a Atocha, un grupo de cooperativistas del sureste de Madrid que se considera estafado.
Los resistentes pasan la ma?ana construyendo el barranc¨®n informativo. Miguel, de 25 a?os y que estudia Montes, explica que ser¨¢ una estructura de madera en curva en la que habr¨¢ una ventana principal y cinco ventanillas para las distintas comisiones. Ya no existe comisi¨®n de alimentaci¨®n ni cocina como tal, pero se siguen repartiendo latas de conservas, pan y pepinos de los que los agricultores repartieron la semana pasada en protesta por la crisis de la bacteria E.coli.
"A ver si ahora va mejor"
Los comerciantes de la zona, los pocos que han querido hablar de los que han abierto sus puertas, ven con esperanza el levantamiento, aunque parcial, de la acampada y esperan el regreso de la mitad de los clientes que ha dejado de comprarles durante estas cuatro semanas. Entre el ruido de las camionetas de reparto que esta ma?ana vuelven a poder transitar por casi toda la plaza, uno de los quiosqueros de Sol ha dicho que el lugar "est¨¢ m¨¢s limpio, pero lo que hay, sobra". "Se ha quedado lo peor", a?ade Pedro, que espera "a ver si vuelven el 50% o 60% de los clientes que no ven¨ªan", mientras uno de los vendedores de tabaco de Sol se limita a decir: "A ver si ahora va mejor".
El due?o de la zapater¨ªa Nuevos Guerrilleros conf¨ªa en que "se recupere el negocio ahora que la mayor¨ªa se ha ido" porque "ha sido tremendo", con recaudaciones del 50% menos. Sin embargo, teme que la manifestaci¨®n convocada para este s¨¢bado en Sol, el d¨ªa en el que m¨¢s caja hace, y las actividades que se van a mantener en la zona los fines de semana espanten a la clientela.
El presidente de la Confederaci¨®n de Comercio Especializado de la Comunidad de Madrid (Cocem), Hilario Alfaro, est¨¢ "contento" por la "vuelta a la normalidad" y solicita a la Comunidad de Madrid que ponga en marcha un plan especial de promoci¨®n en la zona centro despu¨¦s de que el consejero de Econom¨ªa y Hacienda en funciones, Antonio Beteta, hablase de una l¨ªnea de ayudas provisional o permanente. De momento, no han tenido ning¨²n tipo de respuesta por parte de Interior, despu¨¦s de que le reclamaran 30 millones de euros para compensar las p¨¦rdidas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.