Ni adelanto ni nuevos recortes

Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ha evitado hacer de su ¨²ltimo discurso en un debate sobre el estado de la naci¨®n un balance de su mandato. Ha estado monopolizado en la crisis econ¨®mica y el paro, los problemas m¨¢s graves de los espa?oles, y en las medidas que est¨¢ adoptando su Gobierno para afrontarlos. Y con ello ha querido ofrecer la imagen de un presidente saliente que quiere gobernar hasta el final. Del mismo modo que ha dejado claro que culminar¨¢ las reformas pendientes para afrontar la crisis y, con ellas, su intenci¨®n de agotar la legislatura hasta marzo.

Zapatero no ha hecho concesiones sobre la gravedad de la crisis al reconocer que la recuperaci¨®n econ¨®mica es lenta porque est¨¢ lastrada por la d¨¦bil demanda interna y las consecuencias de las incertidumbres financieras a escala global.

No ha sido un discurso de iniciativas. Ha planteado dos muy pegadas al terreno y previsibles: medidas para los que no pueden pagar la hipoteca y la fijaci¨®n de un techo de gasto para las comunidades aut¨®nomas. Su discurso no ha sido, por tanto, un discurso de nuevos planes. Ya son conocidas las reformas pendientes y las ha vuelto a enumerar.

Su discurso ha puesto el acento en tratar de explicar su acci¨®n de gobierno frente a la crisis. Ha explicado su pol¨ªtica de reformas; su pol¨ªtica de consolidaci¨®n fiscal y su esfuerzo por mantener, en la medida de lo posible, la cohesi¨®n social. Al conjunto le ha faltado autocr¨ªtica. Y una cosa que ha dejado clara es que no habr¨¢ nuevos recortes de aqu¨ª al final de su mandato.

No ha querido dejar fuera del debate al 15-M y ha exteriorizado su conocida opini¨®n de que este movimiento reivindica el valor de la pol¨ªtica, en su l¨ªnea de luces, y tiene serias carencias en sus propuestas econ¨®micas, en su l¨ªnea de sombras. El 15-M se encuentra con un Zapatero convencido de que est¨¢ haciendo contra la crisis econ¨®mica y el paro ser¨¢ mejorable pero es lo que tiene que hacer.