Para ganar el futuro
El PSOE necesita dirigentes que tengan el pulso moral suficiente para refundar el partido
En tanto que militante desde hace muchos a?os, no s¨¦ si demasiados, me gustar¨ªa reflexionar con ¨¢nimo positivo sobre el pr¨®ximo futuro del Partido Socialista. En tiempo de desolaci¨®n, no hacer mudanza es una m¨¢xima de Ignacio de Loyola, tan repetida como contraproducente. La cercan¨ªa de las pr¨®ximas elecciones generales, la uniformidad del castigo a las listas del PSOE, el 22-M y la tendencia humana a la par¨¢lisis ante una circunstancia adversa, impiden al Partido Socialista realizar una reflexi¨®n serena pero profunda, sincera sin ser desgarradora, valiente pero no temeraria, sobre los resultados de los ¨²ltimos comicios.
Los responsables de mi partido no parecen comprender que una vez que la opini¨®n p¨²blica se vuelve adversa, importa poco si lo que se hace est¨¢ bien o mal; se inicia, sin remedio, un proceso de separaci¨®n entre la formaci¨®n pol¨ªtica y sus apoyos. Los intentos de enfrentarse al tsunami de deserciones sociales se convierten en fracasos, coloreados de nostalgia. El asunto es tanto m¨¢s comprometido si quienes tienen la responsabilidad m¨¢s alta est¨¢n comprometidos con el pasado rechazado por la sociedad y no tienen margen para una renovaci¨®n radical, que no debe confundirse con criterios de edad, ?cu¨¢ntos j¨®venes han construido en Espa?a sus rutilantes carreras pol¨ªticas repitiendo los viejos lemas de quienes dieron brillo a la historia de sus respectivos partidos!, haciendo incre¨ªbles monumentos de cart¨®n piedra de lo que fueron ideas impulsadas por la convicci¨®n, el compromiso y la verdad de unos corazones que quer¨ªan lo mejor para su pa¨ªs.
El resultado de las municipales y auton¨®micas no se debe a unas medidas duras e ingratas para superar la crisis, sino a la incapacidad manifiesta de convocar e integrar a una gran parte de la sociedad en el esfuerzo para combatirla. Esta imposibilidad tiene consecuencias m¨¢s profundas y complejas. La sociedad espa?ola no est¨¢ vertebrada ni unida para el esfuerzo colectivo y esta realidad es el fruto de nuestra historia, pero tambi¨¦n de pol¨ªticas ¡ªnadie est¨¢ exento de responsabilidad, aunque tiene m¨¢s quien gobierna¡ª poco o nada consensuados. Es imposible pedir una reacci¨®n uniforme a la sociedad cuando durante a?os las pol¨ªticas sobre el terrorismo han sido motivo de discusi¨®n, las autonom¨ªas han generado m¨¢s divisi¨®n que acuerdo o la pol¨ªtica de revisar nuestro complejo pasado ha sido dictada por la unilateralidad partidaria y el sectarismo. Hoy nos encontramos con una sociedad que responde a los dictados ideol¨®gicos y poco o nada a los impulsos nacionales o patri¨®ticos o, siendo benevolentes, con unas formaciones pol¨ªticas que llaman a los suyos en contra de los otros y no a la mayor¨ªa para una tarea com¨²n.
Ante ese panorama, el PSOE debe plantearse qu¨¦ papel est¨¢ dispuesto a desempe?ar en nuestro pa¨ªs. Por lo que vemos, habr¨¢ muchos militantes y dirigentes que ver¨¢n la soluci¨®n a nuestros problemas en un giro a la izquierda y en un partido confederal, condicionados por la fuerza del hecho auton¨®mico. Yo no creo en esta sencilla, irreal e infantil soluci¨®n, no creo que debamos ser el partido de los m¨¢s desfavorecidos sino la organizaci¨®n que represente a quienes quieren dejar de serlo y mejorar, ellos y sus hijos. No creo en la incompatibilidad entre la ambici¨®n individual y la solidaridad, entre buscar el ¨¦xito personal y preocuparse por los dem¨¢s, entre optar por el m¨¦rito y el progresismo. Creo por contra que es compatible la sociedad del bienestar, definida por quien recibe los servicios denominados sociales y no por quien los da, con la iniciativa privada y la capacidad emprendedora de los ciudadanos; es m¨¢s, creo que es la ¨²nica manera de avanzar s¨®lidamente hacia un futuro mejor para la mayor¨ªa.
El candidato Rubalcaba, en cuya capacidad siempre he cre¨ªdo, tiene bastante con sortear el d¨ªa a d¨ªa hasta las pr¨®ximas elecciones generales?
Para ese cambio, que en mi opini¨®n es una vuelta a los mejores ideales de nuestros fundadores ¡ªser¨ªa conveniente no olvidar que fueron muchos y de diferentes pensamientos los que colaboraron con Pablo Iglesias en la fundaci¨®n y engrandecimiento del PSOE¡ª son necesarios dirigentes con el pulso moral suficiente para arriesgarlo todo por sus ideas, tambi¨¦n su carrera pol¨ªtica, poniendo todo su esfuerzo en el empe?o.
De la misma forma, desde el respeto y el apoyo a la estructura auton¨®mica de Espa?a, los partidos nacionales deben garantizar una visi¨®n de conjunto, un discurso de pa¨ªs, una idea nacional imprescindible en un sistema complejo como el nuestro. No debemos conformarnos con ser el partido que m¨¢s se parece a Espa?a, ¡ªeslogan desafortunado que se ha manejado con soltura intr¨¦pida¡ª, sino el partido que haga mejor a Espa?a.
No se me oculta que los dirigentes actuales del PSOE no est¨¢n hoy en condiciones de llevar a cabo esta tarea. El candidato Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, en cuya capacidad siempre he cre¨ªdo, tiene bastante con sortear el d¨ªa a d¨ªa hasta las pr¨®ximas elecciones generales. Pero Rubalcaba junto con dirigentes acostumbrados a hacer pol¨ªtica de verdad como Patxi L¨®pez, adem¨¢s de otros que est¨¢n presentes en la pol¨ªtica actual y algunos que se jubilaron prematuramente ¡ªno es el caso de quien firma este art¨ªculo¡ª, pueden dar todav¨ªa mucho de s¨ª mismos y colaborar en esa refundaci¨®n que ser¨¢ inevitable despu¨¦s de las pr¨®ximas elecciones generales si los resultados son tan adversos como los hechos parecen pronosticar.
Nicol¨¢s Redondo Terreros es presidente de la Fundaci¨®n para la Libertad y fue secretario general del PSE-EE / PSOE.??
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