Sin piedad
Solo la rivalidad entre Robles y Ram¨®n Trillo explica algunas decisiones del Poder Judicial
Se van a cumplir ahora 65 a?os del estreno de la pel¨ªcula Gunfight at O.K. Corral, protagonizada por Burt Lancaster y Kirk Douglas, que recog¨ªa la ¨²ltima pelea entre Wyatt Earp y los Clanton y que en Espa?a llev¨® por t¨ªtulo Duelo de titanes.
Y un aut¨¦ntico duelo de titanes es el que mantienen la vocal del Poder Judicial Margarita Robles, que es magistrada de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, y el que fuera presidente de la citada Sala y hoy magistrado em¨¦rito, Ram¨®n Trillo, y que es la ¨²nica raz¨®n que explica algunas resoluciones adoptadas por el Consejo General del Poder Judicial.
Nadie conoce exactamente la raz¨®n de tan profunda rivalidad, pero todas las fuentes consultadas la circunscriben a los primeros plenos de la Sala de lo Contencioso en los que particip¨® Robles. Ella era novata en el Supremo e intervino ¡°con m¨¢s pasi¨®n que argumentos jur¨ªdicos¡±, al decir de un magistrado que estuvo presente. Ante sus m¨¢s de 35 compa?eros, fue corregida por el entonces presidente de la Sala, Ram¨®n Trillo, ¡°con su habitual sorna y sutileza, pero de forma aplastante en lo jur¨ªdico e inmisericorde en lo dem¨¢s¡±, al decir de otro de los asistentes. Una humillaci¨®n en toda regla.
El caso es que al poco tiempo de que Robles fuera elegida vocal, Defensa propuso a Trillo para la Cruz del M¨¦rito Militar con distintivo blanco, en raz¨®n de que hab¨ªa sido el magistrado encargado de acceder a los documentos secretos del CNI. Pero se requer¨ªa para ello un informe de tr¨¢mite del Consejo del Poder Judicial. Inicialmente, el organismo contest¨® que no hab¨ªa objeci¨®n para la concesi¨®n de la condecoraci¨®n, pero d¨ªas despu¨¦s, a instancias de Robles, se recab¨® de Defensa el expediente completo y la emisi¨®n del informe se demor¨® varios meses hasta que, por fin, Trillo pudo ser condecorado.
Como nada es gratis en esta vida, Trillo ¡ªfino jurista y notable escritor¡ª public¨® un art¨ªculo en Abc titulado Primores de lo vulgar, en el que criticaba que el Consejo incumpliera una de las funciones que la Constituci¨®n le encomienda y llevara m¨¢s de dos a?os sin cubrir la vacante que dej¨® Enrique Bacigalupo en la Sala Segunda del Supremo por el turno de juristas de reconocida competencia. Trillo se mofaba de la alianza entre los vocales Manuel Almenar y Margarita Robles para pactar los nombramientos entre ellos e imponerlos al Pleno, y dec¨ªa que hab¨ªa que acabar con ¡°el insostenible h¨¢bito de demorar a tiempos indefinidos los nombramientos judiciales, como si se estuviese a la espera de que alumbre el camino una astilla de roble puesta en almenar, ignorando que, al no ser rico en resinas, el roble no hace tea¡±. Sin comentarios. Pero al llegar a los 70 a?os, Trillo se jubil¨®, dej¨® la presidencia de la Sala, y como la inmensa mayor¨ªa de los magistrados del Supremo, para no perder emolumentos, quiso seguir como em¨¦rito.
Y Robles, siguiendo la m¨¢xima de Jardiel Poncela de que ¡°cuando el trabajo no constituye una diversi¨®n, hay que trabajar lo indecible para divertirse¡±, no se atrevi¨® a rechazar la habilitaci¨®n de Trillo como em¨¦rito, pero consigui¨® que el Consejo la limitase a un a?o en lugar de los cinco habituales.
Trillo, indignado por lo que consideraba una arbitrariedad de Robles, recurri¨® la decisi¨®n del Consejo ante el tribunal competente, que no es otro que la propia Sala que ¨¦l presid¨ªa y de la que Robles forma parte.
Y ah¨ª, la vocal nunca pod¨ªa ganar, porque todos los magistrados de ese tribunal se van a ver en la situaci¨®n de Trillo antes o despu¨¦s, de modo que al fallar el caso de su expresidente estaban tambi¨¦n fallando su propio caso de futuro. Y poca gente cae en la tentaci¨®n de votar contra s¨ª mismo.
De modo que, al margen de las necesidades que tenga el Supremo, los magistrados fallaron que no hace falta habilitaci¨®n alguna del Consejo para ser designado em¨¦rito al llegar a la jubilaci¨®n, sino que el nombramiento es autom¨¢tico y por cinco a?os.
La sentencia pas¨® al Consejo para su ejecuci¨®n y Margarita Robles, a pesar de anunciar su abstenci¨®n, batall¨® lo inimaginable en el Pleno para que se hiciera constar que el Supremo se hab¨ªa excedido porque el nombramiento de Trillo por cinco a?os compromet¨ªa presupuestos futuros. ?Como si cualquier nombramiento no lo hiciera! La pasi¨®n de Robles fue tal que uno de los vocales lleg¨® a decir: ¡°Nunca he visto una abstenci¨®n tan beligerante¡±.
Aunque ha perdido esta batalla, el duelo contin¨²a, porque Robles, como dice otro miembro del Consejo: ¡°No ser¨¢ Cast¨¢n [Jos¨¦ Cast¨¢n Tobe?as, prestigioso jurista, catedr¨¢tico y magistrado del Supremo fallecido en 1969], pero es todo un car¨¢cter¡±.
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