Fabra hereda un Gobierno hecho a medida y un PP descabezado

La dimisi¨®n de Francisco Camps como presidente de la Generalitat el pasado mi¨¦rcoles, justo un mes despu¨¦s de jurar su cargo, fue ayer recibida con alivio por la sociedad valenciana, pero agrava la crisis pol¨ªtica en la comunidad aut¨®noma.

El sucesor designado por G¨¦nova para sustituir a Camps al frente del Gobierno de la Generalitat y de la organizaci¨®n regional del PP, el actual alcalde de Castell¨®n, Alberto Fabra, tendr¨¢ que gestionar una herencia envenenada, de la que se enter¨® el pasado mi¨¦rcoles mientras com¨ªa con su mujer. ¡°Soy consciente de que estaba en las quinielas, pero uno no cree que pueda producirse¡±, confes¨® ayer Fabra en Onda Cero.

Fabra parte con un serio problema de legitimidad, dado que no es el candidato que el PP present¨® a los valencianos como presidente de la Generalitat. Sin embargo, esta situaci¨®n no es nueva para ¨¦l, ya que asumi¨® la alcald¨ªa de Castell¨®n en 2005 tras la renuncia forzada de su antecesor Jos¨¦ Luis Gimeno y no tuvo problemas para ser elegido en 2007.

Sin embargo, en esta ocasi¨®n, el escenario es mucho m¨¢s complicado. Alberto Fabra asumir¨¢ ahora un Gobierno hecho a la medida de Camps, integrado fundamentalmente por tecn¨®cratas y cargos intermedios del partido con los que ha tenido muy poca relaci¨®n, en el mejor de los casos. Y adem¨¢s, en una situaci¨®n de emergencia. Desde que estall¨® el caso G¨¹rtel en 2009, la par¨¢lisis en la que han estado Camps y su Administraci¨®n han impedido adoptar las medidas necesarias para afrontar la grave crisis econ¨®mica y han dejado exhaustas las arcas de la Generalitat.

La situaci¨®n en el PP valenciano no es menos compleja y ayer ya se notaron las primeras tensiones. En privado, se oyeron voces que reclaman que Camps renuncie a su acta de diputado y evite condicionar la gesti¨®n de Fabra. De hecho, el expresidente recibi¨® elogios hiperb¨®licos de los suyos. El presidente de las Cortes, Juan Cotino, lleg¨® a comparar en su blog a Camps con Galileo Galilei que, ¡°a¨²n teniendo raz¨®n, fue acusado, obligado a confesar y condenado a arresto domiciliario de por vida¡±.

Fuentes del PP valenciano no ocultan su temor a que el expresidente pueda seguir influyendo en un grupo parlamentario y un Gobierno confeccionados a medida de Camps. ¡°Es una locura que se quede¡±, se?al¨® un diputado. ¡°Ser¨ªa una situaci¨®n muy inc¨®moda¡±, reconoci¨® otro.

El presidente provincial del PP y de la Diputaci¨®n de Valencia, Alfonso Rus, evidenci¨® ayer p¨²blicamente su disgusto por no haber sido consultado sobre el sucesor de Camps. ¡°Me enter¨¦ por la prensa, como Felipe Gonz¨¢lez¡±, confes¨®. Seg¨²n fuentes populares, Rus, uno de los pocos referentes s¨®lidos del partido, conf¨ªa en que el futuro presidente ejerza una direcci¨®n m¨¢s colegiada que Camps. En la estructura del PP en la provincia de Alicante, Fabra tendr¨¢ que superar el recelo de los propios campistas, que desconf¨ªan de un presidente de Castell¨®n. Aunque los restos del zaplanismo, tras la defenestraci¨®n de Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll como l¨ªder provincial, conf¨ªan en que Fabra sea capaz de resta?ar las heridas internas. La exconsejera Gema Amor ¡ªhoy fuera del PP y clave en la gobernabilidad de Benidorm¡ª se?al¨® que ¡°Fabra es un buen pol¨ªtico que entiende a todas las sensibilidades del partido¡±.

En Castell¨®n, tras la retirada de Carlos Fabra y el nombramiento de Javier Moliner como presidente de la Diputaci¨®n, el problema para Alberto Fabra es que ha pasado a ser el hombre fuerte de la provincia sin tener estructura propia en el PP.