Los barrios de Madrid reciben a miles de indignados antes de llegar a Sol

Las columnas del 15-M que llegaron a Madrid por diferentes rutas buscaron ayer un sitio donde pasar la noche. Estaban cansados del viaje, que para algunos dur¨® m¨¢s de un mes. Las asambleas de los barrios madrile?os les acogieron a su paso por los municipios de la Comunidad. En Villa de Vallecas, incluso recibieron masajes antes de ponerse a preparar la comida y el campamento para pasar la noche. Los que llegaron el jueves procedentes del norte de la Pen¨ªnsula, se unieron a la protesta contra el desahucio de una familia en Carabanchel. El grupo del noreste, con caminantes de Barcelona y Zaragoza, lleg¨® derrotado a Torrej¨®n de Ardoz y aprovech¨® la tarde para dormir.

Seg¨²n el ¨²ltimo recuento, que los coordinadores elaboraron ayer, los manifestantes suman 535 personas, pero se espera que entre hoy y ma?ana lleguen autobuses de todos los puntos de la Pen¨ªnsula para unir su voz a la de los indignados que llegaron a pie. Algunos, como los cordobeses, vendr¨¢n directamente ma?ana para participar en la manifestaci¨®n colectiva, que ser¨¢ a las seis y media y que ya tiene lema: ¡°No es una crisis, es el sistema¡±.

San Mart¨ªn de la Vega, Majadahonda, M¨®stoles y el barrio de Hortaleza tambi¨¦n se convirtieron ayer en puntos de reuni¨®n de los indignados, que pernoctaron en los mencionados barrios a la espera de la marcha que les lleve de nuevo al destino de peregrinaci¨®n: la Puerta del Sol.

Mientras esperaban la hora de partir hoy hacia el centro de Madrid, el centenar de caminantes de Valencia prepar¨® paella y gazpacho para comer despu¨¦s de ser recibidos con serpentinas y con los c¨¢nticos habituales del 15-M. A los 14 que comenzaron la marcha se han ido sumando personas por el camino. Les cedieron polideportivos, duchas y les dieron comida. Por la tarde, celebraron lo que denominaron batalla naval indignada, una reproducci¨®n de la celebrada el pasado domingo en Vallecas y en la que los participantes se lanzan agua. Despu¨¦s recorrieron los ¨²ltimos kil¨®metros hasta la plaza roja o plaza de la Constituci¨®n en Puente de Vallecas, donde acamparon. Los indignados de la marcha del norte se unieron a los que protestaron en Carabanchel para impedir el desahucio de una familia.

Antonio, un profesor de instituto en Reinosa (Cantabria), acaba de llegar a Madrid tras completar una ruta de 22 d¨ªas. En su viaje, que hab¨ªa confluido con personas procedentes de Burgos o el Pa¨ªs Vasco, ha recorrido varias localidades para trasladar el movimiento y ¡°crear y despertar conciencia¡±.