¡°Corrupci¨®n en may¨²sculas, en negrita y subrayado¡±
La sentencia de ayer avala el trabajo del ministerio p¨²blico, que reclam¨® penas m¨¢s duras
¡°Se pusieron en el mercado y se vendieron a quien les quiso comprar¡±, dijo uno de los fiscales del caso en la recta final del juicio, para referirse a un esc¨¢ndalo que defini¨® como ¡°corrupci¨®n en may¨²sculas, en negrita y subrayado¡±. La sentencia de ayer avala el trabajo del ministerio p¨²blico, que reclam¨® penas m¨¢s duras de las impuestas pero que fue acogida con satisfacci¨®n por los dos fiscales, de larga trayectoria en la lucha contra la corrupci¨®n. ¡°Un pelotazo de empresarios, mayoritariamente del ladrillo¡±, dijo en otro momento el fiscal para reclamar una condena severa porque ¡°una sociedad sana no puede permitirse estas conductas¡±.
La sentencia es m¨¢s comedida en sus valoraciones, pero s¨ª relata que los inspectores manten¨ªan un ¡°pacto de silencio¡± a cambio de cobrar diversas cantidades de los empresarios a los que deb¨ªan tutelar. As¨ª, Jos¨¦ Mar¨ªa Huguet, jefe de Dependencia Regional de la Inspecci¨®n de Hacienda en Catalu?a entre 1985 y 1994, cobr¨® en una cuenta suiza un pago de 1.568.913 euros y otro de 800.000 d¨®lares procedentes del grupo KIO. Los pagos fueron ordenados por el ahora condenado Juan Jos¨¦ Folchi.
Fue el que sali¨® mejor parado, pero no el ¨²nico. El inspector Manuel Abella percibi¨® 685.527 euros y su colega, Roger Bergua, otros 531.916. Alvaro Pernas cobr¨® 300.000 euros por mirar para otro lado, mientras que el inspector Juan Jos¨¦ Lucas Carrasco y su esposa en aquella ¨¦poca, Mayra Mas Echevarr¨ªa, percibieron 1.530.162 euros.
295 testigos
Fue uno de los juicios m¨¢s largos celebrados en Espa?a (dur¨® nueve meses) y declararon 295 testigos. Entre ellos el propio Jos¨¦ Borrell, quien confes¨® al tribunal su sospresa al conocer el caso. ¡°Todo el mundo daba por supuesto, y yo el primero, que declaraban sus ganancias en el impuesto de la renta o del patrimonio¡±, dijo, para referirse a Huguet y su mano derecha, Ernesto de Aguiar, que tambi¨¦n cobr¨® la misma suma millonaria en Suiza. ¡°De haberlo sabido los habr¨ªa inhabilitado¡±, a?adi¨® Borrell, quien confes¨® que las inversiones en bolsa que realizaban los inspectores eran compatibles con su cargo, aunque le provocaban ¡°cierta incomodidad¡±. La amistad de Borrell con Huguet data de su ¨¦poca de estudiantes del bachillerato.
Desde que qued¨® visto para sentencia hasta ayer han transcurrido otros nueve meses para redactar una sentencia que ocupa 729 p¨¢ginas.
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