Una noticia atrasada

No fue ayer una sorpresa que el presidente del Gobierno anunciase elecciones generales para el 20 de noviembre, una fecha simb¨®lica destinada a provocar un aluvi¨®n de chascarrillos y sobresaltos. El argumento seg¨²n el cual la prolongaci¨®n de esta torturada legislatura ¡ªhasta marzo de 2012¡ª era imprescindible para completar las reformas exigidas por los mercados internacionales y aflojar as¨ª su dogal sobre la garganta de la deuda espa?ola hac¨ªa agua por todos los costados. La experiencia de otros pa¨ªses hace dudar, por lo dem¨¢s, de que los movimientos especulativos contra la eurozona ¡ªespecialmente tras el ingreso de Espa?a, Italia y B¨¦lgica en el tiovivo¡ª operen seg¨²n pautas regulares y criterios previsibles que permitan leer sus mensajes como advertencias claras, exigencias concretas y requerimientos precisos cuyo cumplimiento asegurar¨ªa a los malos alumnos aprobar los ex¨¢menes de septiembre.

El pausado ritmo de la tramitaci¨®n de las leyes, el filibusterismo obstruccionista de la oposici¨®n y el viaje de ida y vuelta de los proyectos entre el Congreso y el Senado privaban al calendario normativo del ox¨ªgeno suficiente para respirar. De a?adidura, la falta de mayor¨ªa absoluta obligaba al Gobierno a negociar las ayudas de los grupos nacionalistas ¡ªsiempre caras en t¨¦rminos de contra prestaciones territoriales¡ª para la convalidaci¨®n de los decretos leyes, dada la implacable decisi¨®n del PP de contemplar desde el brocal del pozo los apuros de Zapatero para mantenerse a flote sin echarle una mano. Tampoco el empe?o de sacar adelante los Presupuestos de 2012 justificaba el sacrificio de beberse hasta las heces el c¨¢liz de la legislatura: los herederos de ese indeseado testamento lo habr¨ªan impugnado (de ganar el PP las elecciones con mayor¨ªa absoluta) o recibido a beneficio de inventario.

La verdadera noticia (¡°hombre muerde perro¡±) habr¨ªa sido que Zapatero, atado al palo del nav¨ªo para no ceder a los cantos de las sirenas, aguantara hasta el ¨²ltimo d¨ªa de un mandato conservado en formol. En tal caso, las dificultades de Rubalcaba para abrirse camino como candidato del PSOE hubiesen sido mucho mayores. Tampoco la imagen de Zapatero habr¨ªa mejorado. El todav¨ªa presidente contest¨® a un periodista en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que a¨²n es pronto para juzgar sus siete a?os y medio de gobierno. Tiene raz¨®n, aunque cabr¨ªa repetir ya ¡ªa prop¨®sito de su segunda legislatura¡ª el comentario del canciller Bismarck sobre la err¨®nea creencia del k¨¢iser Guillermo de que los gobernantes pueden siempre vivir en domingo.