Sorpresas y recortables

Se acabaron aquellos veraneos de temporada de cuando entonces para disfrute de algunos y a cambio todos tenemos vacaciones medidas en semanas o quincenas. Julio y septiembre han sido habilitados para el trabajo y agosto tambi¨¦n para la pol¨ªtica con plenos del Congreso de los Diputados para asuntos como la convalidaci¨®n de decretos leyes o sorpresas como la reforma del art¨ªculo 135 de la Constituci¨®n. Est¨¢ comprometida la fecha del domingo 20 de noviembre para la celebraci¨®n de las elecciones generales, cuya convocatoria es competencia del presidente del Gobierno, o¨ªdo el Consejo de Ministros a reunir el lunes 26 de septiembre. Es decir, que estamos desde ese anuncio en la cuenta atr¨¢s e inmersos en una campa?a electoral de larga duraci¨®n que ha ido acrecentando su intensidad a partir del escrutinio del 22 de mayo que ti?eron de azul el mapa y auguran la vuelta de las gaviotas en vuelo rasante a La Moncloa.

Largas vacaciones las del 36, pero agitadas las de este a?o. No nos han dado respiro los reci¨¦n instalados presidentes de comunidades aut¨®nomas o alcaldes del PP. Porque, seg¨²n llegaban al despacho para sustituir a sus antagonistas del PSOE, tiraban del sobre sorpresa para contarnos la quiebra encontrada en las arcas p¨²blicas. Ruido, mucho ruido, como dice la canci¨®n, y espeso silencio para otras situaciones de parecida quiebra, en caso de que el poder continuara en las mismas manos y a nadie se pudiera culpar. Algarab¨ªa m¨¢xima de Mar¨ªa Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha o de Ignacio Diego en Cantabria, pero sigilo absoluto en la Generalitat valenciana, en la Comunidad de Madrid, en el Ayuntamiento de la Villa o en el de la capital del Turia. El ciudadano medio se pregunta por qu¨¦ las cuentas no quedaron claras antes de comparecer ante las urnas, por qu¨¦ la oposici¨®n se hace de nuevas como si no le hubiera correspondido fiscalizar la acci¨®n del gobierno auton¨®mico o municipal al que ahora releva, por qu¨¦ los funcionarios de la intervenci¨®n al servicio de las administraciones auton¨®micas o municipales nada tuvieron que objetar mientras se incurr¨ªa en esas deudas desbordadas o se acumulaban esos impagos estruendosos.

Mucho ruido de quiebra en Cantabria y Castilla-La Mancha y sigilo absoluto en Madrid y Valencia

Al Papa casi se le viene abajo el escenario pantalla erigido como arquitectura ef¨ªmera en Cuatro Vientos. ?A qui¨¦n se le ocurrir¨ªa hacerlo en forma de vela, precisamente en Cuatro Vientos? La novedad fueron los confesionarios m¨®viles que pueden seguir prestando un gran servicio en pr¨®ximas ocasiones multitudinarias. Enlatado en Pontevedra, el v¨ªdeo de las declaraciones de Mariano Rajoy se fue troceando seg¨²n necesidades de cada momento. Rubalcaba segu¨ªa incesante su peregrinar movilizador. ?ltimos despachos del presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, con el Rey Juan Carlos en el palacio de Marivent. Consejos de Ministros en Madrid para recortes y asuntos varios. De improviso la bronca permanente entre la oposici¨®n y el Gobierno, que bloquea la renovaci¨®n preceptiva de 23 cargos institucionales, se trueca en ins¨®lito consenso. Todo un ejercicio de prestidigitaci¨®n para hacer una ofrenda a la Europa de los mercaderes. La misma que ha sido incapaz de embridar a las agencias de calificaci¨®n y poner coto a los abusadores que siguen lucr¨¢ndose con la ruina que nos trajeron.

Empieza el juego de los recortables. Conforme al proceder de los mejores ilusionistas, Mar¨ªa Dolores de Cospedal garantiza que los suyos en nada afectar¨¢n a los servicios sociales. Se le adelanta en su propio partido el presidente c¨¢ntabro Ignacio Diego quien, en l¨ªnea con el circense ¡°m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa¡±, a esa promesa de intangibilidad suma otra urgente de bajada impositiva porque ese es uno de los compromisos adquiridos y ¡°para no espantar a nadie de Cantabria¡±. Seg¨²n comentaba un buen amigo periodista en Cinco D¨ªas hay garant¨ªa evang¨¦lica de que a los pobres siempre los tendremos con nosotros (Mateo 26,11) y la cuesti¨®n a evitar, por tanto, es que se produzca la espantada de los ricos. Nos conviene que habiten entre nosotros. Por eso la propuesta del candidato socialista Rubalcaba de nuevas cargas impositivas a la banca y a las grandes fortunas se considera un desatino. La pedagog¨ªa del copago se ve venir. Llegar¨¢ la privatizaci¨®n de los servicios p¨²blicos pero antes es necesario desprestigiarlos. El resultado puede observarse viajando en tren por Inglaterra o visitando alguno de sus hospitales. ?Hay qui¨¦n d¨¦ m¨¢s?