¡°No puedo garantizar los empleos¡±
Este librero de 37 a?os ha pasado de una pr¨®spera empresa familiar a los tranquilizantes


Ha vivido los momentos m¨¢s cruciales de la monta?a rusa econ¨®mica espa?ola. Faustino Carmona, de 37 a?os, se hizo aut¨®nomo para hacerse cargo de la papeler¨ªa familiar de Los Palacios (Sevilla) en 2006 y ha pasado de ver un futuro de prosperidad a los tranquilizantes. Tiene tres empleados, uno de ellos con contrato de formaci¨®n. Pero advierte de que, si le anulan cualquier bonificaci¨®n o le suben un coste, no podr¨¢ seguir. Representa a los trabajadores por cuenta propia, un colectivo de tres millones de espa?oles que vive pendiente de fr¨¢giles hilos.
Carmona tiene los n¨²meros en la cabeza porque no para de darles vueltas. Cuando se hizo cargo del negocio facturaba 400.000 euros y ahora, algo m¨¢s de 200.000. No ve claro el futuro y, sin necesidad de discursos sobre diversificaci¨®n e I+D+I, se ha lanzado a abrir nuevas v¨ªas de negocio: prepara una nueva plataforma de venta en Internet, hace fotograf¨ªas, tambi¨¦n publicidad, y comercializa desde peonzas hasta muebles de oficina.
Distinguido, la empresa de este miembro de la Asociaci¨®n de Trabajadores Aut¨®nomos (ATA), tiene 28 a?os y la abri¨® su madre, tambi¨¦n aut¨®noma durante dos d¨¦cadas. ¡°Hicimos el traspaso para que poder contratarla porque, despu¨¦s de haber pagado durante tantos a?os, calculamos que le iba a quedar una jubilaci¨®n de 600 euros¡±, comenta Carmona mientras despide a su madre que, con 61 a?os, se va a pasar el d¨ªa a Sevilla buscando libros entre almacenes de editoriales.
Para sobrevivir, el negocio se hizo m¨¢s complejo. No basta con atender un mostrador. Hay que salir a la calle a buscar clientes, pelear con los bancos para conseguir financiaci¨®n, contabilidad, papeles¡adem¨¢s del mostrador. Para hacer frente a la actividad, Carmona recurri¨® a dos personas m¨¢s, ambos de la familia, porque un negocio como este, que cierra un solo d¨ªa, necesita mucha confianza. Para uno de ellos se acogi¨® al contrato de formaci¨®n, que le permite ahorrarse costes en la seguridad social. El otro, depende de una subvenci¨®n de 9.000 euros para hacer frente al mismo cap¨ªtulo a cambio de que la relaci¨®n laboral sea indefinida y se mantenga un m¨ªnimo de cuatro a?os.
En ambos casos, asegura que la continuidad depende de que las condiciones no cambien. Si se reducen las bonificaciones o las ayudas, no podr¨ªa mantener los puestos. A cambio, tendr¨ªa que dedicarle menos tiempo a las nuevas l¨ªneas de negocio o cerrar algunas. ¡°A m¨ª me interesan que est¨¦n conmigo todo el tiempo, porque conocen el negocio, pero no puedo dar garant¨ªas tal y como est¨¢ la cosa¡±, asegura.
"La cosa", a su juicio, tiene un origen claro: el paro. Si no hay trabajo no hay consumo. Y a esta situaci¨®n, se le unen circunstancias de alto riesgo, como el cheque libro. En Andaluc¨ªa comenz¨® a implantarse desde 2005 un programa por el que los padres reciben un cheque que canjean en las librer¨ªas por los textos escolares. Carmona afirma que ¨¦l tiene que comprar libros por valor de 120.000 euros cada a?o y que deber¨ªa recibir el importe de los cheques antes de octubre. Para adquirir el material tiene que recurrir a financiaci¨®n, pero esta es ya imposible. ¡°Recorro todos los bancos, pero se cierran en banda¡±, asegura. Ha llegado a devolver recibos propios para hacer frente al coste y no perder clientes, pero el coste de toda la operaci¨®n ha sido finalmente negativo y ha perdido dinero.
Las administraciones con las que ha trabajado le deben 70.000 euros y su esposa, que es funcionaria municipal, lleva tres meses sin cobrar. ¡°Me gustar¨ªa contratar, ?pero c¨®mo?¡±, afirma. Apoya las figuras como el contrato de formaci¨®n, al que ha recurrido, pero lamenta que hayan llegado tarde.
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