Los juguetes de Rubalcaba y el almuerzo de Rajoy

Mientras Rubalcaba descansaba de una ma?ana ajetreada de visitas en dos empresas ubicadas en Zaragoza y se preparaba para el mitin de la tarde, Rajoy firmaba el acuerdo con el PAR en un c¨¦ntrico hotel, tras un almuerzo privado con el presidente del partido aragonesista, Jos¨¦ ?ngel Biel. Las agendas y la agitada precampa?a electoral han conseguido reunir a los candidatos del PSOE y PP a las elecciones generales el mismo d¨ªa y en la misma ciudad: Zaragoza. Una coincidencia curiosa a un mes y 17 d¨ªas de las elecciones.

¡°Todos los juguetes que he comprado en mi vida son de aqu¨ª, he sido un buen t¨ªo para mi sobrinos¡±. As¨ª explicaba Rubalcaba el verdadero motivo de su visita a Imaginarium, una jugueter¨ªa de origen aragon¨¦s que tiene ya presencia en 26 pa¨ªses. Foto del candidato con el presidente, F¨¦lix Tena, y un paseo por sus instalaciones, que hasta tiene mesas de pin pon para el relajo de sus empleados. El candidato no se ha atrevido a probar suerte con la raqueta, aunque su esp¨ªritu de sprinter no ha faltado en su jornada zaragozana. A las 10 de la ma?ana, Rubalcaba visitaba la empresa Decathlon, una marca francesa deportiva tambi¨¦n emplazada a las afueras de la capital aragonesa. El candidato socialista admit¨ªa que su vinculaci¨®n con el deporte ¡°en otra etapa¡± de su vida, era el leitmotiv para acercarse hasta all¨ª. Una filosof¨ªa de vida llevada a la precampa?a electoral.

La visita de Rajoy, que apenas ha durado unas horas, levantaba los flashes de los fot¨®grafos alrededor de las 5 de la tarde, en un c¨¦ntrico hotel. Las plumas, de marca Mont Blanc, sirvieron para firmar las tres copias del acuerdo. ¡°Espero que pongan lo mismo¡±, le comentaba en broma Rudi al l¨ªder de la oposici¨®n, que sonre¨ªa, sobre el contenido del contrato de pacto entre PAR y PP. Con una semana de grandes preparativos de cara al congreso del Partido Popular en M¨¢laga, Rajoy se desped¨ªa de los representantes de la fuerza pol¨ªtica en coalici¨®n y emprend¨ªa viaje de vuelta a Madrid en AVE. A esa hora, a Rubalcaba a¨²n le quedaban horas y un discurso en el que explicar su programa electoral.