Terapia de grupo

El objetivo confeso de la Conferencia Pol¨ªtica del PSOE celebrada el pasado fin de semana en Madrid era debatir las ponencias preparatorias del programa electoral del 20-N que ser¨¢ aprobado por el comit¨¦ federal el pr¨®ximo s¨¢bado. Al final de la reuni¨®n el candidato socialista resumi¨® con su peculiar estilo pol¨ªtico-profesoral conclusiones tales como la creaci¨®n de un impuesto finalista sobre el tabaco y las bebidas alcoh¨®licas destinado a financiar el gasto sanitario o el desbloqueo de las listas cerradas que permita alterar su orden interno.

Pero la funci¨®n latente del encuentro fue levantar los alica¨ªdos ¨¢nimos de una militancia deprimida por los desastrosos resultados de los recientes comicios locales y auton¨®micos y por las alarmantes perspectivas de los sondeos. No es f¨¢cil que un partido acostumbrado a ganar durante estos ¨²ltimos 30 a?os encaje sin mover una ceja los sombr¨ªos augurios que vaticinan su espectacular retroceso y una desahogada mayor¨ªa absoluta del PP.

La inesperada presencia de Felipe Gonz¨¢lez en el escenario durante la sesi¨®n inaugural de la conferencia pol¨ªtica corrobor¨® que la convocatoria inclu¨ªa entre sus fines una terapia de grupo. M¨¢s all¨¢ de lo que oficialmente dibujen los organigramas, Felipe Gonz¨¢lez sigue ocupando dentro del socialismo espa?ol el lugar preeminente que le concede haber refundado el PSOE tras 40 a?os de persecuci¨®n dentro de Espa?a y de divisiones en el exilio, as¨ª como sus 14 a?os ininterrumpidos como presidente de Gobierno y un sostenido compromiso europe¨ªsta.

Joseph S. Nye Jr., creador de la distinci¨®n entre el poder duro (basado sobre la coerci¨®n, la intimidaci¨®n y los incentivos) y el poder blando (aplicado a trav¨¦s de la atracci¨®n, la influencia y la persuasi¨®n), afirma en un reciente ensayo (Las cualidades del l¨ªder, Paid¨®s, 2011) que los dirigentes pol¨ªticos y empresariales de car¨¢cter inspirador y prop¨®sitos transformadores utilizan las ¨¦pocas de crisis para ense?ar a sus seguidores nuevas maneras de ver las cosas mediante una narraci¨®n capaz de otorgar significado a la excepcional situaci¨®n vivida. En su intervenci¨®n ante la conferencia pol¨ªtica, Felipe Gonz¨¢lez describi¨® con claridad los problemas planteados a la Uni¨®n Europea por la crisis econ¨®mica y las soluciones que Espa?a debe exigir para solucionarlos. Al tiempo, el expresidente invit¨® a los asistentes a desembarazarse del pesimismo ante el 20-N con el recordatorio de sus propias remontadas en las campa?as de 1993 y de 1996. En la sesi¨®n de clausura, Rubalcaba recogi¨® ese llamamiento a no bajar los brazos antes de iniciar la pelea.

Abstracci¨®n hecha de las diferencias existentes entre los a?os noventa y la actual situaci¨®n, incluidas las distintas personalidades de los candidatos, el derrotismo de los socialistas se halla en gran parte condicionado por unas expectativas inadecuadas, propias en realidad de las democracias presidencialistas o de los reg¨ªmenes parlamentarios con distritos uninominales a una sola vuelta. Solo en esos marcos pol¨ªtico-electorales cobra su sentido el dicho tomado de las carreras de caballos seg¨²n el cual el jinete que atraviesa primero la l¨ªnea de llegada ¡ªaunque se necesite la foto-finish para determinarlo¡ª se lo lleva todo.

Desde ese punto de vista, resulta altamente improbable que los socialistas lleguen a superar de aqu¨ª al 20-N la distancia que les separa de los populares y crucen los primeros la meta. Pero el sistema electoral espa?ol no se limita a proclamar ganador a un candidato que se lo lleva todo y perdedor a un colocado que se queda a la luna de Valencia; en tal caso, los socialistas no tendr¨ªan m¨¢s opci¨®n que hacer suya la resignada postura de Rafael S¨¢nchez Ferlosio recogida en Vendr¨¢n m¨¢s a?os malos y nos har¨¢n m¨¢s ciegos (Destino, 1993): ¡°Moral moral, la ¨²nica que querr¨ªa uno tener a estas alturas es la del Alcoyano¡±, el equipo de f¨²tbol que seg¨²n una ap¨®crifa leyenda perd¨ªa fuera de casa por 7-0 en el descanso y se dispon¨ªa bravamente a remontar el partido en el segundo tiempo.

Sin embargo, el PSOE no se juega tan solo la d¨¦bil posibilidad de que su candidato sea investido presidente del Gobierno. Del mayor o menor apoyo dado por los votantes a sus siglas depender¨¢ no solo que la mayor¨ªa obtenida por el PP sea absoluta o relativa sino tambi¨¦n que su grupo parlamentario disponga o no de una minor¨ªa de bloqueo capaz de influir sobre los nombramientos de los ¨®rganos constitucionales y las propuestas de reforma de la norma fundamental. M¨¢s all¨¢ de la composici¨®n de las Cortes Generales para la pr¨®xima legislatura, los resultados del 20-N determinar¨¢n si los socialistas se mantienen como una alternativa veros¨ªmil de Gobierno para 2015 o quedan relegados por tiempo indefinido a una posici¨®n marginal.