Zapatero, nueve a?os de desfiles
De la sentada al paso de la bandera de Estados Unidos a los tradicionales abucheos
De la sentada de Zapatero al paso de la bandera de Estados Unidos a las ya cl¨¢sicas pitadas contra el presidente del Ejecutivo, el desfile militar del 12 de octubre se ha convertido en un term¨®metro del Gobierno de Zapatero, que comenz¨® con un fuerte desencuentro con EE UU, por la retirada de las tropas espa?olas de Irak, y concluye en m¨¢xima sinton¨ªa con Washington, con el despliegue en la base de Rota de 1.100 militares estadounidenses y cuatro destructores como parte del escudo antimisiles de la OTAN.
2003: Zapatero y la bandera de EE UU
El ¨²ltimo desfile de la Fiesta Nacional que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero pas¨® en la oposici¨®n fue un presagio de la pol¨ªtica exterior en su primera legislatura, marcada por las desavenencias con EE UU por la retirada de las tropas de Irak. Zapatero permaneci¨® sentado al paso de la bandera estadounidense como muestra de su rechazo a que el PP convirtiera ¡°una fiesta de todos los espa?oles¡± en un acto para justificar la guerra de Irak, una actitud que los populares interpretaron como un desprecio del l¨ªder socialista al pueblo estadounidense.
2004: Ausencia de EE UU y pelea en el PP
La frialdad de las relaciones entre EE UU y Espa?a tras la retirada del contingente espa?ol en Irak, que Zapatero anunci¨® el 18 de abril de 2004, tan solo un d¨ªa despu¨¦s de que fuera investido presidente del Gobierno, qued¨® patente en el desfile de la Fiesta Nacional. El entonces embajador de EE UU, George Argyros, no acudi¨® ni al desfile de las Fuerzas Armadas ni a la recepci¨®n que los Reyes ofrecieron en el Palacio Real. La excusa esgrimida no dejaba lugar a dudas: ¡°Problemas de transporte¡±, a pesar de que el embajador se encontraba en Espa?a.
El 12 de octubre de 2004 tambi¨¦n estuvo impregnado del malestar en el PP por la derrota sufrida en las elecciones generales del 14 de marzo de aquel a?o. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y el entonces secretario general del PP, ?ngel Acebes, se enzarzaron en una tensa conversaci¨®n a la vista de todos los invitados en la recepci¨®n del Palacio Real por la disputa de poder del partido en Madrid. El n¨²mero dos de Gallard¨®n, Manuel Cobo, hab¨ªa presentado una lista alternativa a la de Esperanza Aguirre, lo que, seg¨²n Acebes, perjudicaba al partido.
2005: Primera gran pitada y Estatuto catal¨¢n
En pleno debate sobre la reforma del Estatuto catal¨¢n, las espinas levantadas por la definici¨®n de Catalu?a como naci¨®n se dejaron ver en la Fiesta Nacional. Un centenar de personas situadas en una tribuna de invitados ¨Chabitualmente destinada a los familiares de militares- abuche¨® a Zapatero, una pitada que se ha convertido ¡°en un cl¨¢sico¡±, en palabras del presidente, durante los desfiles del 12 de octubre. El presidente del Gobierno trat¨® de desvincular el alboroto de la pol¨¦mica por el Estatuto de Catalu?a y manifest¨® su ¡°respeto a la libertad de expresi¨®n¡±. En este a?o, regres¨® al desfile el nuevo embajador de EE UU, Eduardo Aguirre.
2006: La tregua de ETA
Las conversaciones del Gobierno con ETA, tras el ¡°alto el fuego permanente¡± que la banda terrorista hab¨ªa anunciado el 22 de marzo de aquel a?o, eran una de las principales preocupaciones de Zapatero. En la Fiesta Nacional, el presidente sugiri¨® a Batasuna, ilegalizada por el Tribunal Supremo, que su legalizaci¨®n no acarrear¨ªa problemas si se registraba como una nueva formaci¨®n pol¨ªtica, con nuevos estatutos y nuevos objetivos, un paso fundamental para que participara en la mesa pol¨ªtica sobre el futuro de Euskadi que pretend¨ªan crear nacionalistas y socialistas vascos. Batasuna tem¨ªa volver a ser ilegalizada si se somet¨ªa a la Ley de Partidos. De nuevo, no faltaron los abucheos a Zapatero.
2007: A seis meses de las elecciones generales
Las elecciones generales, que se celebrar¨ªan el 9 de marzo de 2008, estaban cerca. Aunque la pitada, que en aquella ocasi¨®n los organizadores se esmeraron por minimizar, era ya un cl¨¢sico, el 12 de octubre de 2007 sorprendi¨® por lo inapropiado del momento, durante el homenaje a los soldados muertos. Incluso los militares que no eran afines al Gobierno mostraron su malestar. El l¨ªder de los populares, Mariano Rajoy, no reproch¨® los abucheos, tan solo se limit¨® a decir que ni lo hizo ni lo hubiera hecho.
Rajoy s¨ª aprovech¨® la Fiesta Nacional para difundir un v¨ªdeo en el que llamaba a la poblaci¨®n a mostrar la bandera espa?ola ante la incapacidad de Zapatero de defender los s¨ªmbolos nacionales. El PP quer¨ªa amplificar as¨ª el debate surgido en torno a la quema de im¨¢genes del Rey que hab¨ªan protagonizado d¨ªas anteriores sectores pr¨®ximos a la izquierda independentista catalana, un debate que Zapatero calific¨® de ¡°uno de los m¨¢s artificiales de los ¨²ltimos a?os¡±.
2008: El a?o en que estall¨® la crisis
Con la segunda legislatura de Zapatero apenas iniciada y con Lehman Brothers ya en bancarrota, el rey Juan Carlos llam¨® a ¡°hacer un frente com¨²n y trabajar¡± para superar la crisis econ¨®mica. El Rey apelaba as¨ª la colaboraci¨®n entre Zapatero y Rajoy para abordar la crisis a la que se empezaba a enfrentar Espa?a.
2009: El desfile de los recortes y la presencia vasca
El alarde de medios militares en que suele convertirse la Fiesta Nacional, no fue tal en 2009. La crisis empezaba a apretar y el Gobierno opt¨® por la austeridad y por un desfile m¨¢s corto y menos voluminoso. Donde no hubo recortes fue en la intensidad de los abucheos. ¡°Es el rito de todos los a?os¡±, protest¨® Zapatero que, si en 2005, los consider¨® ¡°libertad de expresi¨®n¡±, cuatro a?os m¨¢s tarde los tild¨® de ¡°falta de respeto¡±, porque no se produc¨ªan en un acto de Gobierno, sino en un acto de Estado.
Otra de las novedades de 2009 fue la presencia por primera vez, de un representante del Gobierno vasco ¨Cel consejero de Interior, Rodolfo Ares-, en el desfile del 12 de octubre tras el nombramiento del socialista Patxi L¨®pez como lehendakari.
2010: Enfrentamiento entre Zapatero y Gallard¨®n
El desfile del a?o pasado tuvo como protagonistas, adem¨¢s de las pitadas a Zapatero, al presidente del Gobierno y al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, que discutieron por la financiaci¨®n de la capital. Mientras que Gallard¨®n reclamaba soluciones para resolver el problema de refinanciaci¨®n de la deuda, el presidente le reproch¨® las contradicciones del PP, que pide al mismo tiempo ajustes y m¨¢s gasto.
2011: Elecciones del 20-N
En el ¨²ltimo desfile al que Zapatero acudir¨¢ en calidad de presidente del Gobierno, y en el que no pod¨ªan faltar los tradicionales pitidos, el protagonismo ha reca¨ªdo en el candidato del PSOE, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, y del PP, Mariano Rajoy, que charlaron 10 minutos sobre la dura campa?a electoral.
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