Qui¨¦nes pueden ser los secuestradores y por qu¨¦
Hay razones para considerar como veros¨ªmil la hip¨®tesis de que las dos cooperantes espa?olas hayan sido secuestradas por miembros de Al Shabab
El hecho de que el secuestro de nuestras dos compatriotas se haya producido en un campo de refugiados somal¨ªes, as¨ª como que dicho enclave se encuentre situado unos 100 kil¨®metros de la frontera con Somalia y que los secuestradores aparentemente se dirigieran a este ¨²ltimo pa¨ªs, sugiere que el grupo o la organizaci¨®n que los ha llevado a cabo procede del mismo, aun cuando pueda contar con miembros y facilitadores establecidos en Kenia. Ahora bien, los secuestros de occidentales que se producen en Somalia y otros pa¨ªses del Este de ?frica pueden ser llevados a cabo por distintos actores colectivos, en ocasiones bandas de delincuentes que carecen de agenda pol¨ªtica o inspiraci¨®n religiosa. Sin embargo, hay razones para considerar como veros¨ªmil la hip¨®tesis de que las dos cooperantes espa?olas hayan sido secuestradas por miembros de Al Shabab, una organizaci¨®n armada que desde hace a?os ejecuta frecuentemente atentados, muchos de ellos suicidas, en territorio somal¨ª y se encuentra estrechamente relacionada tanto con Al Qaeda como con las extensiones territoriales de esta estructura terrorista en la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga y en el Magreb.
El d¨ªa 5 del pasado mes de agosto, Al Shabab, que entonces controlaba amplias zonas de Mogadiscio, decidi¨® una retirada t¨¢ctica de las mismas, tras una ofensiva iniciada en febrero por fuerzas de la misi¨®n de la Uni¨®n Africana y del propio Gobierno Federal de Transici¨®n. Ante una situaci¨®n adversa, los dirigentes de Al Shabab renunciaron a su dominio territorial sobre dichas ¨¢reas. Pero esa retirada supuso asimismo una importante ca¨ªda de los recursos econ¨®micos que Al Shabab consegu¨ªa de la poblaci¨®n bajo su control, en especial de los derivados de la extorsi¨®n que ejerc¨ªa sobre comerciantes de los mercados existentes en la capital somal¨ª. Para una organizaci¨®n que necesita mantener sus estructuras y sostener su campa?a de terrorismo, pagar a militantes que en gran n¨²mero lo son a cambio de incentivos selectivos, e incluso a los clanes locales sin cuyo concurso es mucho m¨¢s dif¨ªcil operar, la reducci¨®n de ingresos es un muy serio contratiempo. De aqu¨ª que se haya inclinado, desde el pasado septiembre, por emular a Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico, llevando a cabo secuestros con prop¨®sitos de financiaci¨®n.
Tanto las organizaciones no gubernamentales como las agencias internacionales de asistencia humanitaria a la poblaci¨®n de Somalia han sido expresamente amenazadas por los dirigentes de Al Shabab. Aunque sus actividades terroristas se dirigen preferentemente contra los propios somal¨ªes que no acatan las directrices yihadistas ¨Cel pasado d¨ªa 4, un atentado contra estudiantes en Mogadiscio caus¨® cerca de cien muertos-- y las fuerzas gubernamentales, cuando se trata de llevar a cabo secuestros centra su atenci¨®n sobre ciudadanos occidentales que se encuentran en la regi¨®n como turistas o cooperantes, por ejemplo. Cabe suponer que cuando planifican el secuestro de occidentales desarrollan labores previas de informaci¨®n para detectar blancos que consideran vulnerables. Ahora bien, su realizaci¨®n depender¨ªa m¨¢s de circunstancias de oportunidad que de una designaci¨®n por criterios de nacionalidad. Con todo, no debe descartarse que quienes hayan secuestrado a las dos cooperantes espa?olas sean integrantes de Al Shabab que, infiltrados en los campos de refugiados, act¨²en por cuenta propia, buscando su enriquecimiento personal.
Fernando Reinares es Investigador Principal del Terrorismo Internacional en el Real Instituto Elcano.
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