El jarr¨®n chino se llama Lula
El expresidente de Brasil aboga por "pensar m¨¢s en las pr¨®ximas generaciones que en las pr¨®ximas elecciones".
Las primeras palabras de Lula, expresidente de Brasil, ante la conferencia Global Progress, que ha reunido en Madrid a l¨ªderes progresistas, fueron para confesar que ¨¦l tambi¨¦n es un jarr¨®n chino, como suele definirse su hom¨®logo Felipe Gonz¨¢lez. ¡°?Nadie sabe qu¨¦ hacer con los expresidentes!¡±, exclam¨®, en un gui?o para ganarse al p¨²blico: a los que ya conoc¨ªan la expresi¨®n y a los que o¨ªan por primera vez la historia de ese jarr¨®n que queda magn¨ªfico en un palacio presidencial, pero que no sabes d¨®nde colocar en un pisito.
Con el carisma del obrero metal¨²rgico que fue l¨ªder sindical y lleg¨® a presidente (2003-2011) de un pa¨ªs de 200 millones de habitantes, Luiz In¨¢cio Lula da Silva dijo: ¡°Necesitamos pol¨ªticos con coraje, dispuestos a servir bebidas amargas, pero no a permitir que el pueblo trabajador pague la crisis, [pol¨ªticos] que piensen m¨¢s en las pr¨®ximas generaciones que en las pr¨®ximas elecciones¡±. Estas palabras fueron recibidas con una de las varias ovaciones que logr¨® el tambi¨¦n exl¨ªder del Partido de los Trabajadores de Brasil.
Da Silva comi¨® ayer, junto al resto de los invitados m¨¢s ilustres a la conferencia, en La Moncloa con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. A las diez de esta ma?ana tiene previsto reunirse con el jefe de la oposici¨®n y l¨ªder del PP, Mariano Rajoy.
Lula se quej¨® muy crudamente en su discurso de que los dirigentes pol¨ªticos acuerden los remedios a los males colectivos, pero luego no los apliquen. Se refiri¨® en concreto de la crisis econ¨®mica y financiera, y a las cumbres del G-20 de 2008, 2009 y 2010. ¡°Se realiz¨® un diagn¨®stico preciso de las causas de la crisis. Entonces ya dijimos que no era suficiente combatir los s¨ªntomas, sino que hab¨ªa que afrontar las causas. Y tambi¨¦n dijimos que no se pod¨ªa vencer esta crisis solo con medidas de ajuste, sino que era necesario recuperar el crecimiento y el desarrollo a escala mundial¡±. Diagnosticaron, propusieron un cat¨¢logo de medidas para corregir la situaci¨®n, pero, recalc¨® el expresidente de Brasil, ¡°las recomendaciones no se cumplieron¡±.
Por eso el expresidente, que reconoci¨® que viaja mucho para dejar gobernar tranquila a ¡°la compa?era Dilma Rousseff¡±, insisti¨® en que la soluci¨®n a la crisis debe ser pol¨ªtica, no t¨¦cnica. Para eso, explic¨®, har¨ªan falta ¡°instituciones multinacionales que obliguen a cumplir los acuerdos que alcanzan los organismos internacionales¡±. Los mandatarios retirados y en activo que participaron en la conferencia han pedido al pr¨®ximo G-20, que se celebra en Cannes (Francia) el mes que viene, un pacto social contra la crisis. Sostuvo Lula que la Uni¨®n Europea es ¡°patrimonio democr¨¢tico de la humanidad¡±, por lo que ¡°el mundo no tiene derecho a permitir que la UE acabe¡±. Y por si no quedaba claro, a?adi¨®: ¡°Es inaceptable que una econom¨ªa como la de Grecia tenga en riesgo a toda la UE. Es como si una u?a de mi dedito pudiera matarme¡±.
Para sazonar su receta anticrisis, Lula recomend¨® que en foros como el que le escuchaba fuera obligatorio ver ¡°documentales como ese norteamericano¡± (cuyo t¨ªtulo no acert¨® a recordar), posiblemente en referencia a Inside Job, y pel¨ªculas como ¡°Wall Street: el dinero nunca duerme, de Michael Douglas¡±. El brasile?o tambi¨¦n fue ovacionado al decir justo despu¨¦s que ¡°una buena parte de los que generaron la crisis est¨¢n en los Gobiernos, y entonces s¨ª que no hay soluci¨®n¡±.
Lula se dirig¨ªa a los asistentes a la conferencia organizada por la Fundaci¨®n Ideas, vivero ideol¨®gico del PSOE, y por el Center for American Progress con el aval de los logros de sus dos mandatos como presidente, que resumi¨® en un pu?ado de datos: sus Gobiernos crearon 16 millones de empleos formales, lograron que 28 millones de brasile?os se incorporaran a la clase media, sacaron a otros 28 millones de ciudadanos de la extrema pobreza, aumentaron los ingresos de la mitad de la poblaci¨®n m¨¢s pobre en un 68% y tambi¨¦n incrementaron los ingresos de los ricos, pero menos, el 10%.
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