El triunfo de todos
"La alegr¨ªa se entremezcla con recuerdos de dolor", relata el candidato socialista
En los terribles meses del verano del 2000 empezamos a construir las bases del Pacto por la Libertad y contra el Terrorismo, que ha inspirado la pol¨ªtica contra ETA en esta ¨²ltima d¨¦cada. Ese fue el primer paso de este camino duro y complejo que nos ha tra¨ªdo la feliz noticia del abandono de la violencia del jueves pasado, 20 de octubre de 2011. Confieso que al leer el comunicado sent¨ª que ¨¦sta ser¨ªa una de esas fechas que marcan nuestra reciente historia democr¨¢tica.
Aquel pacto surgi¨® para hacer frente a la ofensiva terrorista que sigui¨® a la tregua de 1998 y que, literalmente, persegu¨ªa la liquidaci¨®n f¨ªsica del entramado partidario e institucional de los partidos no nacionalistas, tambi¨¦n llamados aquellos a?os partidos constitucionalistas. Fue un pacto propuesto entonces por el PSOE a un Gobierno del PP con mayor¨ªa absoluta; una propuesta coherente con nuestra convicci¨®n unitaria y leal, la que siempre hemos mantenido en la lucha antiterrorista.
La lucha policial de aquellos a?os, la colaboraci¨®n francesa y la ilegalizaci¨®n del entramado pol¨ªtico de ETA, propiciaron, en 2004 un nuevo escenario que nos correspondi¨® gestionar a los socialistas. La aparici¨®n del terrorismo de ra¨ªz yihadista, el fin de la violencia en Irlanda y la presi¨®n internacional contra el terrorismo surgida del 11-S en Estados Unidos, generaron una oportunidad para el fin de la banda terrorista ETA que decidimos explorar a lo largo del proceso 2006-2007 con el apoyo de todos los partidos pol¨ªticos democr¨¢ticos con la excepci¨®n del Partido Popular.
Sostengo, con razones sobradas, que hoy estamos donde estamos por el desenlace de la tregua en 2007. Con firmeza, valor e inteligencia conseguimos evidenciar que toda la responsabilidad de la ruptura le correspond¨ªa a ETA. La exclusiva culpa de la oportunidad perdida. La reacci¨®n en su mundo, en el seno de la propia banda, en las c¨¢rceles, en su entorno internacional y, sobre todo, en su brazo pol¨ªtico, fue tan un¨¢nime que, pr¨¢cticamente a la vuelta del verano de ese a?o se inici¨® en su seno una estrategia pol¨ªtica para reconducir 40 a?os de terrorismo a la pol¨ªtica y a la democracia. ?ste es uno de los elementos desencadenantes del proceso que termin¨® la semana pasada.
La unidad de los dem¨®cratas nos ha llevado al final de la victoria contra la barbarie
Otro elemento, m¨¢s importante sin duda, ha sido la eficacia de las fuerzas de seguridad que una vez detr¨¢s de otra han ido desmantelando la c¨²pula de ETA y deteniendo a sus dirigentes m¨¢s sanguinarios y a la par m¨¢s peligrosos. Sin esa acci¨®n policial y judicial tenaz, constante y eficaz, la estrategia de abandono de la violencia dif¨ªcilmente se habr¨ªa abierto paso.
Hoy se ha culminando ese camino. Unilateral, porque ha surgido de su propio mundo. Incondicional, porque nadie ha negociado nada a cambio de dejar de matar. Real, porque m¨¢s all¨¢ de sus convicciones morales, todos sus c¨¢lculos estrat¨¦gicos conclu¨ªan en la derrota y en el fracaso de su causa si persist¨ªan en la violencia.
La unidad de los dem¨®cratas nos ha llevado al final a la victoria contra la barbarie. Esto es lo que nos permite decir que no les debemos nada a los terroristas. Esto es lo que orgullosamente podemos reivindicar en nombre de la sociedad vasca y del conjunto de los espa?oles, que han resistido con paciencia y templanza infinitas el chantaje del terror, ante la Comunidad Internacional: la imagen de un pa¨ªs serio, moderno y democr¨¢tico que resuelve con acierto e inteligencia, un complej¨ªsimo problema de violencia pol¨ªtica, gravemente enquistado durante m¨¢s de 40 a?os, en uno de sus territorios con unas se?as de identidad m¨¢s acentuadas y, tambi¨¦n, uno de los m¨¢s queridos.
Han sido d¨¦cadas de tragedia. La alegr¨ªa de estos d¨ªas se entremezcla con recuerdos de dolor, de muertes injustas, de tanto terror in¨²til. Las v¨ªctimas son el testimonio de la verdad y del ¨²nico relato hist¨®rico posible. Constituyen nuestra deuda permanente. A ellas dedicaremos lo mejor de nuestro esfuerzo.
Y junto a ellas, haremos irreversible la paz. Trabajaremos con unidad y prudencia, con inteligencia y generosidad para cerrar todas las puertas a la tentaci¨®n totalitaria, a la nostalgia del terror, a la subcultura de la violencia que desgraciadamente no desaparece de la noche a la ma?ana.
Junto al gobierno vasco y a la sociedad vasca, haremos posible cuanto antes la convivencia, la aceptaci¨®n de la pluralidad y la pol¨ªtica en su sentido m¨¢s puro y noble, es decir, el que solo acepta el di¨¢logo y la confrontaci¨®n de proyectos, la voz y la palabra, las reglas y el orden democr¨¢tico, los valores constitucionales en suma.
En definitiva, lo que siempre les dijimos, votos frente a bombas.
Alfredo P¨¦rez Rubalcaba es candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, fue ministro del Interior y vicepresidente primero.
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