El malestar del cr¨¦dito (pol¨ªtico)
Muchas entrevistas constatan el descreimiento de los ciudadanos cuando hablan de los pol¨ªticos
La falta de cr¨¦dito no solo afecta al sector financiero. Muchas de las entrevistas que se realizan diariamente en Metroscopia constatan el descreimiento generalizado entre los ciudadanos cuando hablan de los profesionales de la pol¨ªtica. Expresan desconfianza; algunos, hartazgo; otras, resignaci¨®n. Pocos parecen creer en la honestidad y en la capacidad de los pol¨ªticos. Para tres de cada cuatro espa?oles defienden solo sus propios intereses o los de una minor¨ªa. En general, no votan a los que consideran mejores, sino a los que creen menos malos. Aunque desear¨ªan que fuera distinto, la pol¨ªtica est¨¢ tan alejada, piensan, que no tienen ni mecanismos ni tiempo ni energ¨ªas para intentar cambiar esa realidad. Este es el campo abonado en el que se desarrolla el Movimiento 15-M/15-O. Siete de cada diez espa?oles piensan que tienen raz¨®n en la mayor parte de sus demandas. Pero, quiz¨¢s, lo m¨¢s importante: para muchos, el movimiento supone un punto de referencia visible, una externalizaci¨®n de su enfado. Cierto, no todos simpatizan con algunas partes de su ¨¦tica y su est¨¦tica pero a pesar de ello son una amplia mayor¨ªa (63%) quienes quieren que contin¨²e: tres veces m¨¢s que quienes aseguran haber asistido a alguna de sus concentraciones de protesta y ocho veces m¨¢s que quienes han participado en alguna de sus asambleas.
Para ese casi 40% que se queda en casa, pero que quiere que perduren, esas protestas sirven para ver representado parte de su desencanto, esperando que algo del mensaje llegue a sus se?or¨ªas.
Varios son los pa¨ªses en los que se repiten las protestas. Entre su ciudadan¨ªa, el persistente descontento con su clase pol¨ªtica se ve agravado por la percepci¨®n de estar pagando su doblegamiento a las imposiciones del mercado. En las ¨²ltimas semanas, Nueva York acoge un fen¨®meno similar al de aquellas primeras protestas del 15-M. Seg¨²n sondeos de Time y Gallup, cerca de 70 millones de estadounidenses han seguido con atenci¨®n las noticias del movimiento OWS y ya son m¨¢s sus simpatizantes (54%) que sus detractores. Una ola de indignaci¨®n recorre el mundo. Un preocupante d¨¦ficit de confianza aqueja no solo a nuestras econom¨ªas sino tambi¨¦n a nuestros pol¨ªticos. No conviene, tampoco en este caso, negar la crisis. Urge acercar la pol¨ªtica, recapitalizarla, ofrecer mecanismos de participaci¨®n, recuperar la confianza de la ciudadan¨ªa.
Josep Lobera es director de proyectos de Metroscopia y profesor de Sociolog¨ªa de la UAM.
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