El paro oculta a ETA en la campa?a
El Gobierno lo atribuye a los recortes de gasto de las comunidades aut¨®nomas El peor dato de paro da munici¨®n a Rajoy para invocar el cambio
La EPA sepult¨® a ETA. La cifra r¨¦cord de paro se convirti¨® ayer en argumento electoral demoledor, despu¨¦s de d¨ªas de noticias y gestos sobre el final del terrorismo. Los 4.978.300 desempleados de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa son tan inapelables que hasta el Gobierno, por boca del ministro de Trabajo, Valeriano G¨®mez, tuvo que admitir que los 144.700 parados m¨¢s del tercer trimestre son ¡°un dato malo, sin ambages¡±.
Al PP, la cifra de los casi cinco millones de parados le sirvi¨® para invocar el cambio y para que su candidato, Mariano Rajoy, sentenciara ayer que ¡°as¨ª no se puede seguir¡±. Los populares tienen la campa?a donde quer¨ªan y donde han situado su acci¨®n pol¨ªtica durante toda la legislatura, para que el foco de campa?a se ponga sobre la gesti¨®n de la crisis y sobre las cifras nefastas de la econom¨ªa.
A Rajoy le incomoda que el foco est¨¦ en el terrorismo, porque un sector de su partido puede recuperar el discurso duro que le aleja del centro y porque corre el riesgo de que se reconozca m¨¦rito a Rubalcaba por el final de ETA.
Pero el candidato del PP no tiene necesidad de buscar c¨®mo marcar la agenda de la campa?a y le basta con seguir cabalgando en el malestar social, mientras las expectativas electorales le favorecen. Y mientras el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se ve obligado a tomar decisiones en Bruselas que puedan perjudicar al cabeza de cartel del PSOE, Rajoy solo tiene que esperar. Eso precisamente le dijo el candidato socialista, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, al acusar al l¨ªder del PP de no colaborar con el Gobierno para aliviar la presi¨®n sobre Espa?a con alguna gesti¨®n con su correligionaria pol¨ªtica, la canciller alemana, Angela Merkel.
No es casual que el acento del programa electoral del PP que se conocer¨¢ el lunes est¨¦ en el empleo, seg¨²n explican los populares. Empezando por una promesa de reducci¨®n del impuesto de sociedades para las peque?as y medianas empresas y elevando tambi¨¦n el nivel de facturaci¨®n que determine lo que es una pyme.Tambi¨¦n con un sistema de desgravaci¨®n fiscal que prime que las empresas que dediquen parte de sus beneficios a la inversi¨®n tengan una reducci¨®n del tipo impositivo para estimular la autofinanciaci¨®n empresarial destinada a invertir y a crear empleo.
Rubalcaba acusa a Rajoy de pasividad ante la cumbre europea
Los casi cinco millones de parados sepultan la campa?a del candidato socialista, que busca estos d¨ªas denodadamente apelar a los casi dos millones de indecisos que, seg¨²n los datos del PSOE, podr¨ªan evitar la cat¨¢strofe electoral. ¡°Los datos de la EPA son sencillamente intolerables¡±, asegur¨® ayer el l¨ªder del PSOE.
Rubalcaba incluso afirm¨® que ¡°no solo valen las medidas de austeridad¡±, y que hacen falta tambi¨¦n ¡°pol¨ªticas de inversi¨®n estatal en la econom¨ªa¡±. Sus palabras suenan a desmarque de algunas pol¨ªticas del actual Gobierno, basadas, precisamente, en la reducci¨®n del gasto p¨²blico y, en todo caso, contradiciendo la doctrina imperante en la UE y no discutida de forma p¨²blica por Zapatero
La contundencia de los datos es tal que hace que el Gobierno y el PSOE reaccionen admitiendo su gravedad y buscando una fisura para esgrimir un discurso sobre las causas de la elevada cifra de paro. As¨ª, el argumentario del Gobierno y del PSOE se dirige, por un lado, a asegurar que la crisis econ¨®mica es una crisis mundial, que en Espa?a golpea con dureza por el final de la burbuja inmobiliaria, y, por otro, a sostener que las cifras del tercer trimestre son tan malas porque se contabiliza la reducci¨®n del gasto auton¨®mico.
Interpretando esa argumentaci¨®n, el ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, Jos¨¦ Blanco, asegur¨® que ¡°es un mal dato que refleja la complejidad de esta crisis econ¨®mica mundial¡±. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros habl¨® de ¡°aplacar la crisis de deuda y ampliar la confianza en el sistema financiero, para vencer la crisis financiera global y la de deuda en Europa. As¨ª, Espa?a estar¨¢ en condiciones de consolidar el crecimiento y por tanto de empezar la recuperaci¨®n del empleo¡±.
La otra tesis es la de vincular la elevada cifra de paro del segundo trimestre a los recortes de los Gobiernos aut¨®nomos, es decir, de la gesti¨®n del PP en cada una de las comunidades. Valeriano G¨®mez explic¨® que ¡°no es algo habitual¡± que la cifra empeore con tanta intensidad en tampoco tiempo, y lo atribuy¨® a tres factores: el ¡°mal comportamiento¡± de la construcci¨®n, el ajuste en las Administraciones p¨²blicas y la reducci¨®n del empleo al servicio del hogar.
El ministro explic¨® que se han reducido puestos p¨²blicos ¡°por primera vez en mucho tiempo. En el tercer trimestre de 2011 se han recortado 40.200 puestos de trabajo p¨²blicos, como parte de los procesos de reducci¨®n del d¨¦ficit y recorte de gastos, sobre todo en el terreno local y auton¨®mico¡±. El PP, obviamente, no hizo matiz alguno en su estrategia de responsabilizar al Gobierno de Zapatero de las elevadas cifras de paro. Y, especialmente, de vincular a Rubalcaba a esa gesti¨®n, haciendo referencia continua a su reciente presencia en el Gobierno como vicepresidente primero.
El l¨ªder del PP centra sus intervenciones en la econom¨ªa
¡°Estamos convencidos de que no va a haber nadie que quiera votar al PSOE despu¨¦s de saber que nos ha llevado a este r¨¦cord de cinco millones de parados, y me pregunto si los socialistas deber¨ªan pedir disculpas a los espa?oles por no parar esta sangr¨ªa¡±, asegur¨® Esteban Gonz¨¢lez Pons, vicesecretario de Comunicaci¨®n del PP.
Otra l¨ªnea argumental del PP es la de empezar a hablar de la herencia recibida. Ante las expectativas de todos los sondeos que dan por seguro el triunfo amplio de Rajoy el 20-N, empezar a lamentar las dificultades que tendr¨¢n que afrontar por lo que consideran nefasta gesti¨®n del Gobierno de Zapatero.
Para la izquierda que no es el PSOE, la idea fuerza es la de la inutilidad de medidas como la reforma laboral, que, pese a su evidente coste social, no han conseguido frenar la sangr¨ªa del paro.
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