El fin de ETA mejora la imagen de Rubalcaba, pero no le da votos
La ventaja del PP se mantiene en los 15 puntos, aunque haya un ligero repunte del PSOE No peligra la expectativa de mayor¨ªa absoluta de Rajoy
Como la lluvia fina. Empieza a calar la idea de que el final de ETA es tan real como que supone un hito hist¨®rico y que el 20 de octubre de 2011 puede ser el d¨ªa que aparezca en los libros como la fecha del final de la banda. Y, pese a los gritos de algunos sectores pr¨®ximos al PP que intentan llevar a Mariano Rajoy a negar la trascendencia del paso, empieza a calar la impresi¨®n de que Alfredo P¨¦rez Rubalcaba ha tenido alg¨²n m¨¦rito en ese final de ETA.
Solo as¨ª se explica que el exministro del Interior haya mejorado en su valoraci¨®n en los ¨²ltimos d¨ªas. Aunque en su condici¨®n actual de candidato socialista no consigue apenas rentabilizar el final de ETA en forma de reducci¨®n de la ventaja electoral del Partido Popular.
Seg¨²n el ¨²ltimo sondeo de Metroscopia para EL PA?S, la ventaja del PP se mantiene en los 15 puntos (45,3% contra 30,3%), sin apenas variaci¨®n. La lluvia es tan fina que el posible m¨¦rito del final de ETA no arrastra el malestar ciudadano por la crisis econ¨®mica que, finalmente, es el argumento fundamental de esta campa?a electoral. Por eso, con respecto al anterior sondeo, realizado hace 15 d¨ªas, el PSOE ha recuperado solo 0,6 puntos, diferencia casi absorbida por el margen de error de la encuesta y claramente insuficiente para amenazar la expectativa de mayor¨ªa absoluta del PP.
La encuesta fue realizada antes de conocerse las cifras r¨¦cord de paro ¡ªcasi cinco millones de desempleados¡ª de esta semana. La riada de la crisis, el principal problema para los espa?oles, corre en sentido contrario a la d¨¦bil influencia del final de ETA.
El socialista es mejor visto para gestionar el fin de la banda,
Nada m¨¢s asumir el liderazgo del PSOE, Rubalcaba empez¨® a cargar en sus espaldas con el desgaste del Gobierno y su valoraci¨®n cay¨® en picado y sin freno. Ahora, con respecto al anterior sondeo, ha mejorado la confianza que los espa?oles, y sobre todo los votantes socialistas, dicen tener en el candidato. Hace 15 d¨ªas solo el 33% de los suyos dec¨ªa confiar en ¨¦l; ahora es el 56%, superando al porcentaje de los que dan una opini¨®n negativa de ¨¦l. Entre ambos sondeos la noticia ha sido el final de ETA.
La marca PSOE sigue arrastrando al candidato que, no obstante, ha ganado en valoraci¨®n ciudadana. Todas las noticias han sido negativas para ¨¦l desde que asumi¨® la candidatura, salvo la de ETA. Los ciudadanos colocaron en su debe la reforma de la Constituci¨®n, la situaci¨®n econ¨®mica, los recortes y el paro. La paradoja es que lo que mejora la valoraci¨®n de Rubalcaba es a la vez lo que le arrastra: su presencia destacada en el Gobierno. Asume en su negativa expectativa electoral su pasado como colaborador destacado de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y mejora su valoraci¨®n por su experiencia como ministro del Interior. Su experiencia es su activo y, a la vez, su lastre.
De hecho, Rubalcaba es asociado ya por los espa?oles al final del terrorismo: el 42% considera que el socialista ser¨ªa m¨¢s capaz de gestionar el final del terrorismo, frente al 24% que se?ala a Rajoy como preferido.
Pese a todo, sigue sin existir un efecto Rubalcaba, porque ni su valoraci¨®n ni la confianza en que sabr¨ªa gestionar el final del terrorismo logran movilizar a los suyos. Hay a¨²n un escaso 44% de fidelidad entre el electorado socialista. Es decir, las causas del desencanto est¨¢n en la crisis econ¨®mica y en las medidas que ha tenido que tomar el Gobierno de Zapatero. La desmovilizaci¨®n se transforma en derrotismo: solo el 6% de los votantes socialistas cree posible dar la vuelta a las encuestas y ganar las elecciones, un 68% considera que, haga lo que haga Rubalcaba, es imposible que no gane Rajoy.
El candidato del PP tiene una ventaja notable sobre su rival: la valoraci¨®n entre los suyos es mucho mayor, mostrando que, pese a las acusaciones de ambig¨¹edad y falta de programa, s¨ª logra llevar a sus votantes a las urnas. Aunque sea como consecuencia del subid¨®n de optimismo que produce siempre la buena perspectiva electoral que dan un¨¢nimemente las encuestas. A Rajoy le empuja hacia La Moncloa el 94% que es pesimista por la situaci¨®n econ¨®mica, y tambi¨¦n juega a su favor que la mayor¨ªa lo ve m¨¢s capacitado para hacer frente a la crisis y para manejar las exigencias de los mercados.
Por eso el l¨ªder del PP es mejor valorado (4,7) que el del PSOE (4,5), aunque Rosa D¨ªez, de UPyD, es la que tiene mejor nota de todos los candidatos (5). Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero es el peor valorado (3,4) y el candidato de Equo, el ecologista Juan L¨®pez de Uralde, est¨¢ lastrado por el m¨ªnimo nivel de conocimiento: solo el 15% de los encuestados sabe qui¨¦n es. La estimaci¨®n de voto de IU est¨¢ ahora en el 6% (tuvo el 3,8% en 2008), con una ligera bajada en los ¨²ltimos d¨ªas, y la de UPyD en el 4,2% (1,2% en 2008).
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