V¨ªa de agua en el buque insignia

En Andaluc¨ªa se hab¨ªa convertido en una costumbre hacer coincidir elecciones generales y auton¨®micas. As¨ª ha sido en las ¨²ltimas cuatro convocatorias electorales (1996, 2000, 2004 y 2008) y siempre con buen resultado para los socialistas, frente al PP, tanto en n¨²mero de votos como en esca?os.

Toda esta historia de ¨¦xito est¨¢ ahora puesta en cuesti¨®n y no hay nadie en el PSOE que crea que se pueda repetir el resultado logrado hace cuatro a?os, cuando consigui¨® 36 de los 61 esca?os al Congreso en juego y 24 de los 32 senadores. Perder un esca?o en cada una de las ocho provincias ¡°est¨¢ dentro de la l¨®gica¡±, asegura un dirigente.

La direcci¨®n del PSOE andaluz no quiere decir cu¨¢les son sus objetivos. Ni siquiera se atreve a pronosticar algo que siempre se ha dado por hecho en Andaluc¨ªa y en el resto de Espa?a como es el que ser¨¢ el partido m¨¢s votado. Eso s¨ª, afirman que ¡°salen a ganar¡±. Solo Alfonso Guerra, cabeza de lista por Sevilla, ha vaticinado que ganar¨¢ ¡°con claridad¡± al PP en esta provincia.

Y es que el buque insignia del PSOE, su feudo m¨¢s fiel, tiene importantes v¨ªas de aguas como se comprob¨® en las pasadas elecciones municipales, en las que por primera vez la derecha le super¨® en votos en el conjunto de la comunidad. Con ser este un dato relevante, no lo es menos que el PP obtuvo en Andaluc¨ªa el 67% de los 557.956 votos en los que increment¨® su cuenta electoral en las municipales.

Hoy por hoy, ese resultado ¡ªel PP gan¨® por 7,2 puntos de ventaja¡ª se ve hasta bueno, pero pensando no tanto en las elecciones generales del 20-N sino en las auton¨®micas de marzo de 2012. De repetirse, significar¨ªa que Javier Arenas, en su cuarto intento por acceder a la presidencia de la Junta, ganar¨ªa pero sin mayor¨ªa absoluta.

El presidente andaluz y secretario general de los socialistas andaluces, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, ha tomado una decisi¨®n arriesgada al optar por agotar la legislatura y separar lo m¨¢s posible su suerte de la que corra Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Dos fechas son las que baraja para las andaluzas, el 18 o el 25 de marzo, y ser¨¢ cuando se recuenten los votos cuando se vea si acert¨® o err¨® en su apuesta. Cree que el tiempo juega a su favor porque considera que la pol¨ªtica de recortes que empieza a verse en las comunidades del PP le da margen para poner en marcha una estrategia de contraste con la derecha.

De hecho, el proyecto de ley de Presupuestos de la Junta de Andaluc¨ªa, en el que ha preferido sacrificar la inversi¨®n para subir los gastos en educaci¨®n, dependencia y mantener los de sanidad, le da cobertura para resaltar ¡°que hay otra manera de ahorrar sin recortar derechos¡±. Un mensaje que Rubalcaba ha incorporado a su discurso.

Los socialistas andaluces est¨¢n acudiendo a las puertas de los colegios y a los centros de salud para explicar a los votantes que la cobertura social con la que cuentan puede ¡°acabar en la PPapelera¡±, como afirman en sus folletos. Y van a centrar su campa?a en las llamadas ciudades medias o agrociudades ¡ªentre 20.000 y 50.000 habitantes¡ª donde el PP experiment¨® una fuerte subida en las municipales.

Para algunos soci¨®logos estos esfuerzos van a servir de bien poco porque estiman que la pulsi¨®n de cambio en Andaluc¨ªa, donde hay un mill¨®n de parados, es muy profunda, tras 30 a?os de gobiernos socialistas.