Italia, una largu¨ªsima precampa?a
Las tertulias televisadas con los l¨ªderes de los mayores partidos son continuas La carrera hacia las urnas dura oficialmente 45 d¨ªas
Italia vive sumergida en una campa?a electoral permanente. Sin embargo, ¡°desde la campa?a de 1994, Silvio Berlusconi lo ha revolucionado todo ¨Ccomenta Cristian Vaccari que ense?a Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Bolonia¨C. Seg¨²n datos oficiales de la RAI, desde su debut en la arena pol¨ªtica, Berlusconi acapar¨® tres veces el espacio destinado a los otros l¨ªderes en los telediarios. Eso se debe a que posee tres cadenas, pero tambi¨¦n a que es muy bueno en quedarse en el centro de la atenci¨®n. Se sale con una frase impactante o impertinente y los medios las emiten¡±.
Berlusconi no participa en las tertulias donde acuden los representantes de la oposici¨®n. ¡°Quiere toda la atenci¨®n para s¨ª mismo, s¨®lo va si est¨¢ solo¡±, subraya Vaccari. Hist¨®rica fue la firma del contrato con los italianos (una lista de promesas electorales) que sell¨® la campa?a de 2001. Acudi¨® como ¨²nico h¨¦roe al programa de su amigo Bruno Vespa en RAI1, la cadena p¨²blica, y gan¨®.
En aquella ocasi¨®n rechaz¨® el cara a cara con su rival, Francesco Rutelli, que guiaba la coalici¨®n de centro-izquierda. Los debates entre los dos mayores contrincantes no son obligatorios. En los ¨²ltimos a?os, la decisi¨®n de Berlusconi sobre su participaci¨®n ha sido determinante. ¡°Si conf¨ªa en su ventaja los evita, prefiere no arriesgarse¡±, asegura el professor.
En cambio, s¨ª se somete a los duelos electorales cuando se lo juega todo. Ocurri¨® en 1996 y en 2006. Las dos veces perdi¨® contra Romano Prodi. La imagen del debate de 2006 fue determinante: Berlusconi con el rostro tenso, las manos que buscan fren¨¦ticas entre los apuntes, desgrana rosarios de datos y, al otro lado, Prodi que rompe con su habitual calma y espeta ¡°Berlusconi se agarra a los n¨²meros como un borracho a una farola¡±. El actual Presidente del Gobierno contest¨® en un contexto a ¨¦l m¨¢s favorable, un mitin del PDL cargado de aplausos y globos azules: ¡°No creo que los italianos sean tan gilipollas como para votar a la izquierda¡±.
Por efecto de la ley electoral en vigor desde 2006, las campa?as suelen estar muy centralizadas y poco presentes en el territorio. ¡°El elector no puede expresar una preferencia, escribir en la papeleta el nombre de alguien cercano y de confianza, solo puede poner la cruz sobre el s¨ªmbolo del partido. Eso lleva a una fuerte personalizaci¨®n del debate. Lo que cuenta son los l¨ªderes¡±, explica Vaccari.
¡°Avanzan las redes sociales ¨Ca?ade¨C pero son sobre todo l¨ªderes de izquierdas que recurren a los nuevos medios. En Italia, una de cada dos personas no tiene acceso a la Red; solo una de cada cinco utiliza Internet para buscar informaciones alternativas a las que proporcionan los telediarios y la prensa. La gran mayor¨ªa son electores de izquierdas que no se conforman, buscan profundizar y sobre todo quieren participar, dar su opini¨®n¡±.
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